versió catalana | versión española
R. Cristóbal Celestino Mutis (1930) Óleo sobre lienzo Wellcome Collection. Londres. |
Se instaló así en Santafé de Bogotá (que es la actual ciudad de Bogotá) y no tardó en observar que la educación en el virreinato estaba muy alejada de las ideas ilustradas que se habían adoptado en Europa. Se planteó así organizar los estudios de medicina y comenzó a impartir él mismo matemáticas, física y astronomía. En sus clases, enseñaba las innovadoras ideas de Newton, Galileo y Copérnico, por lo que pronto fue acusado ante la Santa Inquisición por heterodoxo. Para evitar una condena, abandonó la docencia e ingresó en la Compañía de Jesús, llegando a ordenarse sacerdote.
Pero su nueva vida como jesuita no le hizo abandonar su actividad científica. Fundó el observatorio astronómico de Bogotá, impulsó nuevas técnicas de minería y realizó importantes aportaciones en investigación médica. Durante la epidemia de viruela de 1782 optó por inocular cepas debilitadas de la enfermedad a personas sanas, lo que se convirtió en una campaña de vacunación providencial a pesar de las reticencias de los gobernantes.
Estaba muy interesado por la gran variedad de plantas del Nuevo Mundo. Una de ellas era la quina, reputada como febrífuga y que se usaba frente a la malaria, una enfermedad devastadora, por su contenido en quinina.
Corteza de quina |
La quinina es el más fuerte de los cuatro alcaloides que se encuentran en la corteza de los árboles del género Cinchona. Su descubrimiento se remonta a una de las grandes expediciones científicas en el Nuevo Mundo bajo el patrocinio de la Corona Española durante los siglos XVII y XVIII. La primera descripción de la corteza de quina la hizo el militar y científico Miguel de Santisteban durante una expedición a Loja y sur de Quito en el Reino de Nueva Granada. En este viaje hizo amistad con Mutis y le regaló varios ejemplares de quinas. Mutis estudió y analizó las muestras de quina que le iban enviando diversas exploraciones.
Así, Mutis descubrió hasta siete especies del género Cinchona, destacando que no todas tienen un contenido apreciable de quinina.
Los resultados los mostró en su celebrada obra «Arcano de la Quina» y también en otras obras y dibujos, algunos de ellos conservados en el Jardín Botánico de Madrid.
En 1629 fue administrada a Ana de Osorio, condesa de Chinchón y esposa del virrey del Perú, que padecía la "fiebre de los pantanos" (paludismo), con notable éxito.
Los monjes utilizaron este remedio para salvar de la muerte a la condesa de Chinchón, Ana de Osorio, esposa del virrey de Perú, aquejada de lo que por entonces denominaban ‘fiebre de los pantanos’.
Esta curación fue muy comentada y por esta razón le fue impuesto el nombre de Cinchona con el que se conoció a partir de entonces este género botánico.
Mutis mantenía una activa correspondencia con Carl Linné (Linneo), uno de los científicos más relevantes del siglo XVIII y padre de la taxonomía, es decir, de la clasificación de los seres vivos, a quien le envió muestras de las increíbles plantas que se podían encontrar en Nueva Granada. Linneo se interesó mucho en las especies que le comentaba Mutis. Tanto que en su honor le dio el nombre de Mutisia a una orquídea. Precisamente, la que observa Mutis con su lupa, en el óleo que encabeza este escrito.
La quina como tratamiento fue conocida a través de los tiempos con distintos nombres: «cascarilla», «polvos de Loja», «polvos de la condesa» y «polvos de los jesuitas». Esta última denominación no gustó a los protestantes ingleses que se negaban a tomarlo y se decidió cambiar el nombre por el de «el remedio inglés».
Años más tarde, tras aislar la quinina, responsable de su acción antimalárica, el joyero y empresario alemán Jacob Schweppes (sí, el de los refrescos), ideó el procedimiento industrial para la elaboración de bebidas carbonatadas en 1792, y posteriormente elaboró un agua carbonatada a la que añadiría quinina, dando origen a la conocida Agua Tónica, muy consumida después para prevenir la malaria a las tropas británicas destinadas en la India. Como su sabor era muy amargo y algunos soldados se las ingeniaban para poner cualquier excusa y evitar el mal trago, decidieron añadir limón y ginebra creando sin saberlo el Gin-Tonic. Por supuesto, ningún soldado quiso saltarse desde entonces su ración de quinina.
