Páginas

Últimes publicacions

viernes, 11 de marzo de 2022

Celestino Mutis y la Quina

 versió catalana | versión española






R. Cristóbal

Celestino Mutis 
(1930) 

Óleo sobre lienzo 
Wellcome Collection. Londres. 



José Celestino Mutis (1732-1808) fue un científico que destacó especialmente como botánico, geógrafo y matemático. 

Mutis nació en Cádiz, donde comenzó a estudiar Medicina en el Real Colegio de Cirugía que había fundado en esta ciudad Pere Virgili.  Tras terminar sus estudios en la Universidfad de Sevilla, ejerció como médico en el hospital de Cádiz. Más tarde, pasó a trabajar de suplente en la cátedra de Anatomía de Madrid, donde tuvo la oportunidad de ampliar sus conocimientos botánicos en el Jardín del Soto de Migas Calientes. Antes de cumplir los 30 años viajó a América como médico personal de Pedro Messía de la Cerda, nombrado virrey de Nueva Granada. 

Se instaló así en Santafé de Bogotá (que es la actual ciudad de Bogotá) y no tardó en observar que  la educación en el virreinato estaba muy alejada de las ideas ilustradas que se habían adoptado en Europa. Se planteó así organizar los estudios de medicina y comenzó a impartir él mismo matemáticas, física y astronomía. En sus clases, enseñaba las innovadoras ideas de Newton, Galileo y Copérnico, por lo que pronto fue acusado ante la Santa Inquisición por heterodoxo. Para evitar una condena, abandonó la docencia e ingresó en la Compañía de Jesús, llegando a ordenarse sacerdote. 

Pero su nueva vida como jesuita no le hizo abandonar su actividad científica. Fundó el observatorio astronómico de Bogotá, impulsó nuevas técnicas de minería y realizó importantes aportaciones en investigación médica. Durante la epidemia de viruela de 1782 optó por inocular cepas debilitadas de la enfermedad a personas sanas, lo que se convirtió en una campaña de vacunación providencial a pesar de las reticencias de los gobernantes.  

Estaba muy interesado por la gran variedad de plantas del Nuevo Mundo. Una de ellas era la quina, reputada como febrífuga y que se usaba frente a la malaria, una enfermedad devastadora, por su contenido en quinina. 

Corteza de quina

La quinina es el más fuerte de los cuatro alcaloides que se encuentran en la corteza de los árboles del género Cinchona. Su descubrimiento se remonta a una de las grandes expediciones científicas en el Nuevo Mundo bajo el patrocinio de la Corona Española durante los siglos XVII y XVIII. La primera descripción de la corteza de quina la hizo el militar y científico Miguel de Santisteban durante una expedición a Loja y sur de Quito en el Reino de Nueva Granada. En este viaje hizo amistad con Mutis y le regaló varios ejemplares de quinas. Mutis estudió y analizó las muestras de quina que le iban enviando diversas exploraciones. 

Así, Mutis descubrió hasta siete especies del género Cinchona, destacando que no todas tienen un contenido apreciable de quinina. 

Los resultados los mostró en su celebrada obra «Arcano de la Quina» y también en otras obras y dibujos, algunos de ellos conservados en el Jardín Botánico de Madrid. 

En 1629 fue administrada a Ana de Osorio, condesa de Chinchón y esposa del virrey del Perú, que padecía la "fiebre de los pantanos" (paludismo), con notable éxito. 

Los monjes utilizaron este remedio para salvar de la muerte a la condesa de Chinchón, Ana de Osorio, esposa del virrey de Perú, aquejada de lo que por entonces denominaban ‘fiebre de los pantanos’. 

Esta curación fue muy comentada y por esta razón le fue impuesto el nombre de Cinchona con el que se conoció a partir de entonces este género botánico. 

