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martes, 1 de septiembre de 2020

Papiroflexia y farmacia

File:Trouble Comes to the Alchemist FA 2000.001.269.jpg




Anónimo

Los problemas del alquimista

(s. XVII)

Óleo sobre lienzo 78,7 x 56,5 cm
Science History Institute
Franklin Institute. Filadelfia   




Este cuadro costumbrista de la escuela holandesa es anónimo, aunque ha sido atribuido a Pieter Cornelisz van Slingelandt (1640 – 1691) un retratista de la Edad de Oro que había sido discípulo de Gerard Dou. 

Son conocidas las escenas sobre médicos que pintaba Dou, y puede que esta sea también una pintura similar. A pesar de que el título hace referencia a un alquimista, el personaje de la escena es más bien un médico, que parece que está realizando una uroscopia a una paciente. Médicos y alquimistas compartían utillajes similares, como hoy algunos químicos y médicos analistas también lo hacen. Sobre la desordenada mesa se puede ver un mortero, y gran variedad de frascos y recipientes, un cráneo humano, un reloj de arena, un globo celeste y libros. 

El médico se sienta ante la mesa, sosteniendo un frasco de uroscopia que contiene la orina. Como es habitual, lo mira al trasluz, levantando el frasco. En este momento comienzan los problemas: Una mujer vacía deliberadamente su orinal en la cabeza del médico. Una indudable sátira sobre la práctica de la uroscopia y las diferentes maneras de usar la orina. Como diagnóstico y como ultraje. 

A la derecha del hombre se encuentra una mujer con un vestido rojo, su paciente. Debajo de la mesa hay un perro acurrucado, símbolo de la fidelidad. Es posible que el examen de orina sea un caso de posible embarazo, la mujer que lo lleva sea una adúltera y la que está en la ventana, la esposa despechada. El violoncelo en la pintura era considerado tradicionalmente un símbolo de amor y puede ser una advertencia sobre la promiscuidad sexual. Esta es la interpretación (muy personal) que me sugiere la pintura. 

Además, el poema sobre la mesa, atribuido a Sócrates, parece indicar que la mujer furiosa de arriba es como Xantipa, la mujer del filósofo griego, que tenía fama de tener mal carácter. 
ick wi [s] t bien vrou ten is geen wonder het reghenen [s] ou naer dit gedonder(Lo sabía bien, mujer, no es de extrañar que lloviera, después de este trueno).
("gedonder" también significa "lío" o "problema")

En el siglo III d. C. Diógenes Laercio en su obra Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres narraba una anécdota que se hizo célebre: después de una fuerte discusión, Xantipa vacía un recipiente con agua sucia en la cabeza de Sócrates. El filósofo, sin perder la calma comentó que los truenos suelen acabar en lluvia.  


Xantipa vaciando un orinal sobre Sócrates, d
Emblemata Horatiana ilustrado por Otho Vaenius, 1607.


Pero hoy vamos a centrar la atención en los numerosos papeles doblados de esta pintura. ¿Los papeles doblados?, diréis. ¿y que relación pueden tener con la medicina?

Hace pocos días, una lectora y seguidora del blog, Coral Romá me comentaba que era muy aficionada a la papiroflexia y al origami, la legendaria, artística y complicada técnica japonesa de plegar papel. Coral me comentaba que estaba interesada en la técnica de plegar papeles en las farmacias y me sugería que hiciera algún comentario en el blog. Incluso fue ella la que me aportó la pintura que hemos comentado. Desde aquí agradezco a Coral su sugerencia y colaboración. 

En las farmacias existe la práctica de preparar lo que llaman papeles o papelillos. Una práctica que hace unos años era mucho más habitual que ahora, pero que se sigue practicando. Se usa como pequeños sobres, como continentes de pequeñas cantidades de productos, generalmente solubles que previamente se han pesado en una balanza de precisión. 

Yo recuerdo haber redactado muchas fórmulas de este tipo. Una de mis recetas más habituales era la de permanganato potásico, que solía recomendar en solución acuosa al 1/10.000. Era muy efectivo en úlceras de pierna sobreinfectadas, en las que efectuar baños locales con la citada solución  contribuía a una mejoría bastante rápida. Lo más práctico, si la úlcera estaba en el tobillo, era meter el pie en un cubo y mantener la llaga sumergida en la solución. Se podían necesitar 4 o 5 litro de líquido cada vez y no era práctico ir a buscar la disolución a la farmacia (se necesitaría ir con un bidón). O sea que lo más práctico era pesar la pequeña cantidad de producto, que el farmacéutico tras pesarla metía en un papelillo y decir en cuantos litros se tenía que disolver. Un ejemplo podía ser: 

Dp/ Permanganato potásico...... 0'5 g 
para un papel num. 20  
(Disuélvase cada papelillo en 5 litros de agua. Con la solución resultante efectuar baños locales de 10 min de duración) 

Al recibir la receta el farmacéutico pesaba la cantidad de producto (en este caso 0'5 gramos) y lo envolvía en papeles, cuidando que se doblaran de manera que no se pudieran abrir fácilmente, ni perder su contenido, tan exacto. Cuando tenía ya envueltos 20 papeles, la prescripción ya estaba preparada. Los metía en un sobre o en una cajetilla y se dispensaban. He recordado la manera de doblarlas con mi amigo Narcís Gómez, que tiene una larga experiencia en el mundo de la farmacia y recuerda como hacía los pliegues de "seguridad" de estos papeles. Os adjunto un video en el que se puede ver una de las técnicas del doblado (hay varias). 

El paciente, por su parte, sabía que tenía que para realizar su baño medicinal, tenía que prepararlo disolviendo el contenido de cada papelillo (0'5 g) en 5 litros de agua. Se obtenía así una solución acuosa de permanganato potásico al 1/10.000. Y no le ocupaba mucho espacio en casa. Fácil y práctico.

Coral nos proporciona también un enlace a su blog de origami donde habla de como se plegaban las cartas antiguamente, o como se confeccionaba una cajita con papel plegado en el s. XV. También nos facilita otro enlace en donde se ve como los botánicos doblaban papeles en el s. XVIII para guardar semillas. Gracias de nuevo!



Elaboración de papelillos de farmacia


  

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