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Estatua sedente del faraón Mentuhotep II (Dinastía XI. circa 2020 a.C.) Estatua de piedra arenisca policromada. 138 cm de altura Procede del templo funerario de Mentuhotep II (Deir-el-Bahari) Museo Egipcio. El Cairo. |
Nebhepetra Mentuhotep, más conocido como Mentuhotep II, fue el primer faraón de la XI dinastía, que reinó durante medio siglo (aproximadamente entre 2061-2010 a. C.). Se le considera como el fundador del Reino Medio.
Entre los hechos más destacados de este período está la guerra para reunificar bajo su mando al Alto y el Bajo Egipto, tras la división que había supuesto el Primer Periodo Intermedio (2160-2055 a.C., aprox.). Sofocó varias revueltas locales, expulsó a la invasión de asiáticos que intentaban penetrar por el Delta del Nilo y estableció su capital en Tebas. La economía del país mejoró, especialmente en el Alto Egipto. Su reinado se caracterizó por una fuerte centralización, burocratización y reforzamiento del poder real.
A su muerte fue enterrado en el templo mausoleo construido en Deir el-Bahari. En este templo precisamente se halló una gran estatua sedente del faraón, en piedra policromada (actualmente en el Museo Egipcio del Cairo). El faraón está tocado con la doble corona, con la piel oscura, permanece hierático, con las manos cruzadas sobre el pecho (seguramente llevaba el flagelo y el cayado, los cetros del Alto y el Bajo Egipto) y mira fija e inexpresivamente al frente.
Otra escultura de Mentuhotep II, se encuentra actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York (MET). Formaba parte de una avenida procesional de 22 estatuas del faraón que conducía al templo funerario de Deir el-Bahari. En este caso el faraón se muestra de pie, con una sonrisa hierática arcaica y tocado con la corona roja del Bajo Egipto (se supone que la estatua que estaba frente a ella llevaba la tiara blanca del Alto Egipto). Está vestido con la túnica corta que se usaba en el Heb Sed, el festival de renovación del faraón, un jubileo que se celebraba a los 30 años del reinado. Al igual que la estatua sedente, lleva los brazos cruzados sobre el pecho donde probablemente se encajarían los cetros metálicos que se han perdido.
Escultura de Mentuhotep II, en arenisca (252,9 cm) Museo Metropolitano de Arte. Nueva York. |
Las piernas de Mentuhotep, bien visibles en ambas esculturas, aparecen muy gruesas, deformadas y casi cilíndricas. No es descartable que esta cuestión sea fruto del estilo de la época o que tenga una lectura simbólica, tan habitual en el arte del Antiguo Egipto.
Sin embargo, este tipo de piernas engrosadas y tensas como las de un elefante, no se repiten en otras esculturas coetáneas, por los que pueden ser indicativas de una filariasis, también conocida como elefantiasis.
Además de las estatuas de Mentuhotep, esta enfermedad está descrita en el papiro de Ebers (1550 a.C.). La enfermedad también parece descrita en algunos textos médicos griegos, y un siglo antes de Cristo, T. Lucrecio Caro afirmaba que vivir cerca del Nilo era la causa de numerosos casos de elefantiasis:
Est elephas morbus qui propter flumina Nili gignitur Aegypto in neque preterea usquam.
Hay la elefantiasis, que se engendra junto a la corriente del Nilo, en el Egipto medio, y nunca en otra parte.
( T. Lucrecio Caro: De rerum Natura, Lib VI 1114-1115)
Filariasi: (I) El faraó Mentuhotep II
Estatua sedent del faraó Mentuhotep II (Dinastia XI circa 2020 a.C.) Estàtua de pedra sorrenca policromada. 138 cm de altura Procedeix del temple funerari de Mentuhotep II (Deir-el-Bahari) Museu Egipci. El Caire. |
Est elephas morbus qui propter flumina Nili gignitur Aegypto in neque preterea usquam.
Hi ha l’elefantiasi, que engendra al costat de la corrent del Nil, a l'Egipte mitjà, i mai en una altra part.
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