Páginas

Últimes publicacions

miércoles, 2 de junio de 2021

Kangri cáncer: el cáncer de los braseros.

versió catalana | versión española

 




Kangri pot
(circa1636) 

Recipiente de artesanía popular 
procedente de Cachemira 

Westwern Australian Museum. París.  



La pieza con la que comienza el presente comentario es un kangri, una cesta tradicional de Cachemira, que se usa como un brasero portátil en el riguroso clima de la región. Los Kangris constan de dos partes, una especie de olla de barro y un envoltorio de mimbres con asas. En la olla se depositan brasas encendidas y la canasta de mimbre evita quemarse con el contacto directo con la cerámica, ya que para aprovechar al máximo el calor del brasero, el kangri se lleva bajo los phiren, la capa tradicional de Cachemira, y cerca del cuerpo. 
 


Kangri conteniendo brasas encendidas

El calor generado por los kangri alcanza los 66ºC y se mantiene durante unas 9 horas. Es una fuente popular de calefacción, ya que es económica y portátil. Hay kangris cotidianos y kangris especiales, como el Maharani, usados en bodas y otras ceremonias y fiestas. El uso de kangris está integrado en la vida cotidiana de Cachemira y son fundamentales para importantes rituales que celebran la cultura de Cachemira.

Los kangris se usan en Cachemira desde hace siglos. Los usaba por ejemplo el venerado santo sufí, el jeque Noor-ud-din Wali, que vivió entre 1377 y 1440. Entre sus posesiones más preciadas estaba su propio Charari Kangri, que fue incluido en el ajuar funerario de su tumba. 


Artesano tejiendo los mimbres de la canasta del kangri.



En 1864 el Dr. William Jackson Elmslie llegó a la India como médico, y al mismo tiempo ejercía las funciones de  misionero presbiteriano. En aquel momento, en la India abundaban los casos de enfermedades como el cólera o el paludismo. Pero Elmslie llamó la atención de otra enfermedad que también tenía una alta incidencia: el cáncer. 


William Jackson Elmslie (1832-1872)


Elmslie dejó escritas sus experiencias en un diario, Seedtime in Kashmir, en el que dejó reflejadas sus impresiones con todo detalle. Describe detalladamente los paisajes, las gentes, la extrema pobreza del país. Desde Calcuta, Elmslie llegó al valle de Cachemira el 24 de abril de 1864, vía Lahore (ahora en Pakistán). 

Con ayuda de un catequista local, Qadir Baksh, y el apoyo de la Punjab Medical Mission, el misionero estableció un dispensario médico, que más tarde se convertiría en el Hospital de la Misión de Cachemira. 


Anciana calentándose con un kangri


Pronto le llamó la atención la alta incidencia de carcinomas en la piel de los habitantes de la zona. Había atendido epiteliomas en el abdomen, en el pecho, en el cuello, en las piernas, en los labios. Sorprendido por este fenómeno, en 1866 publicó un artículo en la revista Indian Medical Gazette (IMG) en el que daba cuenta de los más de mil pacientes que había atendido en un año. 

En su artículo, "Etiology of Epithelioma among the Kashmiris.... " comenta: 
“Los cachemires son extremadamente pobres e inactivos, y el clima en diferentes estaciones del año es desagradable y muy frío, Los habitantes del valle tienen la costumbre de llevar consigo, dondequiera que vayan, vasijas de barro, a las que les dan el nombre de Kangris. Estos Kangris son braseros portátiles hechos de arcilla, y generalmente están cubiertos con mimbre, más o menos ornamentados según el precio del artículo (…) cuando el clima es extremadamente frío, tanto hombres como mujeres, mientras van caminando por la calle, llevan el kangri bajo sus holgados vestidos de lana, muy cerca de la piel desnuda del abdomen ... "
Elmslie relacionó la incidencia de cáncer cutáneo con el uso de los kangri. El calor que desprendían estos utensilios a escasa distancia del cuerpo producía una injuria térmica continuada que propicia la aparición de células cancerosas. 

