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jueves, 30 de abril de 2020

Obesidad y covid19










Lucian Freud

Benefits Supervisor Sleeping

(1995) 

Óleo sobre lienzo
Colección particular 



Lucian Freud fue un pintor encuadrado en la llamada Escuela de Londres. Contemporáneo de artistas como Michael Andrews, Francis Bacon —de quien fue amigo— y David Hockney, que tendían hacia el realismo figurativo. Freud fue uno de los pintores más influyentes en la segunda mitad del s. XX. Y también el más cotizado. Su pintura Benefits Supervisor Sleeping (1995) es una de las obras que ha alcanzado un precio más alto en una subasta pública: 33'6 millones de dólares (Christie's). 

En este cuadro aparece una mujer gruesa que dormita acostada sobre un destartalado sofá de flores que contiene a duras penas la carne desbordante de su vientre y de sus pechos. Con su brazo izquierdo se agarra al respaldo del sofá aumentando la sensación de inestabilidad, que produce una cierta intranquilidad en el espectador al temer la inminente caída de la durmiente. 


Lucian Freud's JobCentre clerk muse Sue Tilley: 'It's horrible, I ...
Sue Tilley, ante uno de los cuadros de Lucian Freud para los que sirvió de modelo. 



La modelo de este cuadro fue Sue Tilley, una supervisora de subsidios sociales de Londres. Cuando Lucian Freud la pintó, Sue Tilley alternaba sus jornadas de trabajo con la diversión y la música que le ofrecían las noches de "Taboo" la famosa discoteca de Leicester Square. Posó como modelo para Freud durante más de cuatro años en la década de los noventa quedando inmortalizada en varios retratos. Para este cuadro, Sue posó durante nueve meses en agotadoras sesiones diarias, varias veces a la semana. Freud pintaba lentamente, rascando lo pintado y volviendo a repintar, añadiendo carne a la carne en una especie de proceso progresivo de trasplantes realizados a base de golpe de espátula.

Esta obra es un paradigma de la obesidad. Un problema muy frecuente en las sociedades occidentales, y en especial en los EEUU, en donde una gran parte de la población  es obesa, constituyendo un grave problema sanitario y social. 

La musa que inspiró las obras más eróticas de Freud - Arte - Arte
Lucian Freud: Sleeping by the Lion Carpet (1996)
Ahora, a los problemas patológicos que puede plantear la obesidad se añade una mayor vulnerabilidad de las personas con sobrepeso de menos de 50 años que se contagian con el virus SARS-CoV2. En un reciente artículo se estudiaron los datos de más de 4.000 pacientes tratados por el centro médico NYU Langone Health, de la Universidad de Nueva York. Los autores llegaron a la conclusión que la obesidad y la edad, eran los dos factores más determinantes sobre la probabilidad de requerir ingreso hospitalario por COVID19. En este estudio la prevalencia de obesidad en el grupo de pacientes hospitalizados fue de un 39,8 % mientras que en el grupo de los no hospitalizados fue del 14,5 %. Datos que concuerdan con los del Centro Hospitalario Universitario de Lille (Francia) donde han observado que la obesidad entre los pacientes ingresados en la UCI por COVID19, alcanza el 47,6%. Y en otros estudios, los enfermos de COVID19 de menos de 50 años y obesos en las UCIs pueden llegar a un 75%. Y los de un IMC superior 

La auténtica razón de este fenómeno no se ha esclarecido plenamente, aunque se han apuntado diversas hipótesis desde la dificultad intrínseca de respirar por dificultad de movilizar bien el diafragma y los pulmones, a la mayor incidencia de enfermedades como la diabetes o la hipertensión. 

Jenny Saville – Concha Mayordomo
Jenny Saville: Branded (1990)
Otra hipótesis que gana terreno entre los investigadores es el fallo del sistema inmunitario en los obesos, lo que los haría más vulnerables a la acción del SARS-CoV2. El tejido adiposo, excesivo en el paciente con obesidad, expresa la proteína ACE2, que es la que el SARS-CoV2 usa para entrar en las células.  

Se ha podido constatar que cuando los adipocitos acumulan mucha grasa, atraen a las células del sistema inmunitario como los macrófagos proinflamatorios y linfocitos. Si bien la inflamación es una reacción útil al organismo, que nos permite defendernos ante una agresión, esta inflamación continuada de las personas obesas crea un estado de alerta constante en el organismo, una especie de sobreinflamación permanente. Se entraría entonces en un círculo vicioso: los pacientes con capacidad respiratoria ya débil, se destruirían con sus propios linfocitos.

Por otra parte, otras células inmunitarias como células dendríticas y linfocitos "helper" que normalmente luchan contra los agentes patógenos, ven su actividad fuertemente reducida en casos de obesidad mórbida. Así tendríamos un doble mecanismo que explicaría que algunos obesos presentasen con frecuencia complicaciones graves:  un nivel de hiperinflamación ya aumentado previamente y y un debilitamiento de la capacidad de respuesta frente a los virus por otra parte. 

Recordemos por fin, que la diabetes, frecuentemente asociada con la obesidad es también un signo de mal pronóstico en los casos de COVID19.


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Fernando Botero: Mujer Sentada (1997) Óleo sobre lienzo, 134 x 92 cm






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