La condecoración de la Orden de la mosca Dorada (o de la Mosca del Dolor era la mayor condecoración que un faraón le daba a sus soldados más valientes. La mosca era el signo jeroglífico de la palabra determinado o decidido, y se correspondía con un sonido parecido a la onomatopeya de la mosca zumbando. Las moscas merodeaban por los campos de batalla donde la sangre ha sido derramada y a no abandonar ese escenario, se comporta de igual manera que un enemigo obstinado: por mucho que trates de alejarlo vuelve una y otra vez, con la idea de que se pueden ganar batallas cansando al contrincante y llevándolo al máximo grado de exasperación. Este era el simbolismo de la mosca: la perseverancia, la constancia, virtudes que debían tener los soldados, atacando a los enemigos sin descanso. A la mosca pues se le atribuían los atributos modélicos del buen soldado: valor, fuerza, dominio, insistencia y tenacidad. Hubo un soldado de la época de Tutmosis I que recibió hasta 6 moscas por su valor.
El collar con el que comenzamos el artículo de hoy fue concedido por el faraón Ahmosis a su madre Ahotep por el destacado papel que tuvo la reina en la guerra de liberación contra los hicsos. Seguramente tuvo un decisivo papel, ya que no era frecuente que una condecoración militar se concediera a una mujer. También aparecieron algunas moscas en las tumbas de varias esposas de Tutmosis III, aunque no sabemos el motivo de haber alcanzado este alto honor.
La importancia que se dio a la mosca continuó durante los Períodos Arcaico, Antiguo y Medio, en los que vemos a dicho insecto profusamente representado en los jeroglíficos, tomando progresivamente un significado simbólico, y llegó hasta el Reino Nuevo (1550 – 1070 aC), siendo de este último del que tenemos más y mejor documentación y en el cual la mosca pasa a ser representada también en algunos objetos rituales de tipo religioso.
Pero no es del valor de la mosca de lo que quería hablaros hoy sino de la cuarta plaga de Egipto, que comúnmente se interpreta como plaga de moscas y mosquitos.
IV - Moscas, mosquitos y tábanos (Éxodo 8,20-32)
De acuerdo al relato, Moisés fue avisado por Yahvé para que visitara la corte egipcia por la mañana, cuando se acercaban al Nilo. Una vez allí Moisés le exigió al faraón la liberación del pueblo hebreo para hacer sacrificios a Dios, a lo cual el regente se negó. Seguido a esto Moisés levantó su vara, y una nube de moscas invadió el país.
Y Dios lo hizo así, y vinieron nubes de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, y sobre las casas de sus siervos y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fue devastada a causa de ella (Éxodo, 8:24)
El Éxodo señala que los ‘arob (עָרוֹב, que significa "enjambre de moscas o tábanos") sólo atacaron a los egipcios, y que no afectó la Tierra de Gosén (donde vivían los israelitas).
Se han propuesto también que la plaga podría haber estado producida por grandes grupos de mosquitos (probablemente especies de los géneros Aedes, Culex, Culicoides y Phlebotomus) que pueden transmitir ciertas enfermedades, tal vez relacionadas con las enfermedades descritas en otras plagas.
Algunos exégetas han querido ver en la cuarta plaga la aparición de animales venenosos del desierto como serpientes o escorpiones. También estos tenían un poder mágico y reigioso para los egipcios. La diosa Selket (que en griego se conocía como Selkis), por ejemplo, era una diosa escorpión. Y la cobra figuraba en el uraeus real, protegiendo al faraón y simbolizando el Bajo Egipto. El dios del Antiguo Egipto que protegía de serpientes y escorpiones era Harpócrates (Horus niño). En los sismos, erupciones volcánicas y otros desastres naturales, muchos animales huyen e invaden otros territorios. Tal vez esto también podría explicar las invasiones de algunos animales salvajes, como escorpiones y serpientes.
