Domenico Ghirlandaio
Retrato de Cristobal Colón (1818) Óleo sobre lienzo |
Al ser contagiada por las tropas francesas muchos le dieron el nombre de mal francés. Los franceses la llamaron mal de Nápoles y los napolitanos mal español. Los turcos, enfermedad cristiana. Pero al final se solventó la batalla nacionalista con un nombre neutro, la sífilis.
Gonzalo Fernández de Oviedo en su Sumario de la Historia general y natural de las Indias, fue de los primeros que pensó que el mal había venido de América, y que los marineros de Colón la habían contraído en sus contactos sexuales con las indígenas:
“Muchas veces en Italia me reía oyendo a los italianos decir el mal francés y a los franceses llamarle el mal de Nápoles. Y en la verdad, los unos y los otros acertaren el nombre, si le dixeran el mal de las Indias”, así por la tierra donde natural es esta dolencia, como por las indias mujeres de estas partes.”
Así pues, la teoría más aceptada, hasta ahora era que los marineros de Colón, a la vuelta de su primer viaje (1492) trajeron consigo la enfermedad y la contagiaron a sus parejas sexuales de Europa. Según esta teoría algunos de ellos se habrían enrolado como mercenarios en las tropas que combatían en Nápoles extendiendo así el mal.
José Gamelo Alda. Colón llegando a la isla de Guanahaí. (1892) Museo Naval. Madrid. |
El intercambio de enfermedades parecía una teoría plausible. Los europeos habían llevado a América el sarampión o la viruela, gracias a lo cual diezmaron a la población y pudieron, con escasos medios conquistar los vastos imperios precolombinos. De igual modo, pues, era posible que hubieran traído la sífilis al Viejo Mundo. Esta teoría, americanista, alcanzó un gran predicamento y durante mucho tiempo ha sido la doctrina oficial, que nosotros mismos hemos aceptado en otras entradas de este mismo blog.
Un trabajo de 2008 de Kristin Harper, de la Universidad Emory (EE UU), fue uno de los que trató de afianzar científicamente esta idea. Comparando 26 cepas diferentes de treponemas, similares a la bacteria que provoca la sífilis, pero que provocan otras dolencias como el pian, Harper y sus colegas observaron que las bacterias responsables de las enfermedades de transmisión sexual aparecieron recientemente y que sus parientes más cercanos se encontraban en las muestras recogidas en Sudamérica. Aquel indicio apuntaba a los viajes de descubrimiento como punto de entrada de la enfermedad en Europa.
Un trabajo de 2008 de Kristin Harper, de la Universidad Emory (EE UU), fue uno de los que trató de afianzar científicamente esta idea. Comparando 26 cepas diferentes de treponemas, similares a la bacteria que provoca la sífilis, pero que provocan otras dolencias como el pian, Harper y sus colegas observaron que las bacterias responsables de las enfermedades de transmisión sexual aparecieron recientemente y que sus parientes más cercanos se encontraban en las muestras recogidas en Sudamérica. Aquel indicio apuntaba a los viajes de descubrimiento como punto de entrada de la enfermedad en Europa.
Lesiones en los huesos de la cara y del cráneo sugestivos de treponematosis en uno de los restos estudiados procedente de Finlandia (CHS119) |
Pero la teoría americanista nunca fue aceptada plenamente por todos. La polémica ha sido una de las más clásicas e interminables de la Historia de la Medicina. Siempre hubo defensores de que la sífilis era una enfermedad preexistente, y que ya se daban casos en Europa antes de 1492, ha sido defendida por prestigiosos investigadores como Karl Grosschmidt y Fabian Kanz, de la Universidad Médica de Viena. Analizando los restos humanos desenterrados en la plaza de la catedral de Sankt Pölten, en Austria, los más antiguos del año 1320, concluyeron que algunos de ellos habían padecido sífilis antes de 1492.
