Georg Grosz Retrato del escritor Max Hermann Neisse (1927) Óleo sobre lienzo. 100 x 101,5 cm Kunsthalle. Mannheim. |
Georg Ehrenfried Groß, más conocido como Georg Grosz (1893-1959) fue un pintor expresionista alemán que participó del movimiento Dada y de la Nueva Objetividad, y plasmó la realidad social de la Alemania de la República de Weimar, antes de emigrar a los EEUU en 1933, al ver que Adolf Hitler subía al poder, ya que era un furibundo antinazi. El retrato que encabeza esta entrada es el del poeta Max Hermann Neisse, que además de padecer enanismo, se refleja en toda la decrepitud de su avanzada edad.
Y no es de poesía ni de pintura de lo que os quiero hablar hoy, sino del envejecimiento de la sociedad occidental. Una sociedad que ha alcanzado una esperanza de vida como nunca antes se había soñado, a la par que un desarrollo social y económico sin precedentes, pero que está precisamente atrapada en su propia trampa: abundan las patologías relacionadas con la edad, cáncer, obesidad, diabetes, sedentarismo y cada vez hay más las personas dependientes, etc. Y éste es un problema que le puede traer inesperadas consecuencias.
Una de las consecuencias de esta situación se ha evidenciado con la pandemia de Covid-19. Los países desarrollados muestran una mayor fragilidad por su alto nivel de factores metabólicos y cardiovasculares. Esto es lo que demuestra un estudio realizado tomando los datos de 188 países en los que ha habido muertes por la pandemia antes del 31 de agosto de 2020 y que demuestra una mayor mortalidad de la Covid-19 en los países industrializados, con una esperanza de vida alta, frente a una menor incidencia en los países de menor nivel económico, en los que por lo general la esperanza de vida es mucho menor.
Además en muchos países de África, por ejemplo, el contacto habitual con diversos tipos de coronavirus parece proporcionar una cierta inmunidad cruzada a la población, que además es mucho más joven que en los países industrializados.
El precio que se paga desde el punto de vista sanitario parece depender de la adaptabilidad de las naciones frente a la agresión viral. Los países más desarrollados y más ricos son también los más envejecidos, los más expuestos a las patologías asociadas y por lo tanto los más vulnerables en términos de mortalidad por la infección del coronavirus SARS-CoV2. Paradójicamente, la riqueza de las naciones es también su debilidad.
Tal vez podríamos decir, resumiendo: "pobres países ricos"...
Georg Grosz. Acuarela. |
Bibliografía
De Larochelambert Q y cols. : Covid-19 Mortality: A Matter of Vulnerability Among Nations Facing Limited Margins of Adaptation. Frontiers in Public Health 2020 doi: 10.3389/fpubh.2020.604339.
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