Mutis mantenía una activa correspondencia con Carl Linné (Linneo), uno de los científicos más relevantes del siglo XVIII y padre de la taxonomía, es decir, de la clasificación de los seres vivos, a quien le envió muestras de las increíbles plantas que se podían encontrar en Nueva Granada. Linneo se interesó mucho en las especies que le comentaba Mutis. Tanto que en su honor le dio el nombre de Mutisia a una orquídea. Precisamente, la que observa Mutis con su lupa, en el óleo que encabeza este escrito.   

La quina como tratamiento fue conocida a través de los tiempos con distintos nombres: «cascarilla», «polvos de Loja», «polvos de la condesa» y «polvos de los jesuitas». Esta última denominación no gustó a los protestantes ingleses que se negaban a tomarlo y se decidió cambiar el nombre por el de «el remedio inglés». 

Años más tarde, tras aislar la quinina, responsable de su acción antimalárica, el joyero y empresario alemán Jacob Schweppes (sí, el de los refrescos), ideó el procedimiento industrial para la elaboración de bebidas carbonatadas en 1792, y posteriormente elaboró un agua carbonatada a la que añadiría quinina, dando origen a la conocida Agua Tónica, muy consumida después para prevenir la malaria a las tropas británicas destinadas en la India. Como su sabor era muy amargo y algunos soldados se las ingeniaban para poner cualquier excusa y evitar el mal trago, decidieron añadir limón y ginebra creando sin saberlo el Gin-Tonic. Por supuesto, ningún soldado quiso saltarse desde entonces su ración de quinina.



La imagen de Celestino Mutis fue reproducida
en un billete de 2000 pesetas (1992)


Además de su labor botánica, Celestino Mutis fue un gran defensor de la vacunación antivariólica de Jenner. Edward Jenner había iniciado su sistema de vacunación en Europa en 1796 y muy poco después, en 1803, salió de España la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna que lideraba Francisco Javier Balmis. A pesar de las reticencias de algunos, Mutis promovió las campañas de vacunación contra la viruela. Incluso investigó el uso de cepas debilitadas de la enfermedad y se autoinoculó a través de una pequeña incisión una muestra purulenta de un enfermo. Después hizo lo mismo con algunos de sus alumnos y a 36 niños enfermos de un orfanato. Al cabo de unos días nadie enfermó y los niños enfermos mejoraron. La población, esta vez convencida de la eficacia, accedieron a ella salvándose así miles de vidas.

Mutis estudió y aplicó en medicina la Ipecacuana, el té de Bogotá, el bálsamo de Tolú… pero su saber no se limitó a la botánica, la farmacia y la medicina, sino que también fue un apasionado y célebre astrónomo que apoyó la teoría sobre el sistema heliocéntrico de Copérnico e hizo contribuciones a otros conocimientos como las técnicas aplicadas en  la minería de la plata y la recopilación del vocabulario y la gramática indígena.


___________________________________



Celestino Mutis i la quina






R. Cristóbal

Celestino Mutis 
(1930) 

Óleo sobre lienzo 
Wellcome Collection. Londres. 


José Celestino Mutis (1732-1808) va ser un científic que va destacar especialment com a botànic, geògraf i matemàtic.

Mutis va néixer a Cadis, on va començar a estudiar Medicina al Reial Col·legi de Cirurgia que havia fundat Pere Virgili en aquesta ciutat. Després d'acabar els estudis a la Universitat de Sevilla, va exercir com a metge a l'hospital de Cadis. Més tard, va treballar de suplent a la càtedra d'Anatomia de Madrid, on va tenir l'oportunitat d'ampliar els seus coneixements botànics al Jardí del Soto de Migas Calientes. Abans de fer els 30 anys va viatjar a Amèrica com a metge personal de Pedro Messía de la Cerda, nomenat virrei de Nova Granada.

