John Aderne Enfermo de balanitis (s. XIV) Miniatura ilustrativa, al margen del texto |
John Arderne (1307-1392) fue un cirujano inglés, considerado uno de los padres de la cirugía de su país, que alcanzó justa fama por realizar curas muy efectivas. De hecho, muchos de sus tratamientos están todavía en uso, con escasas modificaciones. Arderne recomendaba el uso del opio como somnífero y anestésico, lo que le permitía realizar interveciones quirúrgicas de cierta importancia.
Participó como cirujano militar en la Guerra de los 100 años y en el sitio de Algeciras (1342-1344), la primera batalla en la que se usó la pólvora en Europa. Allí tomó notas y apuntes que le ayudaron a redactar sus publicaciones médicas. Son especialmente destacadas sus descripciones de las fístulas anales.
En una ilustración de uno de los manuscritos de las obras de Arderne encontramos esta gráfica representación de una balanitis. La balanitis es la inflamación del glande del pene, generalmente ocasionada por hongos del género Candida sp. aunque también puede estar causada por otros microorganismos.
Las balanitis candidiásicas pueden estar propiciadas por un aumento de humedad o por un incremento de la glucemia en diabéticos. Naturalmente, también puede contraerse tras un contacto sexual con una pareja infectada. Clínicamente se manifiesta por una inflamación de la zona, que aparece roja y brillante. El prepucio también puede afectarse (postitis), apareciendo eritematoso e inflamado y dificultando a veces el abatimiento del prepucio (parafimosis). En muchos casos las lesiones se ven como pequeñas manchitas rojas, de bordes algo descamativos, tal como aparece en la miniatura que aportamos, así como algunas lesiones "satélite" que desbordan los límites de la placa lesional.
Las balanitis candidiásicas pueden estar propiciadas por un aumento de humedad o por un incremento de la glucemia en diabéticos. Naturalmente, también puede contraerse tras un contacto sexual con una pareja infectada. Clínicamente se manifiesta por una inflamación de la zona, que aparece roja y brillante. El prepucio también puede afectarse (postitis), apareciendo eritematoso e inflamado y dificultando a veces el abatimiento del prepucio (parafimosis). En muchos casos las lesiones se ven como pequeñas manchitas rojas, de bordes algo descamativos, tal como aparece en la miniatura que aportamos, así como algunas lesiones "satélite" que desbordan los límites de la placa lesional.
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