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miércoles, 15 de abril de 2020

Noli me tangere,

Correggio Noli Me Tangere.jpg




Correggio

Noli me tangere 
(1525)

Óleo sobre lienzo 130 x 103 cm
Museo del Prado. Madrid





Antonio Allegri da Correggio (1489-1534), más conocido como Correggio por su lugar de nacimiento, fue un pintor italiano del Renacimiento, que se encuadró en la escuela de Parma  que se desarrolló en la corte de los Farnesio en el apogeo del Manierismo italiano. 

La escena del cuadro, de acentuado patetismo, se refiere a la aparición de Cristo resucitado a María Magdalena. Son destacables los pliegues del ropaje y la postura de Jesús, con los pies cruzados como para evitar todo contacto con la Magdalena. Es el momento en el que según el evangelio de San Juan (20, 17) atribuye a Cristo la frase "Noli me tangere" ("no me toques"):  
«No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»
Resultado de imagen de noli me tangere fra angelico
Fra Angelico: Noli me tangere. Fresco del convento de San Marco. Florencia



La escena fue representada por muchos otros artistas, dando lugar a una iconografía clásica que ya encontramos en los frescos de Fra Angelico en el convento de San Marco de Florencia. 

Esta expresión latina, Noli me tangerefue usada también antaño por la Medicina como un sinónimo de cáncer durante más de mil años. Era un eufemismo como el que todavía hoy puede verse en algunas notas necrológicas: "fallecido de una larga y dolorosa enfermedad". El nombre de cáncer siempre ha asustado y se ha recurrido frecuentemente a expresiones y circunloquios que evitaran su pronunciación. 

En la Edad Media se usaba para las lesiones de úlceras malignas que sufrían una lenta y progresiva extensión. Un tratado del s. XIII reserva este nombre para las lesiones malignas de lenta evolución: 
Plus corrodit cancer in uno die quam noli-me-tangere in uno mensa
(corroe más el cáncer en un día que el noli-me-tangere en un mes) 
Probablemente bajo este nombre se agrupaban además del cáncer, lesiones ulcerosas y corrosivas de diversa naturaleza, como el lupus tubberculoso, por ejemplo. Los médicos consideraban que eran lesiones incurables, que no se podían solucionar ni con cirugía ni con cauterios, por el peligro de empeorar su malignidad. Encontramos esta denominación en la Chirurgia Magna de Guy de Chauliac y muchos otros tratados clásicos. Este apelativo es también usado por Ambroise Paré en su Traité des tumeurs (1583):  
"Algunos llaman a estos cánceres Noli me tangere, es decir, No me toques, ya que me puedo convertir en algo más maligno y furioso" 
También Houppeville da este nombre a ciertas formas de cáncer de mama. En su obra La guérisson du cancer du sein (1693), comenta: 
"La idea de cáncer es una idea terrible. Los términos de Noli me tangere, carcinoma y cáncer, causan horror"
También encontramos referencias en el libro de Pierre de Dionis Cours d'opérations de chirurgie, publicado en 1708 donde encontramos este párrafo: 
"El cáncer se llama también Noli me tangere, ya que si se toca se le irrita y puede aumentar su agresividad". 

Tratamiento del carcinoma basocelular facial (Noli me tangere)
“The Medical times and gazette. J. & A. Churchill, London, 1860” 



A partir del siglo XVIII la locución latina se reservó especialmente a carcinomas de los párpados. En general eran tumores de difícil resolución y de muy mal pronóstico. En 1755 Jacques Daviel en una comunicación a la Royal Society de Londres, comentaba que algunos casos de Noli me tangere de la región palpebral podrían resolverse con una excisión quirúrgica amplia. Uno de los casos aportados por Daviel, había evolucionado durante 23 años, por lo que seguramente debía tratarse de un carcinoma basocelular ulcerado, ya que si hubiera sido un carcinoma espinocelular o un melanoma hubiera producido metástasis. Otros autores describen carcinomas basocelulares con este nombre: Arthur Jacob (1827), Benjamin Travers (1828),  William Mackenzie (1830), John Warren Collins (1837). 

El nombre de Jacob también se vinculó a este tipo de tumores: 
"El carcinoma basocelular se conoce con muchos nombres. Fue conocido durante muchos años como la úlcera de Jacob. Otros términos utilizados incluyen: úlcera chancroide, ulcus exedens, cáncer de piel benigno, ulcus rodens, epitelioma de células basales y noli me tangere (no me toques)"

Tal vez la mayor aportación de este tipo de lesiones fue la de Jonathan Hutchinson que publicó en 1860 una serie de 42 casos a los que ya les da otro nombre, el de "ulcus rodens", en una referencia a que es una úlcera que roe progresivamente todos los tejidos circundantes, devorando todo aquello que encuentra. Hutchinson las distinguió clínicamente del lupus y de las lesiones de sífilis terciaria. 

En 1867 Charles Moore publicó un libro "Rodent Cancer" en el que precisó todavía más la descripción clínica de las formas más destructivas de estos tumores.    

En estos tiempos de confinamiento y cuarentena, la expresión "Noli me tangere" podria aplicarse también a evitar contactos personales, que podrían resultar infectantes. Aunque esto ya es otra historia...



Bibliografía 

Bennett, JP. From Noli-me-tangere to rodent ulcer: The recognition of Basal-Cell Carcinoma.  British Journal of Plastic Sugery, 27: 144-54 (1974) 

Crissey JT, Parish LC. Dermatology in the nineteen century. New York, Praeger, 1981. 

Gros, D. «Ne me touche pas», cet autre nom du cancer. Oncologie 7, 593–596 (2005). https://doi.org/10.1007/s10269-005-0294-x

Sierra X. Historia de la Dermatología. Barcelona, Mra, 1994. 

Tilles G. La naissance de la Dermatologie. Paris, Ed Roger Dacosta, 1989.

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