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jueves, 9 de enero de 2020

Un Niño Jesús juguetón, con collar protector







Virgen coronada con Niño 


Escultura de piedra destinada a la tumba del 
obispo Bernat de Pau. 
Museu de la catedral. Girona 



En el Museo de la catedral de Girona hay unas figuras de piedra que destacan por su naturalismo y por el sentimiento que transmiten. Estaban destinadas a formar parte de la tumba del obispo Bernat de Pau, y algunas de ellas tienen un carácter funerario: religiosas y burgueses que asisten apenados al sepelio del obispo, con triste semblante. Los detalles de la indumentaria son destacables. Algunos de ellos sostienen libros o devocionarios en los que pueden verse todas sus páginas esculpidas en piedra. La imagen del obispo orante es también destacable. Arrodillado en un reclinatorio, lleva consigo abundantes anillos y joyas que dejan clara su alto rango eclesiástico y su poder terrenal.  

La visión completa de la estatua,
con la Virgen coronada y el Niño. 
Pero vamos a centrarnos en otra de las estatuas del conjunto. Se trata de una Virgen coronada, sedente y ataviada con un rico manto. Contempla con cara paciente a su Hijo, que se muestra algo inquieto en el regazo materno. 

El Niño, efectivamente, muestra ya un naturalismo que es propio de la transición del estilo gótico al renacentista. Las figuras se liberan del rígido hieratismo medieval y comienzan a aparecer con gestos expresivos y espontáneos. 

El Niño, en este caso muestra ganas de moverse, tal vez de liberarse por un instante de la tutela de su Madre para ir a jugar, como suelen hacer los niños. Algo impensable para los rígidos cánones góticos, pero que el Renacimiento, ya inminente, humanizará plenamente. 

El Niño Jesús -que por cierto aparece casi con facciones de adulto- está totalmente desnudo. Solamente un collar de cuentas aparece en su cuello. Un collar que se remata en un medallón algo más grande. Pero ¿qué significado puede tener este collar? ¿meramente decorativo? ¿o tenía alguna finalidad?

Imagen relacionada
Francesco di Stefano: La Virgen con el Niño. 
En mi opinión se trata de un collar de cuentas de coral. Naturalmente, la escultura no está policromada y no podemos ver el color rojo característico del coral. Pero era un amuleto infantil muy frecuente en los s. XIV al XVI. Y podemos ver colgantes de coral o collares de cuentas de este material alrededor de cuellos infantiles representados en múltiples pinturas de la época. 

Se atribuía al coral virtudes protectoras y de prevención de enfermedades, especialmente en las parturientas o en los niños. Se ha encontrado un abalorio de cuentas de coral en el sepulcro de la reina Blanca de Anjou, en el monasterio de Santes Creus. La reina murió en su décimo parto. Era consciente del gran peligro que suponía parir en aquel tiempo, y probablemente llevaba consigo el coral como talismán protector. Aunque al parecer no le fue de gran ayuda, lo llevó también consigo a la tumba. 

Incluso en épocas más avanzadas como en 1619, encontramos un dibujo que Rubens realizó de su hijo Nicholaas llevando un collar de coral protector en el cuello. 


P.P. Rubens: Nicholaas Rubens con collar de coral (1619). Albertina, Viena. 


Se consideraba que el coral protegía a los niños de las temidas enfermedades infantiles. En aquel momento, la mortalidad infantil era altísima, y muchos niños no conseguían llegar a la edad adulta, por lo que casi todos solían llevar alguna joya o abalorio de coral, en la creencia de que podían conjurar así a las temidas y mortíferas enfermedades. 

Un detalle de la Virgen con el Niño de Pontós,
en el Museu d'Art de Girona. El amuleto que
lleva al cuello es una rama de coral, en este
caso muy evidente, con restos de policromía
roja
Por cierto que a poca distancia del Museo de la Catedral está el Museu d'Art de Girona. Allí encontramos otra imagen de una Virgen con el Niño, en alabastro policromado, que procede de Pontós (Alt Empordà) y data del s. XV. En este caso, el Niño lleva también un abalorio de coral al cuello. La estructura ramificada del colgante y las trazas de pigmento rojo que todavía conserva, no dejan en este caso lugar a dudas de que se trata de una rama de coral rojo. 

Por eso creo probable que lo que el Niño Jesús de Girona lleva alrededor del cuello es un abalorio de coral, como solían hacer los niños de los siglos XIV al XVI, e incluso algo más allá. No deja de tener un cierto contrasentido el hecho de que el Hijo de Dios necesitara de amuletos protectores, pero la costumbre de la época primó en este caso sobre otras consideraciones teológicas. Toda una declaración sobre la humanidad de Jesús. 

Piero della Francesca: Madonna di Senigallia (1470-1485)

   





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