Es va instal·lar a Santafé de Bogotà (que és l'actual ciutat de Bogotà) i no va trigar a observar que l'educació al virreinat estava molt allunyada de les idees il·lustrades que s'havien adoptat a Europa. Es va plantejar així organitzar els estudis de medicina i va començar a impartir ell mateix matemàtiques, física i astronomia. A les seves classes, ensenyava les innovadores idees de Newton, Galileu i Copèrnic, per la qual cosa aviat va ser acusat davant la Santa Inquisició per heterodox. Per evitar una condemna, va abandonar la docència i va ingressar a la Companyia de Jesús, arribant a ordenar-se sacerdot. 

Però la seva nova vida com a jesuïta no el va fer abandonar la seva activitat científica. Va fundar l'observatori astronòmic de Bogotà, va impulsar noves tècniques de mineria i va fer importants aportacions en investigació mèdica. Durant l'epidèmia de verola del 1782 va optar per inocular soques debilitades de la malaltia a persones sanes, cosa que es va convertir en una campanya de vacunació providencial malgrat les reticències dels governants.

Estava molt interessat per la gran varietat de plantes del Nou Món. Una d’elles era la quina, coneguda com a febrífuga i que es feia servir per la malària, una malaltia devastadora, pel seu contingut en quinina.

Escorça de quina

La quinina és l’alcaloide més fort dels quatre que es troben a l'escorça dels arbres del gènere Cinchona. El seu descobriment es remunta a una de les grans expedicions científiques al Nou Món sota el patrocini de la Corona Espanyola durant els segles XVII i XVIII. La primera descripció de l'escorça de quina la va fer el militar i científic Miguel de Santisteban durant una expedició a Loja i al sud de Quito al Regne de Nova Granada. En aquest viatge va fer amistat amb Mutis i li va regalar diversos exemplars de quines. Mutis va estudiar i analitzar les diferents mostres de quina que li anaven enviant diverses exploracions.

Així Mutis va descobrir fins a set espècies del gènere Cinchona, destacant que no totes tenen un contingut apreciable de quinina.

Els resultats els va mostrar en la seva celebrada obra “Arcano de la Quina” i també en altres obres i dibuixos, alguns dels quals es conserven al Jardí Botànic de Madrid.

El 1629 va ser administrada a Ana d'Osorio, comtessa de Chinchón i esposa del virrei del Perú, que patia la "febre dels pantans" (paludisme), amb un èxit notable.

"Els monjos van utilitzar aquest remei per salvar de la mort la comtessa de Chinchón, Ana d'Osorio, esposa del virrei del Perú, afligida del que aleshores anomenaven 'febre dels pantans'."

Aquesta curació va ser molt comentada i per aquesta raó li va ser imposat el nom de Cinchona amb què es va conèixer a partir de llavors aquest gènere botànic.



Mutis mantenia una activa correspondència amb Carl Linné (Linneo), un dels científics més rellevants del segle XVIII i pare de la taxonomia, és a dir, de la classificació dels éssers vius, a qui va enviar mostres de les increïbles plantes que es podien trobar a Nova Granada. Linneo es va interessar molt en les espècies que li comentava Mutis. Tant va ser així que en honor seu li va donar el nom de Mutisia a una orquídia. Precisament, la que observa Mutis amb la seva lupa, a l'oli que encapçala aquest escrit.

La quina com a tractament va ser coneguda a través dels temps amb diferents noms: «cascarilla», «pòlvores de Loja», «pòlvores de la comtessa» i «pòlvores dels jesuïtes». Aquesta darrera denominació no va agradar als protestants anglesos que es negaven a prendre-la i es va decidir canviar-li el nom pel de «remei anglès». 

Posteriorment, després d'aïllar la quinina, responsable de la seva acció antimalàrica, el joier i empresari alemany Jacob Schweppes (sí, el dels refrescos), va idear el procediment industrial per a l'elaboració de begudes carbonatades el 1792, i anys després va elaborar una aigua carbonatada a la que afegiria quinina, donant origen a la coneguda Tònica, molt consumida després per prevenir la malària a les tropes britàniques destinades a l'Índia. Com que el seu sabor era molt amarg i alguns soldats se les enginyaven per posar qualsevol excusa i evitar prendre-s’ho, van decidir afegir llimona i ginebra creant sense saber-ho el gin-tònic. Per descomptat, cap soldat es va voler saltar des de llavors la seva ració de quinina.



