Mosaico de la Medusa. Museu Arqueològic de Tarragona. |
Medusa
Mosaico opus vermiculatum
Mármol, piedra calcárea, pasta de vidrio y cerámica sigillata Dimensiones 1,92 x 4,67 m Emblema: 57,7 x57 cm Museu Arqueològic de Tarragona |
En anteriores entradas hemos comentado las técnicas de opus tesellatum (mosaicos bicolores y de color). Trataremos hoy de la técnica más fina de los mosaicos: el opus vermiculatum, reservado a los trabajos más finos y de mayor calidad.
Comenzaré el comentario de hoy con uno de mis mosaicos romanos preferidos, el mosaico de Tarragona que tantas veces he ido a visitar. Es uno de los mosaicos más destacados de toda la provincia tarraconense, destacando la profunda mirada del personaje mitológico del mito de Perseo, que refleja a la perfección el maléfico poder de convertir en piedra a todo lo que miraba y que seguramente tenía una función protectora de la casa, además de ornamental.
En la elaboración de este mosaico se advierte fácilmente las manos de dos artesanos. La variedad de colores y tonos utilizados es muy amplia, merced al tamaño, generalmente, reducido de las teselas (0'1 a 0'3 cm). Se cuentan veinticuatro tonos de los colores blancos, marrones, amarillos, verdes, azules negros y grises. Procede de la zona residencial de la ciudad, y formaba parte de la decoración pavimental de una domus, de donde fue trasladado al Museu Arqueológic de Tarragona en el año 1857, con motivo de las obras de la cantera del puerto moderno.
Detalle del mosaico de la Medusa, en el que se aprecian bien las pequeñas teselas que caracterizan al opus vermiculatum |
En la elaboración de este mosaico se advierte fácilmente las manos de dos artesanos. La variedad de colores y tonos utilizados es muy amplia, merced al tamaño, generalmente, reducido de las teselas (0'1 a 0'3 cm). Se cuentan veinticuatro tonos de los colores blancos, marrones, amarillos, verdes, azules negros y grises. Procede de la zona residencial de la ciudad, y formaba parte de la decoración pavimental de una domus, de donde fue trasladado al Museu Arqueológic de Tarragona en el año 1857, con motivo de las obras de la cantera del puerto moderno.
Retrato de dama. Museo Nazionale di Archeologia. Nápoles. |
El nombre de opus vermiculatum alude a su minuciosidad: "el trabajo del gusano", por la gran paciencia con la que había de disponer las pequeñísimas piezas. Estaba elaborado con teselas muy pequeñas, de menos de 4 mm. que permitía una representación muy naturalista. A veces se usaba para los medallones centrales de grandes mosaicos (en la cara de los personajes, por ejemplo) o para efectuar retratos de gran parecido de los propietarios de la casa.
Generalmente el opus vermiculatum pretende poner énfasis en los detalles principales del diseño y en el primer plano de una obra, con un efecto de halo suave y fluido. A veces se utilizaba solo alrededor de la cabeza de una figura. Las teselas utilizadas solían ser cuadradas pero pueden ser de diferentes formas.
Generalmente el opus vermiculatum pretende poner énfasis en los detalles principales del diseño y en el primer plano de una obra, con un efecto de halo suave y fluido. A veces se utilizaba solo alrededor de la cabeza de una figura. Las teselas utilizadas solían ser cuadradas pero pueden ser de diferentes formas.
Mosaico de opus vermiculatum con un gato y dos patos. Museo Nazionale Romano. |
El opus vermiculatum era una técnica muy preciada practicada por apreciados especialistas y de alto precio, ya que eran un auténtico arte suntuario. Incluso el emperador Diocleciano llegó a regular los precios que los artistas mosaístas podían pedir por sus obras. Las tarifas se establecían por un baremo de cualificación previa de los artistas.
El opus vermiculatum se originó en Grecia, un poco más tarde que otros métodos para elaboración de mosaicos. El primer ejemplo conocido es el mosaico de Sophilos de Thmuis (alrededor 200 a.C). El método se propagó por todo el mundo helenístico, como los mosaicos de la isla de Delos. También fue usado en Egipto para la decoración de tumbas (desde finales del siglo III hasta el siglo I a. C.) y en Siria se practicó esta técnica hasta épocas más recientes.
El uso del opus vermiculatum decayó después del siglo I d. C., pero continuó empleándose para elaborar mosaicos romanos finos hasta el siglo IV, combinándose muchas veces con opus tesellatum: el emblema se realizaba en opus vermiculatum, lo que permitía realizar las caras con gran naturalismo, y en cambio los dibujos geométricos del resto seguían la técnica del opus tesellatum.
Mosaico de los peces. Museo Archeologico Nazionale. Nápoles |
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