Asimismo, la revista Current Biology publicó un trabajo de un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH) (agosto del 2020) que plantea un panorama mucho más complejo. Los científicos han analizado diversos esqueletos en varios lugares de Europa (Finlandia, Estonia y los Países Bajos) que presentaban signos de sífilis, en cuyos huesos se han encontrado rastros de ADN de Treponema sp., un género de bacterias causantes de esta y otras enfermedades. La datación molecular de los genomas bacterianos como las pruebas de radiocarbono de las muestras indican que la datación de los huesos oscila entre principios del siglo XV y principios del XVII. Sin embargo, el ADN identificado pertenece a diverses especies del género Treponema y no solo al Treponema pallidum, la bacteria específica que causa la sífilis. Tanto la que algunos de estos patógenos estaban allí a principios del siglo XV, mucho antes de los viajes colombinos.
Además de sífilis, los especialistas también encontraron frambesia (pian) en uno de los individuos. El pian, que actualmente solo se encuentra en regiones tropicales y subtropicales, también se transmite por contacto con la piel, aunque rara vez a través de las relaciones sexuales. Verena Schünemann apunta la posibilidad de que el pian se propagó por toda Europa y no se limitó a los trópicos, como pasa hoy.
Durante los análisis de un esqueleto de Países Bajos, los investigadores descubrieron un detalle sorprendente. Había un patógeno que pertenecía a un linaje treponémico desconocido que evolucionó en paralelo a la sífilis y a la frambesia y que no existe como patógeno en la actualidad. Este descubrimiento imprevisto es particularmente interesante ya que este linaje es genéticamente similar a todas las subespecies treponémicas actuales, pero también tiene cualidades únicas que difieren de ellas.
Se ha encontrado Treponema en diversos huesos anteriores a 1492 (Tomado de Current Biology) |
Sin embargo, los investigadores no ofrecen una respuesta definitiva sobre el posible papel de los marinos de Colón en la llegada de la sífilis a Europa.
“las cepas de estos treponemas pudieron seguir evoluciones paralelas e intercambiar material genético antes y durante los contactos intercontinentales”.
Los investigadores de Zurich reconstruyeron el árbol genealógico de Treponema pallidum, la bacteria responsable de la sífilis, y llegaron a la conclusión que el ancestro común de la versión moderna de estas bacterias apareció hace unos 2.500 años. Sin embargo no era una enfermedad de transmisión sexual (como no lo es tampoco el pian, otra treponematosis producida por una bacteria similar a la que causa la sífilis). Probablemente, la bacteria mutó y se transformó en un germen de transmisión sexual hace unos 800 años. Los primeros viajes transatlánticos que se realizaron a partir de los viajes de Colón pudieron no ser los únicos responsables de la llegada de la sífilis a Europa, pero los intercambios humanos que produjo aquella globalización incipiente pudieron facilitar la transmisión y la evolución de una enfermedad relativamente nueva.
Lo cierto es que al leer las descripciones de los primeros años de la sífilis en Europa (hasta 1560) podemos constatar que en estas décadas la enfermedad fue mucho más devastadora, virulenta y rápida que lo que ha sido la sífilis con posterioridad. La sífilis de los primeros años desfiguraba la cara rápidamente y causaba la muerte en poco más de dos años del contagio. Actualmente, la sífilis no tratada es también una terrible enfermedad, aunque con lesiones menos espectaculares y un curso más lento, que mata a largo plazo. Las enfermedades, como todas las cosas vivas, evolucionan. Todo cambia.
Pero si que tal vez debamos ser más cautos en la atribución del origen americano de la sífilis que hasta ahora creíamos a pies juntillas. Habrá que esperar nuevos datos para estar seguros de el tan debatido origen de la enfermedad.
Bibliografía
Kerttu Majander et al.: Ancient Bacterial Genomes Reveal a High Diversity of Treponema pallidum Strains in Early Modern Europe. Current Biology, 13. August 2020. Doi: 10.1016/j.cub.2020.07.058
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