Georges Pierre Seurat
El circo
(1891)
Óleo sobre lienzo 180 x 148 cm
Musée d'Orsay. París |
Durante el s. XIX, muchos estados patológicos fueron exhibidos como rarezas en los circos. Ya hemos mencionado en otras entradas del blog la exhibición de personas profusamente tatuadas, especialmente mujeres, generalmente con relatos truculentos de que habían sido capturadas por indios u otros pueblos "primitivos" y que las habían tatuado a la fuerza, a modo de tortura.
Pero antes de considerar las diversas patologías expuestas a la curiosidad morbosa en ferias y circos, consideremos la propia historia de los circos, su aparición en Europa y América y los espectáculos que ofrecían.
Puede considerarse que el circo moderno nació en 1768, cuando el sargento mayor de caballería Phillip Astley compró un terreno en Londres, donde montó una pista circular donde ofrecía espectáculos de acrobacias a caballo.
Circo Astley (circa 1808). Harvard University. |
Pronto descubrió que al galopar en círculos en la pista la fuerza centrífuga le permitía realizar movimientos acrobáticos muy arriesgados y espectaculares sobre su caballo. Sus intrépidas actuaciones tuvieron mucho éxito entre los londinenses, y pronto contrató a algunos acróbatas, saltimbanquis, malabaristas y funambulistas que actuaban entre las distintas exhibiciones de los jinetes. El origen militar del circo de Astley explica que muchos de los uniformes que aparecen en los circos (domadores, presentadores, etc.) tengan por tradición un cierto aspecto castrense, llenos de entorchados, cordones y botones brillantes, que recuerdan a los de algunos oficiales del ejército.
Botero: Gente de circo |
Astley supo realizar adecuadamente la publicidad y regentó tan bien su negocio que muy pronto tuvo grandes beneficios. No tardaron en salirle competidores e imitadores.
Botero: El circo. |
Celso Lagar |
En Catalunya, el primer espectáculo de estas características tuvo lugar en Reus en 1789 (a la sazón Reus era la segunda ciudad de Catalunya). Fue una exhibición ecuestre en el Teatre Principal (también llamado Teatre de les Comèdies) a cargo de la compañía francesa Jean Gadis Colman. Diez años después los italianos Francesco Frescara y Giacomo Chiarini realizaron una función con equilibristas, sombras chinas, y acrobacias. En Madrid, se creó el circo Price de Madrid (1868) que recibió su nombre de su fundador, un domador de caballos irlandés llamado Thomas Price.
Picasso |
A los espectáculos de circo se añadieron trucos de magia, payasos y domadores de fieras. Era una época en la que no era fácil ver animales salvajes, como leones, tigres o elefantes y exhibirlos sometidos a la voluntad de un domador suscitaba mucha expectación. En la actualidad cualquiera puede ver reportajes de animales en libertad y este tipo de exhibiciones no tienen ya sentido alguno. De hecho, los espectáculos con animales están ya prohibidos en muchos lugares.
Hagenbeck-Wallace Circus, 1932 (Foto Kelty, Edward J.) |
En los primeros tiempos del circo cualquier cosa capaz de provocar la admiración o la extrañeza del público era bienvenida. Fue este el caso de algunas enfermedades y deformaciones que fueron exhibidos como prodigios de la naturaleza. Casos de enanismo o gigantismo, mujeres barbudas, ictiosis u otros cuadros patológicos se equipararon con la exhibición de animales malformados, fieras o animales exóticos, habilidades de prestidigitación o malabares, trapecismo o funambulismo. Tales números fueron muy populares tanto en los EUA como en Europa entre 1840 y 1965. De esta concepción de las enfermedades como espectáculo hablaremos en una próxima entrada del blog.
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