La imatge de Celestino Mutis va ser reproduïda
en un bitllet de 2000 pessetes (1992)


A més de la seva tasca botànica, Celestino Mutis va ser un gran defensor de la vacunació antivariolosa de Jenner. Edward Jenner havia iniciat el seu sistema de vacunació a Europa el 1796 i molt poc després, el 1803, va sortir d'Espanya la Reial Expedició Filantròpica de la Vacuna que va liderar Francisco Javier Balmis. Tot i les reticències d'alguns, Mutis va promoure les campanyes de vacunació contra la verola. Fins i tot va investigar l'ús de soques afeblides de la malaltia i es va autoinocular a través d'una petita incisió una mostra purulenta d'un malalt. Després va fer el mateix amb alguns dels alumnes i amb 36 nens malalts d'un orfenat. Al cap d'uns dies ningú no es va posar malalt i els nens malalts van millorar. La població, aquesta vegada convençuda de l'eficàcia, van accedir-hi salvant-se així milers de vides.

Mutis va estudiar i va aplicar en medicina la ipecacuana, el te de Bogotà, el bàlsam de Tolú… però el seu saber no es va limitar a la botànica, la farmàcia i la medicina, sinó que també va ser un apassionat i cèlebre astrònom que va recolzar la teoria sobre el sistema heliocèntric de Copèrnic i va fer contribucions a altres coneixements com les tècniques aplicades en la mineria de la plata i la recopilació del vocabulari i la gramàtica indígena.


martes, 8 de marzo de 2022

El médico en la ópera (II)

versió catalana | versión española







Jan Lenica

Alban Berg. Wozzeck
 
(1964)

Cartel impreso sobre papel para la ópera Wozzeck 
1º Premio en la Bienal del Cartel de Varsovia (1966) 




En otra entrada del blog revisábamos el papel de algunos personajes médicos en las óperas. En esta entrada seguiremos con otros ejemplos.  


El médico de Lady Macbeth

Giuseppe Verdi estrenó la ópera Macbeth, basada en la obra de Shakespeare en 1847. 

En la obra, Macbeth y su mujer, cegados por la ambición cometen todo tipo de crímenes. Los remordimientos hacen que Lady Macbeth. Tras todos las fechorías y muertes que van dejando atrás los protagonistas, Macbeth y su mujer, ésta acaba perdiendo la razón. Pasa las noches con terribles pesadillas que le provocan sonambulismo. Su dama de compañía y el médico la encuentran en uno de estos episodios y comentan esa triste situación. Lo que dice Lady Macbeth es una auténtica confesión de sus crímenes. 


Shirley Verrett: "Una macchia è qui tuttora!" Macbeth, G. Verdi: 





El doctor Grenville

El doctor Grenville es el médico de Violetta Valery, la protagonista de La traviata de Giuseppe Verdi, una ópera que se estrenó en 1853. El médico y Annina, la criada, acompañarán a Violetta en sus últimos días. En el último acto, Violetta recibe la visita del doctor. Ésta lo recibe con estas palabras: Quanta bontà! (Cuánta bondad!). El médico le hace unas pocas preguntas y trata de animar a Violetta, que en un toque de amarga ironía le dice: Oh, la bugia pietosa ai medici è concessa (La mentira piadosa se les permite a los médicos). Pero cuando Annina le pregunta sobre el estado de la enferma, el médico le revela la verdad: le quedan pocas horas de vida.