La imagen de Celestino Mutis fue reproducida en un billete de 2000 pesetas (1992) |
Además de su labor botánica, Celestino Mutis fue un gran defensor de la vacunación antivariólica de Jenner. Edward Jenner había iniciado su sistema de vacunación en Europa en 1796 y muy poco después, en 1803, salió de España la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna que lideraba Francisco Javier Balmis. A pesar de las reticencias de algunos, Mutis promovió las campañas de vacunación contra la viruela. Incluso investigó el uso de cepas debilitadas de la enfermedad y se autoinoculó a través de una pequeña incisión una muestra purulenta de un enfermo. Después hizo lo mismo con algunos de sus alumnos y a 36 niños enfermos de un orfanato. Al cabo de unos días nadie enfermó y los niños enfermos mejoraron. La población, esta vez convencida de la eficacia, accedieron a ella salvándose así miles de vidas.
Mutis estudió y aplicó en medicina la Ipecacuana, el té de Bogotá, el bálsamo de Tolú… pero su saber no se limitó a la botánica, la farmacia y la medicina, sino que también fue un apasionado y célebre astrónomo que apoyó la teoría sobre el sistema heliocéntrico de Copérnico e hizo contribuciones a otros conocimientos como las técnicas aplicadas en la minería de la plata y la recopilación del vocabulario y la gramática indígena.
___________________________________
Celestino Mutis i la quina
R. Cristóbal Celestino Mutis (1930) Óleo sobre lienzo Wellcome Collection. Londres. |
José Celestino Mutis (1732-1808) va ser un científic que va destacar especialment com a botànic, geògraf i matemàtic.
Mutis va néixer a Cadis, on va començar a estudiar Medicina al Reial Col·legi de Cirurgia que havia fundat Pere Virgili en aquesta ciutat. Després d'acabar els estudis a la Universitat de Sevilla, va exercir com a metge a l'hospital de Cadis. Més tard, va treballar de suplent a la càtedra d'Anatomia de Madrid, on va tenir l'oportunitat d'ampliar els seus coneixements botànics al Jardí del Soto de Migas Calientes. Abans de fer els 30 anys va viatjar a Amèrica com a metge personal de Pedro Messía de la Cerda, nomenat virrei de Nova Granada.
Es va instal·lar a Santafé de Bogotà (que és l'actual ciutat de Bogotà) i no va trigar a observar que l'educació al virreinat estava molt allunyada de les idees il·lustrades que s'havien adoptat a Europa. Es va plantejar així organitzar els estudis de medicina i va començar a impartir ell mateix matemàtiques, física i astronomia. A les seves classes, ensenyava les innovadores idees de Newton, Galileu i Copèrnic, per la qual cosa aviat va ser acusat davant la Santa Inquisició per heterodox. Per evitar una condemna, va abandonar la docència i va ingressar a la Companyia de Jesús, arribant a ordenar-se sacerdot.
Però la seva nova vida com a jesuïta no el va fer abandonar la seva activitat científica. Va fundar l'observatori astronòmic de Bogotà, va impulsar noves tècniques de mineria i va fer importants aportacions en investigació mèdica. Durant l'epidèmia de verola del 1782 va optar per inocular soques debilitades de la malaltia a persones sanes, cosa que es va convertir en una campanya de vacunació providencial malgrat les reticències dels governants.
Estava molt interessat per la gran varietat de plantes del Nou Món. Una d’elles era la quina, coneguda com a febrífuga i que es feia servir per la malària, una malaltia devastadora, pel seu contingut en quinina.
Escorça de quina |
La quinina és l’alcaloide més fort dels quatre que es troben a l'escorça dels arbres del gènere Cinchona. El seu descobriment es remunta a una de les grans expedicions científiques al Nou Món sota el patrocini de la Corona Espanyola durant els segles XVII i XVIII. La primera descripció de l'escorça de quina la va fer el militar i científic Miguel de Santisteban durant una expedició a Loja i al sud de Quito al Regne de Nova Granada. En aquest viatge va fer amistat amb Mutis i li va regalar diversos exemplars de quines. Mutis va estudiar i analitzar les diferents mostres de quina que li anaven enviant diverses exploracions.
