Nelson Shanks
Retrato oficial del presidente Bill Clinton (2005)
Óleo sobre lienzo
Smithsonian National Portrait Gallery Washington |
Nelson Shanks (1937-2015) fue un pintor estadounidense, especializado en retratos de personajes ilustres, entre los que podemos recordar el de Luciano Pavarotti, Mstislav Rostropovich, Diana de Gales, Margaret Thatcher, el papa Juan Pablo II y varios presidentes de los EEUU. Hoy aportamos aquí los retratos oficiales de Clinton y Reagan, sobre los que tratará el artículo de hoy.
En un artículo anterior nos referíamos a John F. Kennedy, (1917-1963) presidente de los EEUU de 1961 a 1963, que sufría síndrome de Addison. También nos referimos en otra ocasión al probable melanoma del presidente Roosevelt. Hoy vamos a comentar los casos de otros presidentes de este país, que presentaron carcinomas basocelulares, un frecuente tipo de cáncer cutáneo. Un diagnóstico cada vez más común, ya que cada año se diagnostican cerca de un millón de casos en los EEUU. La exposición solar en personas de fototipos claros es la causa más frecuente de este tipo de tumor.
El presidente Bill Clinton, por ejemplo, que ocupó la presidencia entre 1993 a 2001. De tez clara y con un fototipo I-II presentó una lesión en la espalda que experimentaba un cierto crecimiento. La lesión, de apariencia plana, fue hallada durante un examen médico al que el presidente de EEUU se sometió en el Hospital Naval de Bethesda (Maryland, en las afueras de Washington) en 2001, cuando él tenía 55 años. La histopatología de la lesión confirmó el diagnóstico clínico, demostrando que se trataba de un carcinoma basocelular.
A Clinton, por otra parte ya le habían tratado previamente diversas lesiones precancerosas (queratosis actínicas) aunque ninguna había llegado a ser propiamente un carcinoma.
Clinton no fue el único presidente norteamericano que ha presentado este tipo de patología. Un antecesor suyo, Ronald Reagan (1911-2004) que presidió el país entre 1981 y 1989 fue sometido en julio de 1985 a la extirpación de una lesión en el dorso de la nariz. Esto creó una cierta expectación ya que el presidente, que entonces tenía 74 años, había sido intervenido hacía poco tiempo de un cáncer de colon. Su lesión cutánea resultó ser un carcinoma basocelular.
El carcinoma basocelular es una patología muy frecuente en la raza blanca y el tumor maligno más habitual en la especie humana, aunque también el de mejor pronóstico, siempre que se diagnostique precozmente. Suele localizarse en la cara, en personas expuestas habitualmente al sol, especialmente de fototipos claros. Comienza como una ligera sobreelevación de la piel en la que se distinguen algunas pequeñas formaciones globulares a modo de "perlas", así como unas finas ramificaciones vasculares (telangiectasias). En su centro es habitual la formación de una costra o escama, que se desprende con facilidad, volviéndose a formar posteriormente. Su evolución es lenta y permite su precoz identificación si se acude a tiempo al dermatólogo. De todas formas si se neglige su tratamiento puede llegar a ocasionar graves ulceraciones, que pueden destruir los tejidos de alrededor. Desde un punto de vista biológico es un cáncer auténtico, ya que las células que lo componen presentan alteraciones nucleares indiscutiblemente cancerosas, aunque le falta una de las características mas temidas de los tumores malignos: la posibilidad de diseminación a distancia (metástasis).
Una hija de Reagan, Maureen Reagan, falleció en 2001 a los 60 años de edad, a causa de un melanoma, tras luchar durante cinco años con esta enfermedad, de pronóstico mucho más infausto que el carcinoma basocelular.
En un artículo anterior nos referíamos a John F. Kennedy, (1917-1963) presidente de los EEUU de 1961 a 1963, que sufría síndrome de Addison. También nos referimos en otra ocasión al probable melanoma del presidente Roosevelt. Hoy vamos a comentar los casos de otros presidentes de este país, que presentaron carcinomas basocelulares, un frecuente tipo de cáncer cutáneo. Un diagnóstico cada vez más común, ya que cada año se diagnostican cerca de un millón de casos en los EEUU. La exposición solar en personas de fototipos claros es la causa más frecuente de este tipo de tumor.
El presidente Bill Clinton, por ejemplo, que ocupó la presidencia entre 1993 a 2001. De tez clara y con un fototipo I-II presentó una lesión en la espalda que experimentaba un cierto crecimiento. La lesión, de apariencia plana, fue hallada durante un examen médico al que el presidente de EEUU se sometió en el Hospital Naval de Bethesda (Maryland, en las afueras de Washington) en 2001, cuando él tenía 55 años. La histopatología de la lesión confirmó el diagnóstico clínico, demostrando que se trataba de un carcinoma basocelular.
A Clinton, por otra parte ya le habían tratado previamente diversas lesiones precancerosas (queratosis actínicas) aunque ninguna había llegado a ser propiamente un carcinoma.
Nelson Shanks: Ronald Reagan |
El carcinoma basocelular es una patología muy frecuente en la raza blanca y el tumor maligno más habitual en la especie humana, aunque también el de mejor pronóstico, siempre que se diagnostique precozmente. Suele localizarse en la cara, en personas expuestas habitualmente al sol, especialmente de fototipos claros. Comienza como una ligera sobreelevación de la piel en la que se distinguen algunas pequeñas formaciones globulares a modo de "perlas", así como unas finas ramificaciones vasculares (telangiectasias). En su centro es habitual la formación de una costra o escama, que se desprende con facilidad, volviéndose a formar posteriormente. Su evolución es lenta y permite su precoz identificación si se acude a tiempo al dermatólogo. De todas formas si se neglige su tratamiento puede llegar a ocasionar graves ulceraciones, que pueden destruir los tejidos de alrededor. Desde un punto de vista biológico es un cáncer auténtico, ya que las células que lo componen presentan alteraciones nucleares indiscutiblemente cancerosas, aunque le falta una de las características mas temidas de los tumores malignos: la posibilidad de diseminación a distancia (metástasis).
Una hija de Reagan, Maureen Reagan, falleció en 2001 a los 60 años de edad, a causa de un melanoma, tras luchar durante cinco años con esta enfermedad, de pronóstico mucho más infausto que el carcinoma basocelular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario