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jueves, 27 de agosto de 2020

Del arlequín a la ictiosis (I)

L`arlequin delaware Barcelona de Pablo Picasso (1881-1973, Spain) | |  WahooArt.com




Pablo Picasso 

Arlequín de Barcelona

(1917)

Óleo sobre lienzo 116 x 90 cm
Museu Picasso. Barcelona.   




Una de las pinturas más destacadas del museu Picasso de Barcelona es este soberbio cuadro de un arlequín, que Picasso pintó en 1917. En realidad, se trata de un retrato, ya que el joven rubio que aparece en actitud melancólica vestido con rombos azules, verdes y rosa salmón que aparece en la pintura es Léonide Massine, el coreógrafo y primer bailarín de la compañía de ballet de Diáguilev, que se había convertido en un buen amigo de Picasso en Roma. 


Paulo vestido de Arlequín | Museo Picasso Málaga
Pablo Picasso: Pablo vestido de arlequín (1924) 

Picasso ejecutó este retrato con un estilo figurativo, casi rozando el academicismo, en un momento en el que pintor combinaba las obras cubistas con otras más clásicas, que eran muy apreciadas por el público de la ciudad condal. El cuadro participó en la Exposició d’Art celebrada en la Barcelona en 1919, y a continuación el propio Picasso lo donó a la ciudad. Una muestra del gran afecto que el pintor profesó por la capital catalana durante toda su vida. Cuando en 1963 se inauguró el Museu Picasso de Barcelona fue uno de los primeros cuadros de la colección del museo.  

La iconografía del arlequín, es recurrente en la obra de Picasso, sobre todo durante la época rosa. Representó muchos de ellos, e incluso realizó un retrato de su hijo Pablo vestido de arlequín (1924). 



Arlequín - Wikipedia, la enciclopedia libre
Nicolás Bonnart: Recueil des modes de la cour de France (c.1680).

Este leit-motiv del arlequín no es una temática exclusiva de Picasso, sino que lo podemos encontrar en otros pintores, especialmente en los años comprendidos entre 1880 y 1925. Algunos ejemplos pueden ser obras de Edgar Degas, Paul Cézanne, Juan Gris o Celso Lagar.

El personaje de Arlequín (Arlecchino en italiano) es uno de los más populares de la Commedia dell'Arte, que apareció en Italia en el s. XVI, aunque el origen del personaje se remonta a la Edad Media. En las sencillas tramas de la «commedia» aparece como un compañero habitual del astuto Brighella y la pícara Colombina, formando el grupo más popular de los «zannni» (criados).


Edgar Degas: Arlequín y Colombina (detalle) Galería Belvedere. Viena. 

La personalidad de Arlecchino es camaleónica y desconcertante: es astuto y necio a la vez, intrigante e indolente, sensual y grosero, brutal y cruel, ingenuo y pobre de solemnidad, como describe su propio vestido, mil veces remendado y parcheado, que con el tiempo fue tomando un aspecto de cuadrícula romboidal  que llegó a ser su principal atributo. Lleva una máscara negra y puede ejecutar saltos y acrobacias continuas, por lo que su personaje también fue muy representado en los circos. Arlequín representa a un criado tragón y tonto, pendenciero y mujeriego, pero que muestra sentimientos muy humanos de tristeza ante las humillaciones, miedo al hambre, y el siempre deseado amor de Colombina. Un personaje en suma que caricaturiza la naturaleza humana y muestra una gran capacidad de supervivencia.  

Paul Cézanne: Arlequín. National Gallery of Art. Washington 

La influencia del personaje de Arlequín ha dejado huella también en el lenguaje, generando el término "arlequinado", con el que se designa cualquier estética visual compuesta de rombos de distintos colores. También el término "arlequinesco", que se considera como sinónimo de payaso, bufón, gracioso, bromista, burlón, etc. 

En Medicina la palabra arlequín sirvió para designar una forma de ictiosis grave, como veremos en otra entrada del blog


Celso Lagar. Arlequín con guitarra. 

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