El artículo de Elmslin constituye el primer artículo sobre cáncer en la India en el que se relaciona el papel carcinógeno que pueden tener las altas temperaturas en contacto cercano con la piel. 


Enfermedad de Bowen y carcinoma espinoso 
sobre lesiones de eritema ab igne
 (Tomado de Iffat y Peerzada)


Sin embargo, el papel de las temperaturas elevadas sobre la piel no era del todo desconocido. El mismo Elmslie señala que algo parecido podía suceder en Inglaterra o en Italia donde también se usaban braseros portátiles (el scaldino, en Italia, era bastante popular). 


Jean-Nicholas Marjolin 


En 1828, Jean-Nicholas Marjolin (1780-1850) un discípulo del cirujano Guillaume Dupuytren, describió la aparición de úlceras sobre quemaduras antiguas, a las quye llamó ulcer chancroides, aunque no las identificó como cancerosas. Posteriormente, Da Costa, en 1903 dio el nombre de úlceras de Marjolin a los procesos de malignización ulcerados tras varios años de haber sufrido una quemadura en la zona. Actualmente se considera que el cáncer epidermoide originado sobre una antigua quemadura corresponde aproximadamente a 5 % de todos los carcinomas epidermoides.

En 1843, uno de los padres de la Dermatología, Sir Erasmus Wilson describió con el nombre de Ephileis Ignealis la acción del calor próximo, que producía manchas reticuladas (Wilson E. Course of lectures on disease of the skin. Lancet. 1843;2: 853). Con el tiempo el nombre de estas lesiones se cambió por el de Eritema ab igne. Estas lesiones se originan por la radiación infrarroja, cuando la piel está sometida de forma crónica a altas temperaturas, aunque sin llegar a quemarse. 


Sir Erasmus Wilson, según una caricatura del Vanity Fair. 


El calor cercano de los braseros puede producir lesiones de eritema ab igne. La vasodilatación continuada de los vasos superficiales, ocasiona la aparición de unas lesiones eritematosas en forma de red que con el tiempo se pigmentan, adquiriendo un color pardusco. Estas lesiones son conocidas con el nombre popular de cabrillas en Andalucía y en otras regiones. Si la lesión térmica persiste, puede dar lugar a casos de carcinoma espinocelular, como es el caso del kangri-cáncer en Cachemira. 

En Japón se usan unos calentadores ambulantes llamados kairo  (カイロ) o a veces hokkairo (ホッカイロ), que significa "fuego en el bolsillo". Originalmente, a principios del siglo pasado eran unos envoltorios calentadores, con piedras arena o ceniza caliente. Actualmente han dado lugar a parches desechables que gracias a una reacción exotérmica alcanzan durante 12 horas una temperatura de entre 50-60ºC. Se pueden colocar cerca del torso, piernas, tobillos, pero siempre entre la ropa y no en contacto directo con el cuerpo, ya que podría dar lugar a quemaduras o a la aparición de carcinomas a largo plazo como los que se observan con los kangri de Cachemira. 

Xavier Sierra Valentí


Bibliografía

Bhat, A. "Kangri: The fire-pot that keeps Kashmir warm"
Al Jazeera. 14 de enero de 2014. 

Hassan, I. et al. “Histopathological Analysis of the Cutaneous Changes Due to Kangri Use in Kashmiri Population: A Hospital Based Study.” Indian Journal of Dermatology 58 (2013): 188 - 190.

Iffat H, Peerzada S. Kangri: A boon or bane for Kashmiris. Indian Dermatology online Journal 2016; 7: 551-553 
https://www.idoj.in/citation.asp?issn=2229-5178;year=2016;volume=7;issue=6;spage=551;epage=553;aulast=Hassan;aid=IndianDermatolOnlineJ_2016_7_6_551_193907

Kowal-Vern A, Criswell BK. Burn scar neoplasms: a literature review and statistical analysis. Burns 2005;31:403-413.

Manna A. A preacher and the dawn of cancer research in India. Drawing History of science. 
https://drawinghistoryofscience.wordpress.com/2018/08/20/the-journey-begins/






Kashmiri pot keeps you hot




Kashmiri Kangri - An age old-device for keeping warm









Kangri-càncer: el càncer dels brasers




Kangri pot
(circa 1636) 

Recipient de artesania popular 
procedent de Cachemira 

Westwern Australian Museum. París.  




