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jueves, 10 de octubre de 2019

Tomás Carrera, un precursor de la Dermatología: (VI) Valoración de su obra




Daniel Turner

De morbis cutaneis.
A Treatise of Diseases 
incident to the Skin. 
 (1714)

Londres




No hay muchos libros de enfermedades cutáneas anteriores al de Tomás Carrera. Tal vez el único destacado sea el  de Daniel Turner, que fue publicado en Londres apenas unas décadas antes (1714). Turner no era médico, sino cirujano, que entonces no se aceptaban entre los médicos, sino que formaban un gremio aparte, el de los cirujanos-barberos. Por eso no escribió en latín, sino en un inglés llano y comprensible y su visión está más basada en la propia experiencia que en citas eruditas, lo que hace que sea un libro práctico y moderno. Es muy posible que Carrera conociera esta obra ya que fue publicada en Francia y traducida al francés en 1743.

Pero en cambio el libro del catalàn hace unos interesantes intentos de explicaciones fisiopatológicas. Frecuentemente se basan en la teoría humoral, que era la hegemónica en aquel momento, aunque en muchos casos también se enriquecen con observaciones personales propias.

Tienen gran interés las fórmulas magistrales que nos presentan una amplia visión de la farmacopea de su tiempo. A pesar de su pintoresquismo hemos encontrado algunos indicios de una posible actuación real de ciertos componentes. Fiel a la escuela de Montpellier, que destacó por el uso terapéutico de las plantas, el perpiñanés demuestra amplios conocimientos botánicos y de fitoterapia.

Como otros autores proto-dermatológicos, Carrera no alude a ninguna lesión elemental ni hace ningún intento clasificatorio. El orden de las enfermedades comentadas es bastante arbitrario. Aunque hemos de decir que al comentar cada una de las enfermedades sigue un riguroso orden: definición, causas, síntomas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento. Esta sistemática, didáctica y cercana a los modernos textos anticipa ya el método científico.

La obra que nos ocupa, como los otros textos similares del s. XVIII sitúa las enfermedades de la piel entre las afecciones básicamente quirúrgicas. Y prepara ya el advenimiento de la Dermatología científica que eclosionará a finales de este siglo, influyendo especialmente en la obra de Alibert. 

En definitiva, creemos que es un deber de justicia reivindicar el tratado de Tomàs Carrera como una precoz aportación a la Dermatología, escrita a mediados del s. XVIII por un médico catalán, cuya obra no debe caer en el olvido. 


Serie sobre la obra de Tomás Carrera: 

Ingreso en la Real Academia de Medicina de Catalunya

Biografía de Tomás Carrera

El Tratado. Los flemones. 



 médico catalán que no hemos de dejar caer en el olvido. 

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