Així Mutis va descobrir fins a set espècies del gènere Cinchona, destacant que no totes tenen un contingut apreciable de quinina.
Els resultats els va mostrar en la seva celebrada obra “Arcano de la Quina” i també en altres obres i dibuixos, alguns dels quals es conserven al Jardí Botànic de Madrid.
El 1629 va ser administrada a Ana d'Osorio, comtessa de Chinchón i esposa del virrei del Perú, que patia la "febre dels pantans" (paludisme), amb un èxit notable.
"Els monjos van utilitzar aquest remei per salvar de la mort la comtessa de Chinchón, Ana d'Osorio, esposa del virrei del Perú, afligida del que aleshores anomenaven 'febre dels pantans'."
Aquesta curació va ser molt comentada i per aquesta raó li va ser imposat el nom de Cinchona amb què es va conèixer a partir de llavors aquest gènere botànic.
Mutis mantenia una activa correspondència amb Carl Linné (Linneo), un dels científics més rellevants del segle XVIII i pare de la taxonomia, és a dir, de la classificació dels éssers vius, a qui va enviar mostres de les increïbles plantes que es podien trobar a Nova Granada. Linneo es va interessar molt en les espècies que li comentava Mutis. Tant va ser així que en honor seu li va donar el nom de Mutisia a una orquídia. Precisament, la que observa Mutis amb la seva lupa, a l'oli que encapçala aquest escrit.
La quina com a tractament va ser coneguda a través dels temps amb diferents noms: «cascarilla», «pòlvores de Loja», «pòlvores de la comtessa» i «pòlvores dels jesuïtes». Aquesta darrera denominació no va agradar als protestants anglesos que es negaven a prendre-la i es va decidir canviar-li el nom pel de «remei anglès».
Posteriorment, després d'aïllar la quinina, responsable de la seva acció antimalàrica, el joier i empresari alemany Jacob Schweppes (sí, el dels refrescos), va idear el procediment industrial per a l'elaboració de begudes carbonatades el 1792, i anys després va elaborar una aigua carbonatada a la que afegiria quinina, donant origen a la coneguda Tònica, molt consumida després per prevenir la malària a les tropes britàniques destinades a l'Índia. Com que el seu sabor era molt amarg i alguns soldats se les enginyaven per posar qualsevol excusa i evitar prendre-s’ho, van decidir afegir llimona i ginebra creant sense saber-ho el gin-tònic. Per descomptat, cap soldat es va voler saltar des de llavors la seva ració de quinina.
La imatge de Celestino Mutis va ser reproduïda en un bitllet de 2000 pessetes (1992) |
A més de la seva tasca botànica, Celestino Mutis va ser un gran defensor de la vacunació antivariolosa de Jenner. Edward Jenner havia iniciat el seu sistema de vacunació a Europa el 1796 i molt poc després, el 1803, va sortir d'Espanya la Reial Expedició Filantròpica de la Vacuna que va liderar Francisco Javier Balmis. Tot i les reticències d'alguns, Mutis va promoure les campanyes de vacunació contra la verola. Fins i tot va investigar l'ús de soques afeblides de la malaltia i es va autoinocular a través d'una petita incisió una mostra purulenta d'un malalt. Després va fer el mateix amb alguns dels alumnes i amb 36 nens malalts d'un orfenat. Al cap d'uns dies ningú no es va posar malalt i els nens malalts van millorar. La població, aquesta vegada convençuda de l'eficàcia, van accedir-hi salvant-se així milers de vides.
Mutis va estudiar i va aplicar en medicina la ipecacuana, el te de Bogotà, el bàlsam de Tolú… però el seu saber no es va limitar a la botànica, la farmàcia i la medicina, sinó que també va ser un apassionat i cèlebre astrònom que va recolzar la teoria sobre el sistema heliocèntric de Copèrnic i va fer contribucions a altres coneixements com les tècniques aplicades en la mineria de la plata i la recopilació del vocabulari i la gramàtica indígena.