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Un museo puede interpretarse de muchas maneras. A la visión artística, histórica o antropológica, un dermatólogo puede aportar nuevos enfoques sobre patología, cosméticos, terapéutica, simbolismos, usos u otros aspectos de interés.
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viernes, 10 de julio de 2020
Las plagas de Egipto (V): Moscas, mosquitos y animales salvajes
jueves, 9 de julio de 2020
Las plagas de Egipto (IV): Parásitos, pulgas y piojos
Clément Marillier,
le maistre de Sacy La tercera plaga. Plaga de los piojos. (1789) Grabado al buril. Wellcome collection. Londres |
En artículos anteriores del blog comentábamos la primera plaga de Egipto, el fenómeno de que el agua tomó aspecto de sangre y la segunda, la invasión de ranas. En ambos casos proponíamos posibles explicaciones naturales de estas plagas. Hoy trataremos de la tercera plaga. La de pulgas y piojos.
III - Piojos y pulgas (Éxodo 8,16-19)
Al haber traicionado el faraón su promesa, Moisés y Aarón volvieron a realizar prodigios. Aarón golpeó el polvo del suelo, y de él emergieron insectos.
Y entonces Dios dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, para que se convierta en piojos por todo el país de Egipto (Éxodo, 8:16)
Clément Marillier: La tercera plaga. Plaga de los piojos
(detalle)
Según la tradición todo el polvo de la región se convirtió en piojos y pulgas, y estos insectos atacaron a todo ser vivo que encontraron, tanto animales como personas. A pesar de haber tenido éxito en las anteriores plagas, los hechiceros reales no pudieron repetir la señal, y afirmaron que era obra de un dios muy poderoso. Sin embargo el faraón se negó a dejar libres a los hebreos una vez más.
El sustantivo hebreo כִּנִּים (kinim) podría traducirse como piojos o pulgas. Los habitantes de Oriente Próximo se encontraban muy familiarizados con los piojos, ectoparásitos frecuentes en la zona. La presencia de estos insectos en las localizaciones bíblicas ha sido puesta de manifiesto por medio de la recogida de formas adultas y liendres, que se han podido detectar en las pelucas de muchas momias egipcias. Los arqueólogos también han encontrado peines de púas finas bastante similares a las liendreras actuales en los yacimientos de los desiertos israelitas de Judea y Negev.
Los egipcios asociaban los piojos con la impureza y la suciedad. Los sacerdotes egipcios no podían efectuar ningún ritual si llevaban piojos en algún lugar del cuerpo. Por eso solían rasurarse todo el cuerpo, incluída la cabeza cada dos días.
El sustantivo hebreo כִּנִּים (kinim) podría traducirse como piojos o pulgas. Los habitantes de Oriente Próximo se encontraban muy familiarizados con los piojos, ectoparásitos frecuentes en la zona. La presencia de estos insectos en las localizaciones bíblicas ha sido puesta de manifiesto por medio de la recogida de formas adultas y liendres, que se han podido detectar en las pelucas de muchas momias egipcias. Los arqueólogos también han encontrado peines de púas finas bastante similares a las liendreras actuales en los yacimientos de los desiertos israelitas de Judea y Negev.
La plaga de piojos. Haggadah de Barcelona. |
Los egipcios asociaban los piojos con la impureza y la suciedad. Los sacerdotes egipcios no podían efectuar ningún ritual si llevaban piojos en algún lugar del cuerpo. Por eso solían rasurarse todo el cuerpo, incluída la cabeza cada dos días.
La plaga de insectos puede estar relacionada con la plaga anterior, la plaga de ranas. Las ranas, al salir del agua y no poder volver, como hemos visto antes, murieron y así estos insectos se quedaron sin depredadores y atacaron con inusitada fuerza a personas y animales. Por otra parte, los acúmulos de cadáveres de peces y ranas de las plagas anteriores favorecieron la proliferación de estos insectos. Las malas condiciones higiénicas al no poderse lavar en el agua del río favorecerían que los egipcios padeciesen estas parasitosis.
miércoles, 8 de julio de 2020
Las plagas de Egipto (III): invasión de ranas.
