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lunes, 24 de septiembre de 2018

Pitágoras y el favismo





Pitágoras de Samos

Busto de mármol
Museos Capitolinos. Roma.



Pitágoras de Samos (580 a.C.-495 a.C.) fue un filósofo y matemático griego que se conoce sobre todo por el teorema que lleva su nombre. Tras viajar por Grecia y Egipto se estableció en la parte sur de la Península Itálica, lo que en aquel momento se conocía como la Magna Grecia, para fundar una escuela filosófica en Crotona (actual Calabria). 

Pitágoras y sus discípulos, los pitagóricos, seguían una serie de normas, ya que su filosofía se basaba en una higiene de vida. Respetaban el equilibrio entre trabajo y reposo; practicaban ejercicio físico; vestían de lino blanco; mantenían una estricta limpieza corporal... También daban una gran importancia a la alimentación del cuerpo y se sometían a determinadas restricciones alimentarias. 


Fyodor Bronnikov: Himno al sol naciente
(Grupo de pitagóricos celebrando la salida del sol) 

Los pitagóricos comían frugalmente, con poca variación de alimentos, que se basaba sobre todo en alimentos vegetales crudos o poco cocinados. El régimen propuesto por Pitágoras estaba compuesto de cereales (especialmente en forma de pan, tortas o gachas), verduras, legumbres y frutas, a lo que se podía añadir algo de queso de cabra y miel. La carne y el pescado se podían consumir esporádicamente y con moderación. A pesar de este régimen casi vegetariano, uno de los alimentos que Pitágoras prohibía especialmente eran las habas. 

Las habas eran en aquel momento las legumbres más consumidas por los pueblos mediterráneos. En ausencia de los garbanzos, introducidos por los árabes en la Edad Media y de las judías, de procedencia americana eran junto con las lentejas, las legumbres más populares. La aversión del filósofo por las habas se originó probablemente porque muchas personas de la cuenca mediterránea padecían una intolerancia al consumo de habas: el favismo.

  
Las habas (Vicia faba) en una lámina botánica antigua 

El favismo es una enfermedad genética, que produce un déficit de una enzima de los glóbulos rojos, la glucosa 6 fosfato deshidrogenasa (G6PDH).  Este déficit provoca que la ingestión de una serie de sustancias, que son inocuas para la población general, sea tóxica al producir hemólisis. El alimento que con más frecuencia desencadena las crisis son las habas (Vicia fava); de ahí su nombre. Las habas contienen compuestos altamente oxidantes como la vicina. Los glóbulos rojos al carecer de G6PDH no tienen poder reductor y se lisan (hemólisis, que produce anemia hemolítica). La destrucción acelerada por el bazo de los glóbulos rojos puede producir ictericia, orina oscura, malestar, fiebre, vértigo y vómitos. En algunos casos estas crisis pueden llegar a ser mortales, aunque en la mayoría de los casos los pacientes aprenden empíricamente a eliminar de su dieta las habas y otros alimentos conflictivos y así eluden el problema. Aunque a veces por el simple hecho de pasar por un campo de habas puede desencadenarse la crisis. 

Algunos medicamentos con efecto oxidante pueden provocar también los mismos efectos (Aspirina, quinolonas, antimaláricos, sulfonamidas, antiinflamatorios no esteroideos...).  

La prohibición de comer habas de los pitagóricos probablemente estaba motivada por la alta incidencia de esta enfermedad en la cuenca mediterránea (o incluso porque Pitágoras mismo estaba afecto de ella). Y es que el filósofo matemático debía ser muy buen observador. Aunque él afirmaba que las habas no se debían comer porque contenían las almas de los muertos. 

Pitágoras, además, quiso transformar la sociedad civil de Crotona, propugnando la creación de la república perfecta según sus ideas. Pero sus normas no debieron gustar mucho a los ciudadanos de Crotona, que se amotinaron contra el filósofo. Pitágoras huyó de noche y llegó corriendo hasta un campo sembrado de habas. Si se hubiese echado entre las matas de habas posiblemente se habría zafado de sus enemigos, pero era tanto su rechazo a esta leguminosa que no quiso hacerlo. Sus perseguidores lo atraparon allí mismo y le dieron muerte. Entre las habas que tanto había querido evitar. Ironías del destino. 


Bibliografía

Navarro FA y Zárate JR. Pitágoras y el favismo. Blog Laboratorio del lenguaje 
https://medicablogs.diariomedico.com/laboratorio/2011/04/27/de-donde-vienen-6/

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