Jean Colombe Libro de Horas de Besançon (1470 circa) Miniatura. Biblioteca municipal de Besançon |
Los libros de horas fueron devocionarios bastante habituales en la Edad Media. Contenían una recopilación escrita para el uso de los fieles que responde a los deseos piadosos de éstos entre los siglos XII y XVI. Expresaba el alma religiosa de sus contemporáneos, sus preocupaciones y su manera de orar a Dios y a los santos. El Libro de Horas fue el libro de oración de la Edad Media, de sus textos podemos inferir los sentimientos del alma popular, que sus abundantes imágenes permiten completar más todavía. La composición de los Libros de Horas manuscritos no estaba controlada de la Iglesia. El copista los disponía a su manera, añadiendo oraciones a su gusto e incluso textos puramente profanos. Solían contener casi siempre un calendario, el oficio de la Virgen, letanías de los santos y el de difuntos.
Las ilustraciones estaban realizadas minuciosamente con pan de oro y pigmentos preciosos (como lapislázuli triturado para obtener el color azul) lo que hacía que estos libros fueran costosos objetos de lujo. Cada libro de horas es único, debido a que se realizaba exclusivamente para una determinada persona (generalmente por su elevado coste miembros de la aristocracia). Muchos de los libros estaban destinados a mujeres de la nobleza y solían ser valiosos regalos de boda.
La ilustración que encabeza esta entrada corresponde al libro conocido como el libro de horas de Besançon. Recientemente, con motivo de las fiestas navideñas una de las lectoras habituales del blog, Coral Romà, me ha hecho llegar esta ilustración, lo que les agradezco especialmente.
Enseguida llama la atención un aspecto inesperado. En una de las miniaturas, María aparece en la cama, descansando tras el parto (lo que supone un detalle naturalista que ya no era muy frecuente en el s. XV, como hemos visto en otra entrada del blog). La reciente madre aparece leyendo, probablemente un texto sagrado, mientras que un solícito José esta meciendo al niño para que se duerma.
También debo dar las gracias a mi amigo y antiguo compañero de aulas de la Facultad de Medicina, el Dr. Fernando Barcenilla, que me ha enviado en estas fiestas navideñas otra miniatura de otro libro de horas. Corresponde en este caso al libro de horas de Carlos VIII de Francia, escrito a finales del s. XV, y que se conserva en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid. Las ilustraciones en este caso se enmarcan en una especie de marcos arquitectónicos y su autoría se atribuye al maestro Jacques de Besançon.
En este caso se representa una escena cotidiana de la Sagrada Familia. Jesús, ya algo más crecido, está aprendiendo a andar con la ayuda de una especie de taca taca. Dos ángeles le guían, ante la atenta mirada de María. José, por su parte, prepara la comida, cocinando algo en el fuego de la chimenea.
Ambas escenas reflejan una actitud igualitaria entre hombres y mujeres verdaderamente modélica, compartiendo tareas y huyendo del modelo de familia patriarcal, jerárquica y de roles diferenciados, que tantos problemas suele acarrear. Una actitud que puede ser frecuente en el s. XXI, pero que no nos parecía tan habitual en el s. XV. Lo que nos induce a pensar que en aquel tiempo también había familias en las que la mujer tenía acceso a la cultura y no era tan relegada a las tareas del hogar como a veces tendemos a pensar.
Un aspecto del libro de horas de Carlos VIII de Francia, conservado en la Biblioteca Nacional de España. |
Em sembla un article magnífic.
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