El doctor Miracle

Otro ejemplo de médico en la ópera es un personaje diabólico. Lo encontramos en la ópera Les contes d’Hoffmann de Jacques Offenbach, estrenada en París en 1881. El doctor concretamente aparece en el episodio de Antonia. Este personaje, Antonia, ha heredado una rara enfermedad de su madre que le impide cantar, ya que si lo hace morirá. El doctor Miracle afirma que un talento como el de Antonia no debe perderse, que Hoffmann está sacrificándola y que la ama sólo por su belleza. Con poderes mágicos, el médico dota de vida al retrato de la madre de Antonia, que le habla a la muchacha, y le ordena que cante. Al final, Miracle desaparece en la tierra, el retrato recobra su forma natural y Antonia cae el suelo agonizando.


Trio de Hoffmann, Crespel y Miracle en los Cuentos de Hoffmann





El doctor de Wozzeck

El último de los médicos en la ópera que comentaremos hoy es también un personaje terrible, como terrible es esta ópera de Alban Berg, estrenada en Berlín en 1925. En su primera representación no hubo ni bravos ni interrupciones. El público estaba sobrecogido al ver toda la crudeza de esta tragedia. El médico que aparece en Wozzeck, se dedica a la investigación clínica y quiere alcanzar la fama con sus descubrimientos. A cambio de dinero, Wozzeck acepta someterse a una dieta de legumbres, el doctor asume que ésta le provoca una aberraetio mentalis partialis. El investigador somete al protagonista a toda clase de experimentos en su laboratorio que le provocarán alucinaciones. 


Wozzeck





___________________________________



El metge a l'òpera (II)







Jan Lenica

Alban Berg. Wozzeck
 
(1964)

Cartel impreso sobre papel para la ópera Wozzeck 
1º Premio en la Bienal del Cartel de Varsovia (1966) 



En una altra entrada del bloc revisàvem el paper d'alguns personatges mèdics a les òperes. En aquesta entrada seguirem amb altres exemples.


El metge de Lady Macbeth

Giuseppe Verdi va estrenar l'òpera Macbeth, basada en l'obra de Shakespeare el 1847.

A l'obra, Macbeth i la seva dona, encegats per l'ambició cometen tota mena de crims. Els remordiments fan que Lady Macbeth acabi perdent la raó després de totes les malifetes i morts que van deixant enrere els protagonistes, Macbeth i la seva dona. Passa les nits amb terribles malsons que li provoquen somnambulisme. La seva dama de companyia i el metge la troben en un d'aquests episodis i comenten aquesta trista situació. El que diu Lady Macbeth és una autèntica confessió dels seus crims.


Shirley Verrett: "Una macchia è qui tuttora!" Macbeth, G. Verdi: 





El doctor Grenville

El doctor Grenville és el metge de Violetta Valery, la protagonista de La traviata de Giuseppe Verdi, una òpera que es va estrenar el 1853. El metge i Annina, la criada, acompanyaran a Violetta en els seus últims dies. A l'últim acte, Violetta rep la visita del doctor. Aquesta ho rep amb les següents paraules: Quanta bontà! (Quanta bondat!). El metge li fa algunes preguntes i intenta animar a Violetta, que en un toc d'amarga ironia li diu: Oh, la búgia piadosa i la medici è concessa (La mentida pietosa se'ls permet als metges). Quan Annina li pregunta sobre l'estat de la malalta, el metge li revela la veritat: li queden poques hores de vida.



El doctor Miracle

Un altre exemple de metge a l'òpera és un personatge diabòlic. El trobem a l'òpera Les contes d'Hoffmann de Jacques Offenbach, estrenada a París el 1881. El doctor concretament apareix a l'episodi d'Antònia. Aquest personatge, Antònia, ha heretat una malaltia rara de la seva mare que l’impedeix cantar, ja que si ho fa morirà. El doctor Miracle afirma que un talent com el d'Antonia no s'ha de perdre, que Hoffmann està sacrificant-la i que només l'estima per la seva bellesa. Amb poders màgics, el metge dota de vida el retrat de la mare d'Antònia, que parla a la noia, i li ordena que canti. Al final, Miracle desapareix a la terra, el retrat recobra la seva forma natural i Antònia cau el terra agonitzant.