La segunda plaga: la plaga de las ranas Grabado. Wellcome collection. Londres |
En entradas anteriores del blog comentábamos la primera plaga de Egipto, el fenómeno de que el agua tomó aspecto de sangre y discutíamos algunas hipótesis sobre posibles fenómenos naturales que lo podían justificar. Continuaremos hoy con la segunda de las plagas, la invasión de casas y cultivos por grandes cantidades de ranas.
II - La invasión de ranas (Éxodo 8,1-15)
Pasados los siete días de la plaga, y en algún momento indeterminado, Moisés y Aarón regresaron ante el faraón, y ante la negativa a sus demandas, Aarón se dirigió al río, extendió su cayado, y luego de pedir al Dios hebreo su intercesión, empezaron a salir del agua ranas, que eran animales comunes en esas zonas.
Y el río criará ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, y en la cámara donde está tu cama, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, y en tu pueblo, y en tus hornos y en tus artesas. Y las ranas subirán sobre ti, y sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos (Éxodo, 8:3-4)
Con ésta plaga, Yahvé puso a los egipcios en un dilema moral, ya que las ranas eran sagradas para los egipcios, y matar a una de ellas, aunque fuera por accidente acarreaba una sentencia de muerte para ellos. Es de esa manera que los egipcios estaban imposibilitados, de acuerdo con ésta visión, de moverse o agredir a los anfibios.
Relieve mostrando a la diosa Heket |
Pero ¿que posible interpretación "natural" podemos dar a la plaga de ranas? Es probable que las ranas, animales anfibios, abandonaran el río, y saltaran a la tierra para evitar la proliferación de algas o de sales de hierro en las aguas del río. Los peces no podían hacerlo, y por esta razón murieron. Pero las ranas salieron fuera del medio acuático contaminado para salvarse, arrasando los cultivos que encontraron y penetrando en las casas. A pesar de sus tabús religiosos, los egipcios las mataron en gran número y la gran acumulación de cadáveres de estos anfibios en grandes pilas pudo estar relacionada con otras plagas posteriores.
En Egipto la invasión de ranas no era un fenómeno excepcional. Muchas veces precedía a las crecidas del río y eran consideradas un símbolo de prosperidad y el anuncio de una inundación que garantizaba la fertilización de los campos y unas buenas cosechas. Pero esta vez seguramente, la invasión de ranas fue mucho mayor de lo esperado, penetrando en los hogares de los egipcios y sobrepasó sus expectativas.
Estatuilla de una rana. Reino Nuevo (1550-1069 a.C.) Museo del Louvre. París. |
Casualmente, el fenómeno de "lluvia de ranas" se ha descrito en más de una ocasión durante la historia reciente, y en diversos lugares del mundo. El 12 de julio de 1873, Scientific American publicó un informe que describía "una lluvia de ranas que oscurecía el cielo y la tierra" tras una tormenta. Charles Fort describió también la "lluvia de ranas" en su Libro de los condenados (1919); asimismo, en el año 2010, la CBS habló de una gran cantidad de ranas que salieron de golpe de un lago, probablemente buscando alimento.
Tal vez este fenómeno pueda relacionarse con la explosión del volcán de Thera, ya que es sabido que los animales presienten de algún modo ciertas catástrofes y huyen en grandes bandadas.
martes, 7 de julio de 2020
Las plagas de Egipto (II) : El agua convertida en sangre.
Jacques Joseph Tissot
Las aguas se convirtieron en sangre (circa 1900) Acuarela. Biblia ilustrada. |
Sin embargo, la descripción de las plagas es lo suficientemente detallada como para hacer pensar en que pudieron realmente suceder, y que es posible que fueran causadas por causas naturales.
