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jueves, 20 de junio de 2019

Picores en la ducha






Edgar Degas

El baño: 
Mujer frotándose la espalda 

 (1887)

Pastel sobre papel 
Museo de Arte de Honolulú. 



La película Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock ocupa ya un lugar destacado en la historia del cine. Probablemente, quien haya visto la  película no podrá recordar la escena de la ducha sin que un escalofrío le recorra el espinazo. Una ducha que da miedo. 


Alfred Hitchcock: Fotograma de Psicosis. 
Museo Nazionale del Cinema. Mole Antonelliana. Turín. 

La película convierte una escena de ducha (una actividad que muchas veces asociamos a un acto cotidiano y a menudo placentero) en un escenario espeluznante, en donde la protagonista es asesinada salvajemente por un psicópata. Y eso precisamente es lo que causa terror: el peligro inesperado que surge de repente en una actividad que consideramos inofensiva. 


Botero: Mujer en la ducha. 
El miedo a la ducha es lo que sienten muchas personas que sufren de prurito acuagénico, una sensación de picor generalizado al entrar en contacto con el agua. Es una enfermedad rara, que puede afectar por igual a hombres y a mujeres, tanto jóvenes como viejos (aunque es infrecuente en niños). El prurito acuagénico puede iniciarse en cualquier momento, y suele ser un trastorno transitorio, que desaparece al cabo de unos cuantos meses o años. No se trata de una enfermedad grave pero sí que altera de forma notable la calidad de vida de los pacientes. 


El principal síntoma es un prurito incoercible y generalizado a los pocos minutos de contactar con el agua. A veces pocas gotas de agua son suficientes para desencadenar el brote, que suele persistir una media hora. En los casos de prurito acuagénico puros, no hay enrojecimiento de la piel, pero en algunos casos se observan habones, y hablamos entonces de una urticaria acuagénica. En la mayoría de los casos, el prurito acuagénico no se acompaña de dolor, aunque en algunos casos excepcionales se puede producir acuadinia (dolor ocasionado por el contacto al agua) lo que hace todavía más intolerable la situación. 


Edgar Degas. Mujer en la bañera (1886) Pastel. 70x70 cm. 
En general, aparte del contacto con agua, no se se puede demostrar ninguna otra causa a este fenómeno. Solamente en un 15% de los casos acompaña a algunas hemopatías y desaparece cuando se realiza el tratamiento adecuado a estas enfermedades. No se trata propiamente de una alergia, en el sentido médico del término, ni se observan alteraciones en los niveles de IgE. De hecho el mecanismo fisiopatológico sigue siendo un misterio. Algunos se inclinan por considerarlo un problema psicopatológico, y realmente el estrés o diversos factores psicológicos inciden notablemente sobre los síntomas, aunque no estamos en condiciones de afirmar que sean la única causa. 



         Alfred Hitchcock: Fotograma de Psicosis (1960)


El tratamiento del prurito acuagénico es muy difícil. La administración de antihistamínicos y la fototerapia no siempre consiguen mejorías apreciables. 

Para estos pacientes, tomar una ducha es algo que les causa temor y que puede llegar a ser casi tan escalofriante como la famosa escena de la ducha de la película Psicosis.  


2 comentarios:

  1. Yo tengo ese padecimiento y realmente es terrible no poder tomar un baño relajante,nunca había buscado información ya que creía que era resequedad de la piel y que al salir y poner cremas se pasa, pero sufro desde que me estoy bañando hasta después de secarme y se prolonga de media a una hora:(

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  2. Si, el prurito acuagénico muchas veces responde mal a los tratamientos. Sin embargo le aconsejo que bajo supervisión de su dermatólogo, siga intentándolo. Espero que pronto pueda ir solucionando este problema. Gracias por su comentario y por seguir el blog.
    Dr. Xavier Sierra.

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