Trio de Hoffmann, Crespel y Miracle en los Cuentos de Hoffmann





El doctor de Wozzeck

L'últim dels metges a l'òpera que comentarem avui és un personatge terrible, igual de terrible que aquesta òpera d'Alban Berg, estrenada a Berlín el 1925. En la seva primera representació no hi va haver ni lloances ni interrupcions. El públic estava esglaiat en veure tota la cruesa d'aquesta tragèdia. El metge que apareix a Wozzeck, es dedica a la investigació clínica i vol assolir la fama amb els seus descobriments. A canvi de diners, Wozzeck accepta sotmetre's a una dieta de llegums, el doctor assumeix que aquesta li provoca una aberraetio mentalis partialis. L'investigador sotmet el protagonista a tota mena d'experiments al seu laboratori que li provocaran al·lucinacions. 

Wozzeck




domingo, 6 de marzo de 2022

El médico en la ópera (I)

versió catalana | versión española







Eugene Berman

Doctor Bartolo 
(Il barbiere di Siviglia) 

(1953)

Gouache y tinta sobre papel
Metropolitan Opera. Nueva York 



En numerosos libretos de ópera aparece la figura del médico. Ironizado a veces, ridiculizado en otras, también lo encontramos como un referente en las trágicas ocasiones en las que los personajes están al borde de la muerte. En algunas entradas revisaremos algunos de los doctores de las óperas más populares.  

Uno de estos médicos operísticos es el doctor Bartolo. Lo encontramos en Le nozze de Fígaro (Las Bodas de Fígaro), de Wolfgang Amadeus Mozart, sobre un  libreto en italiano de Lorenzo da Ponte, basado en la segunda parte de la trilogía de Beaumarchais sobre el personaje del barbero Fígaro. La ópera se estrenó en Viena en 1786, dirigida por el propio Mozart. Es una de las obras más representadas de toda la historia de la ópera. 

Hay otra ópera posterior basada en el mismo argumento, Il barbiere di Siviglia, de Gioacchino Rossini, que se estrenó en el Teatro Argentina de Roma el 20 de febrero de 1816. Aquí volvemos a encontrar al doctor Bartolo, que de este modo se convierte en un médico que interviene no en una sino en dos óperas.  



Doctor Bartolo de El barbero de Sevilla. 

Bartolo es un doctor engreído que se cree un gran médico. Le gustan las chicas jóvenes. De hecho es el preceptor de Rosina, con quien intentará casarse, en parte prendado de sus encantos y en parte porque codicia su dote. Sin embargo no consigue desbancar a otro pretendiente, el conde de Almaviva, al que prefiere la bella muchacha. El Doctor Bartolo es víctima de muchos engaños y es un personaje bufo que se ha ironizado con frecuencia. 

El aria de este personaje es para un bajo bufo que debe dominar el canto silabato y lleva por título A un dottor della mia sorte:  


Alessandro Corbelli en "A un dottor della mia sorte": 




Stefano de Peppo en la venganza del Dr. Bartolo en "Le nozze di Fígaro"  (2019)






Otro de los "doctores" más conocidos entre los personajes de ópera bufa es el doctor Dulcamara de la ópera L'elisir d'amore de Gaetano Donizetti, sobre un libreto de Felice Romani. Se estrenó en el Teatro della Canobbiana de Milán el 12 de mayo de 1832 y es una de las óperas más frecuentemente interpretadas de todas las de Donizetti.  



Giuseppe Frezzolini (1789-1861) como
Dr Dulcamara en 
en el estreno de 
L'elisir d'amore  

Dulcamara, más que un médico, es un charlatán embaucador que vende un pretendido filtro de amor, como una panacea y que en realidad está falsificado con vino de Burdeos. Según su engañosa publicidad, su elixir  

“mueve al paralítico, sana al apopléjico, al asmático, al asfixiado, al histérico, al diabético, restablece el tímpano, robustece al raquítico y hasta cura el dolor de hígado, que últimamente está muy de moda”. 

