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miércoles, 3 de agosto de 2016

La base genética de la depresión








Edvard Munch

  Llorando desnuda 
  (1913)


Óleo sobre lienzo. 110'5 x 135 cm. 
Munch Museum . Oslo.



Llorando desnuda (1913) es una obra maestra del artista expresionista Edvard Munch (1863-1944) en la que refleja de forma vívida la angustia que puede atenazar al ser humano, en uno de los desnudos más impresionantess de la Historia del Arte. Paradójicamente, Much no usa colores apagados ni tristes, sino que logra transmitirnos estos sentimientos a través de una pincelada suelta, de colores vivos e impactantes. La pincelada amplia y de gran recorrido tiene una herencia clara de Cézanne y de Matisse, pero la expresividad es propia de Munch, que representa así lo que sienten muchas personas víctimas de la depresión, una enfermedad de gran incidencia en nuestros días.

La depresión, según la OMS, afecta a 350.000.000 personas en todo el mundo. No se trata de un problema menor y no hay que banalizar sus consecuencias. Entre otras cosas es la principal causa de suicidio. No solamente produce una gran apatía, aislamiento y anhedonia: también puede reflejarse en muchos otros órganos, como por ejemplo, en la piel. Los dermatólogos sabemos que una gran cantidad de problemas dermatológicos tienen como causa, como desencadenante o agravante estados depresivos larvados (prurito psicógeno, neurodermitis, alopecia areata, glosodinia, liquen pilar...) 


Hopper: Habitación de hotel (1931)
Recientemente (1 de agosto de 2016), un amplio estudio publicado en  la revista  Nature Genetics  ha confirmado la influencia de los genes sobre el riesgo de depresión. Un paso importante para comprender mejor el componente biológico de esta enfermedad y ayudar al desarrollo de nuevos tratamientos. 

Hacía tiempo que se sabía que la depresión afectaba con mayor frecuencia a familias predispuestas, pero hasta ahora no se había conseguido identificar 17 variaciones genéticas que influyen sobre el riesgo de padecer un cuadro de depresión mayor, especialmente en la población europea.

Según este estudio, las 17 variaciones genéticas que potencialmente aumentan el riesgo de depresión  están repartidas en 15  regiones del genoma. El vasto trabajo se hizo sobre un grupo de 121.000 personas que declararon haber sido diagnosticadas o tratadas por depresión, y otro grupo de 338.000 individuos que se declararon sin ningún antecedente de depresión. 


Edvard Munch: Melancolía.

Los investigadores usaron los datos procedentes de la sociedad americana de genética  23andMe que vende tests de ADN a particulares para evaluar su riesgo genético de desarrollar ciertas enfermedades. Roy Perlis, del Massachusetts General Hospital (Estados Unidos), profesor de psiquiatría en la Harvard Medical School y coautor de este trabajo sostiene que la identificación de los genes que influyen en el riesgo de sufrir una enfermedad es la primera etapa para la comprensión de la propia enfermedad, y abre la puerta a nuevas estrategias de tratamiento. 


Mediante este análisis se han podido identificar genes del sistema nervioso y genes implicados en el desarrollo del cerebro, así como un gen probablemente asociado a la epilepsia y al déficit intelectual. Para Roy Perlis, encontrar los genes asociados a la depresión debería hacernos considerar definitivamente que se trata de una enfermedad del cerebro, lo que probablemente ayudaría a disminuir la estigmatización social y la marginación que todavía hoy pesa sobre los estados depresivos. 


Bibliografía:  

Craig L HydeMichael W NagleChao TianXing ChenSara A PacigaJens R WendlandJoyce Y TungDavid A HindsRoy H Perlis & Ashley R Winslow
Identification of 15 genetic loci associated with risk of major depression in individuals of European descent doi:10.1038/ng.3623 
(Publicado on line el 1 de agosto de 2016:                                                              http://www.nature.com/ng/journal/vaop/ncurrent/full/ng.3623.html)

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