Comencem aquesta nova entrada del blog presentant-vos una peça que és un kangri, una cistella tradicional de Caixmir que s'utilitza com a braser portàtil en el clima rigorós de la regió. Els Kangris consten de dues parts, una mena d'olla de fang i un embolcall de vímets amb nanses. A dins de l'olla s’hi dipositen brases enceses, i la cistella de vímet evita cremar-se amb el contacte directe amb la ceràmica, ja que per aprofitar al màxim la calor del braser, el kangri es porta a sota els phiren, la tradicional capa de Caixmir, i a prop del cos. 

 

Kangri que conté brases enceses


La calor generada pels kangri arriba als 66ºC i es manté durant unes 9 hores. És una font popular de calefacció, ja que és econòmica i portàtil. Hi ha kangris quotidians i kangris especials, com el Maharani, utilitzats en casaments i altres festes i cerimònies. L'ús de kangris està integrat en la vida quotidiana de Caixmir i són fonamentals per a la celebració de rituals destacats en la seva cultura.  

Els kangris s’utilitzen a Caixmir des de fa segles. Els feia servir per exemple el venerat sant sufí, el xeic Noor-ud-din Wali, qui va viure entre 1377 i 1440. Entre les seves possessions més preuades estava el seu propi Charari Kangri, que va ser inclòs en l'aixovar funerari de la seva tomba.



Artesà teixint els vímets de la cistella del kangri.


El 1864 el Dr. William Jackson Elmslie va arribar a l'Índia com a metge, i al mateix temps exercia les funcions de missioner presbiterià. En aquell moment, a l'Índia abundaven els casos de malalties com el còlera o el paludisme. Però Elmslie va cridar l'atenció sobre una altra malaltia que també tenia una elevada incidència: el càncer.


William Jackson Elmslie (1832-1872)



Elmslie va deixar escrites les seves experiències en un diari, Seedtime in Kashmir, on va deixar reflectides les seves impressions amb tot detall. Descriu detalladament els paisatges, les gents, l'extrema pobresa de país. Des Calcuta, Elmslie va arribar a la vall del Caixmir el 24 d'abril de 1864, via Lahore (ara a Pakistan).

Amb ajuda d'un catequista local, Qadir Baksh, i el suport de la Panjab Medical Mission, el missioner va instal·lar un dispensari mèdic, que més tard es convertiria en l'Hospital de la Missió del Caixmir.

 

Una dona vella, escalfant-se amb un kangri


Aviat li va cridar l'atenció l'alta incidència de carcinomes a la pell dels habitants de la zona. Havia atès epiteliomes a l'abdomen, al pit, al coll, a les cames, als llavis. Sorprès per aquest fenomen, el 1866 va publicar un article a la revista Indian Medical Gaceta (IMG) en el que donava comptes dels més de mil pacients que havia atès en un any. 

Al seu article "Etiology of Epithelioma among the Kashmiris..." comenta:
"Els caixmirs són extremadament pobres i inactius, i el clima en les diferents estacions de l'any és desagradable i molt fred. Els habitants de la vall acostumen a portar sempre, allà on van, atuells de fang, que anomenen Kangris. Aquests Kangris són brasers portàtils fets d'argila, i generalment estan coberts amb vímet, més o menys ornamentats segons el preu de l'article (...) quan el clima és extremadament fred, tant homes com dones, mentre van caminant pel carrer, porten el kangri sota els seus folgats vestits de llana, molt a prop de la pell nua de l'abdomen..."
Elmslie va relacionar la incidència del càncer cutani amb l'ús dels kangri. La calor que desprenien aquests estris molt a prop del cos produïa una injúria tèrmica continuada que propicia l'aparició de cèl·lules canceroses. L'article d'Elmslin constitueix el primer article sobre càncer a l'Índia en què es relaciona el paper carcinogen que poden tenir les altes temperatures en contacte proper amb la pell.