Así llega a un pueblecito italiano donde Nemorino, un joven campesino (que no sabe que va a convertirse en un rico heredero) invierte todo su dinero para comprarlo, intentando conseguir el amor de Adina, de quien está enamorado. Para evitar reclamaciones el astuto "doctor" lo engaña asegurando que el brebaje no tendrá efecto hasta el día siguiente. 

Tras muchas peripecias, Nemorino no se da cuenta que las mujeres lo persiguen porque saben que se ha convertido por herencia en un rico propietario. Pero Nemorino, que lo desconoce cree que es el efecto del brebaje de Dulcamara. 

Adina se entera de los esfuerzos realizados por el joven para conseguirla y deshace su compromiso anterior. Dulcamara afirma que es un efecto del elixir y lo sigue vendiendo con éxito, alabándose como un grande de la Medicina.

En otra ópera de Donizetti encontramos a otro galeno operístico, el Doctor Malatesta, médico de Don Pasquale da Corneto. Es esta la última ópera importante de este autor estrenada en París en 1843. 

La ópera, con referencias a la Commedia dell'Arte cuenta la historia de Don Pasquale que le pide al médico le consiga una esposa para su sobrino Ernesto. Pero éste no necesita consejo porque está enamorado de Norina, una muchacha sin fortuna. Pasquale siente un gran “ardor”, pese a su avanzada edad, un arquetipo en la historia de la ópera: el viejo loco de amor, atraído por una mujer más joven. El Doctor Maltesta le recomienda un “tratamiento rejuvenecedor”, que consiste en buscar una esposa y lo engaña presentándole a su “hermana”, que finalmente le quita el dinero a Don Pasquale y logra que se arrepienta. 



Doctor Balnardus und Pandolfo aus der Opera buffa "Der Tollkopf" (Mehul: L' irato ou L'emporté), Berlin 1804; aus: A. W. Iffland (Hrsg.). "Kostüme auf dem Kön: National-Theater in Berlin". Berlin, Wittich 1805-1812


Entre los médicos que podemos encontrar en la ópera podemos recordar el Dr. Cajus en Falstaff, de Verdi; el Maestro Spinellochio, il dottore en Gianni Schicchi, de Puccini; el falso doctor que interpreta Despina en Cosi Fan Tutte, de Mozart, y muchos otros, a los que dedicaré otra entrada del blog. 


Duetto Pasquale y Dr. Malatesta (Don Pasquale): 




Luciano Pavarotti en "Una furtiva lacrima"



___________________________________


El metge a l'òpera (I)






Eugene Berman

Doctor Bartolo 
(Il barbiere di Siviglia) 

(1953)

Gouache y tinta sobre papel
Metropolitan Opera. Nueva York 




A nombrosos llibrets d'òpera apareix la figura del metge. De vegades ironitzat, en altres ridiculitzat, també el trobem com un referent en situacions tràgiques en què els personatges estan a punt de morir. Revisarem alguns dels doctors de les òperes més populars en diferents entrades. 

Un dels metges operístics és el doctor Bartolo. El trobem a Le nozze de Fígaro (Les Noces de Fígaro), de Wolfgang Amadeus Mozart, sobre un llibret en italià de Lorenzo da Ponte, basat en la segona part de la trilogia de Beaumarchais sobre el personatge del barber Fígaro. L'òpera es va estrenar a Viena el 1786, dirigida pel mateix Mozart. És una de les obres més representades de tota la història de l’òpera.

Hi ha una altra òpera posterior basada en el mateix argument, Il barbiere di Siviglia, de Gioacchino Rossini, que es va estrenar al Teatre Argentina de Roma el 20 de febrer de 1816. Aquí tornem a trobar el doctor Bartolo, que es converteix en un metge que intervé no només en una sinó en dues òperes.



Doctor Bartolo de El barbero de Sevilla. 