La mayoría de los arqueólogos cree que las plagas azotaron la antigua ciudad de Pi-Ramsés en el Delta del Nilo, que fue capital de Egipto durante el reinado del faraón Ramesses II (1279 a.C.-1.213 a.C.). La ciudad fue abandonada hace unos 3.000 años y los científicos creen que las plagas pueden ser la explicación. Climatólogos que estudian esa época han descubierto un cambio drástico en el clima de la zona hacia el final del reinado de Ramsés II. Tras analizar las estalagmitas de algunas cuevas egipcias, han sido capaces de reconstruir un registro de los patrones del clima utilizando trazas de elementos radiactivos contenidos en la roca. De esta forma, saben que el reinado del faraón coincidió con un clima «cálido y húmedo, muy favorable, pero sólo duró unas pocas décadas», según Augusto Magini, paleoclimatólogo de la Universidad de Heidelberg. Después, el clima cambió bruscamente, comenzó un período seco y se iniciaron las plagas.
Este brusco y breve cambio climático pudiera estar relacionada con la violenta erupción volcánica que tuvo lugar alrededor de 1600 a.C. en la isla de Thera (Santorini) con la desaparición de la civilización minoica en la vecina isla de Creta y que algunos de sus efectos directos e indirectos pudieron incluso llegar al delta del Nilo.
Vamos a ver algunas de las hipótesis que se han planteado para explicar estos hechos.
I - Conversión del agua en sangre (Éxodo 7,14-24)
Según el relato bíblico, Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y su corte, quienes estaba saliendo del río tras el baño del regente. Moisés solicitó del faraón la libertad de los hebreos, y al recibir una negativa, Aarón extendió su vara, y tocó el agua.
Y Moisés y Aarón hicieron como Dios lo mandó; y alzando la vara, golpeó las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos, y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre (Éxodo, 7:20)
El agua del río se tornó roja y comenzó a oler mal, ya que se había convertido, al parecer, en sangre, por lo que no era posible beber de su cauce, y causó la muerte de los peces que vivían en ella.
Como vemos, según el Éxodo, el agua de los ríos se convirtió en sangre y murieron todos los peces. El agua de los acuíferos y pozos, sin embargo no se contaminó. ¿Qué explicación podemos encontrar para explicar este hecho?Según una de las hipótesis aportadas, tras la explosión del volcán las bolsas de aire que contenían gas con altas concentraciones de hierro, contactaron con el oxígeno y produciendo óxido de hierro que en contacto con el agua la tiñó dándole un aspecto rojo. Cuando el agua del fondo sube a la superficie, el óxido de hierro consume el oxígeno disuelto normalmente presente en aguas superficiales, lo que ocasiona la falta de este vital elemento para los peces y otros organismos del lago, que mueren por falta de oxígeno. Centenares de peces muertos flotando sobre un líquido rojo pudo dar un marcado aspecto de sangre.
Oscillatoria rubescens. |
Es importante notar que el agua de pozos y acuíferos no sufrieron este fenómeno, que solamente afectó a las aguas costeras y fluviales. La marea roja pudo estar también favorecida por el tsunami provocado por la erupción del volcán de Thera.
Aspecto de las aguas producido por la Oscillatoria rubescens |
Otra hipótesis es que el brusco cambio climático provocó un aumento de las temperaturas que disminuyó mucho el caudal del Nilo, que se convirtió en un curso lento de aguas fangosas. En estas condiciones pudo proliferar un alga tóxica de agua dulce, la Oscillatoria rubescens, conocida como Alga Sangre Borgoña, que al morir tiñe el agua de rojo.
Es importante notar que el agua de pozos y acuíferos no sufrieron este fenómeno, que solamente afectó a las aguas costeras y fluviales. La marea roja pudo estar también favorecida por el tsunami provocado por la erupción del volcán de Thera.