Malaltia de Bowen i carcinoma espinós 
sobre lesions d’eritema ab igne
 (Font: Iffat i Peerzada)


No obstant això, els efectes de les temperatures elevades sobre la pell no eren del tot desconeguts. El mateix Elmslie assenyala que podia succeir quelcom semblant a Anglaterra o a Itàlia, on també es feien servir brasers portàtils (a Itàlia el scaldino era bastant popular).


Jean-Nicholas Marjolin 


El 1828, Jean-Nicholas Marjolin (1780-1850) un deixeble del cirurgià Guillaume Dupuytren, va descriure l'aparició d'úlceres sobre cremades antigues, a les que va anomenar ulcer chancroides, encara que no les va identificar com a canceroses. Posteriorment, Da Costa, el 1903 va batejar amb el nom d'úlceres de Marjolin als processos de malignització ulcerats després de diversos anys d'haver patit una cremada a la zona. Actualment es considera que el càncer epidermoide originat sobre una antiga cremada correspon aproximadament al 5% de tots els carcinomes epidermoides.

El 1843, un dels pares de la Dermatologia, Sir Erasmus Wilson va descriure amb el nom de Ephileis Ignealis l'acció de la calor propera, que produïa taques reticulades (Wilson E. Course of lectures on disease of the skin. Lancet. 1843; 2: 853). Amb el temps el nom d'aquestes lesions es va canviar per Eritema ab igne. Aquestes lesions s'originen per la radiació infraroja, quan la pell està sotmesa de manera crònica a altes temperatures, sense arribar a cremar-se.


 

Sir Erasmus Wilson, segons una caricatura del Vanity Fair


La calor propera dels brasers pot produir lesions d'eritema ab igne. La vasodilatació continuada dels vasos superficials, ocasiona l'aparició d'unes lesions eritematoses en forma de xarxa que amb el temps es pigmenten, adquirint un color terrós. Aquestes lesions són conegudes amb el popular nom de cabrillas a Andalusia i a d’altres regions. Si la lesió tèrmica persisteix, pot provocar casos de carcinoma espinocel·lular, com és el cas del kangri-càncer al Caixmir. 

Al Japó es fan servir uns escalfadors ambulants anomenats kairo (カ イ ロ) o de vegades hokkairo (ホ ッ カ イ ロ), que significa "foc a la butxaca". Originalment, a principis de segle passat eren uns embolcalls escalfadors, amb sorra de pedres o cendra calenta. Actualment han donat lloc a pegats d’un sol ús que gràcies a una reacció exotèrmica arriben durant 12 hores una temperatura d'entre 50-60ºC. Es poden col·locar a prop del tors, cames, turmells, però sempre entre la roba i no en contacte directe amb el cos, ja que podrien provocar cremades o l'aparició de carcinomes a llarg termini com els que s'observen amb els kangri del Caixmir.

                                                              Xavier Sierra Valentí


Bibliografia

Bhat, A. "Kangri: The fire-pot that keeps Kashmir warm"
Al Jazeera. 14 de enero de 2014. 
http://www.aljazeera.com/indepth/inpictures/2014/01/kangri-fire-pot-keeps-kashmir-warm-20141710500344771.html.

Hassan, I. et al. “Histopathological Analysis of the Cutaneous Changes Due to Kangri Use in Kashmiri Population: A Hospital Based Study.” Indian Journal of Dermatology 58 (2013): 188 - 190.

Iffat H, Peerzada S. Kangri: A boon or bane for Kashmiris. Indian Dermatology online Journal 2016; 7: 551-553 
https://www.idoj.in/citation.asp?issn=2229-5178;year=2016;volume=7;issue=6;spage=551;epage=553;aulast=Hassan;aid=IndianDermatolOnlineJ_2016_7_6_551_193907

Kowal-Vern A, Criswell BK. Burn scar neoplasms: a literature review and statistical analysis. Burns 2005;31:403-413.

Manna A. A preacher and the dawn of cancer research in India. Drawing History of science. 
https://drawinghistoryofscience.wordpress.com/2018/08/20/the-journey-begins/






No hay comentarios:

Publicar un comentario