Bartolo és un doctor pedant que es creu un gran metge. Li agraden les noies joves. De fet és el preceptor de Rosina, amb qui intentarà casar-se, en part enamorat dels seus encants i en part perquè cobeja el seu dot. No aconsegueix però, desbancar el comte d'Almaviva, un altre pretendent a qui la bella noia prefereix. El Doctor Bartolo és víctima de molts enganys i és un personatge bufó que s'ha ironitzat amb freqüència.

L'ària d'aquest personatge és per a un bufó baix que ha de dominar el canto silabato i porta per títol A un dottor della mia sorte:

Alessandro Corbelli en "A un dottor della mia sorte": 



Stefano de Peppo en la venganza del Dr. Bartolo en "Le nozze di Fígaro"  (2019)





Un altre dels "doctors" més coneguts entre els personatges d'òpera bufa és el doctor Dulcamara de l'òpera L'elisir d'amore de Gaetano Donizetti, sobre un llibret de Felice Romani. Es va estrenar al Teatre della Canobbiana de Milà el 12 de maig de 1832 i és una de les òperes més interpretades de totes les de Donizetti.


Giuseppe Frezzolini (1789-1861) com a
Dr Dulcamara a l'estrena 
de 
L'elisir d'amore  


Dulcamara, més que un metge, és un xerraire entabanador que ven un pretès filtre d'amor, com una panacea i que en realitat està falsificat amb vi de Bordeus. Segons la seva publicitat enganyosa, el seu elixir 
"mou al paralític, sana a l'apoplèctic, a l'asmàtic, a l'asfixiat, a l'histèric, al diabètic, restableix el timpà, enforteix el raquític i fins i tot cura el mal de fetge, que darrerament està molt de moda".
Arriba així a un poblet italià on Nemorino, un jove pagès (que no sap que es convertirà en un ric hereu) inverteix tots els seus diners per comprar-lo, intentant aconseguir l'amor d'Adina, de qui està enamorat. Per evitar reclamacions l'astut "doctor" l'enganya assegurant que el beuratge no tindrà efecte fins al dia següent.

Després de moltes peripècies, Nemorino no s'adona que les dones el persegueixen perquè saben que ha esdevingut un ric propietari per herència. Però Nemorino, que ho desconeix, creu que és l'efecte del beuratge de Dulcamara.

Adina s'assabenta dels esforços realitzats pel jove per aconseguir-la i desfà el compromís anterior. Dulcamara afirma que és un efecte de l'elixir i el segueix venent amb èxit, lloant-se talment com una gran figura de la Medicina.

En una altra òpera de Donizetti trobem un altre galè operístic, el Doctor Malatesta, metge de Don Pasquale da Corneto. És tracta de la darrera òpera important d'aquest autor, estrenada a París el 1843.

L'òpera, amb referències a la Commedia dell'Arte explica la història de Don Pasquale que demana al metge li aconsegueixi una esposa per al seu nebot Ernesto. Però aquest no necessita consell perquè està enamorat de Norina, una noia sense fortuna. Pasquale sent un gran “ardor”, malgrat la seva edat avançada, un arquetip en la història de l'òpera: el vell boig d'amor, atret per una dona més jove. El Doctor Malatesta li recomana un “tractament rejovenidor”, que consisteix a buscar una esposa i l'enganya presentant-li a la seva “germana”, que finalment treu els diners a Don Pasquale i aconsegueix que se'n penedeixi.



Doctor Balnardus i Pandolfo a l'Opera bufa "Der Tollkopf" (L' irato o L'emporté), Berlin 1804. Teatre Nacional, Berlin

Entre els metges que trobem a l'òpera podem recordar el Dr. Cajus a Falstaff, de Verdi; el Mestre Spinellochio, el metge de Gianni Schicchi, de Puccini; el fals doctor que interpreta Despina a Cosi Fan Tutte, de Mozart, i molts altres, a qui dedicaré una altra entrada del bloc.


Duetto Pasquale y Dr. Malatesta (Don Pasquale): 


Luciano Pavarotti en "Una furtiva lacrima"