Jonathan Yeo
Aestethic Surgery series
Óleo sobre lienzo
The Bowes Museum. Durham. |
Jonathan Yeo (Londres, 1970) es un reconocido artista inglés que ha realizado un gran número de retratos, entre los que podemos citar a Kevin Spacey, Dennis Hooper, el príncipe Philip, Tony Blair y David Cameron. También realizó un polémico retrato del presidente Bush (2007) con collage de fotos de revistas pornográficas. Algunas de sus obras fueron expuestas en la National Portrait Gallery.
A partir de 2011 centró su atención en la "Aestethic Surgery Series", en la que efectúa una ácida reflexión sobre la cirugía cosmética y la obsesión creciente de recurrir a las intervenciones quirúrgicas en búsqueda de una supuesta perfección física, según los cánones vigentes.
En un sentido similar, recientemente los cirujanos plásticos americanos han dado la voz de alarma en la revista médica JAMA. Cada vez más hay más pacientes que solicitan operarse para parecerse a sus selfies retocadas. La práctica intensiva de selfies y de aplicaciones que ofrecen filtros y retoques, unido a la facilidad de compartirlas en las redes sociales puede conducir a transtornos psicológicos que los autores del artículo proponen denominar "dismorfia Snapchat".
La dismorfia es una anomalía física, mientras que la dismorfofobia es un transtorno psiquiátrico, clasificado como transtorno obsesivo-compulsivo y que designa el miedo a la dismorfia corporal. Las personas que la sufren se obsesionan por las partes del cuerpo que ellos perciben como deformes. En psicología esta disyuntiva entre la realidad y la falsa percepción de la misma se denomina dismorfismo.
Un estudio efectuado en 2015 sobre un centenar de chicas adolescentes australianas ha demostrado que las que más preocupadas estaban por su aspecto y por su peso eran precisamente las que tenían más costumbre de manipular sus fotos y las que eran más activas en las redes sociales. Las dismorfofóbicas usan frecuentemente las redes sociales para contrastar su atractivo físico.
Así, estas técnicas pueden empeorar considerablemente la dismorfofobia, que es frecuente en adolescentes y en personas inseguras. La solución es una correcta evaluación psiquiátrica de los pacientes que demandan una intervención de cirugía estética o la aplicación de técnicas como las infiltraciones con Botox, por ejemplo. Acceder indiscriminadamente a realizar una intervención quirúrgica sin la valoración adecuada, no está dentro de la correcta ética médica. Muchas pacientes sufren este trastorno dismorfofóbico y la realización de intervenciones quirúrgicas repetidas no solamente no las satisface, sino que puede agravar considerablemente su cuadro psiquiátrico, dejando a la paciente en una frustrante, peligrosa e infructuosa búsqueda de la "perfección".
A partir de 2011 centró su atención en la "Aestethic Surgery Series", en la que efectúa una ácida reflexión sobre la cirugía cosmética y la obsesión creciente de recurrir a las intervenciones quirúrgicas en búsqueda de una supuesta perfección física, según los cánones vigentes.
Jonathan Yeo. Aestethic Surgery series (2011) |
En un sentido similar, recientemente los cirujanos plásticos americanos han dado la voz de alarma en la revista médica JAMA. Cada vez más hay más pacientes que solicitan operarse para parecerse a sus selfies retocadas. La práctica intensiva de selfies y de aplicaciones que ofrecen filtros y retoques, unido a la facilidad de compartirlas en las redes sociales puede conducir a transtornos psicológicos que los autores del artículo proponen denominar "dismorfia Snapchat".
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Un estudio efectuado en 2015 sobre un centenar de chicas adolescentes australianas ha demostrado que las que más preocupadas estaban por su aspecto y por su peso eran precisamente las que tenían más costumbre de manipular sus fotos y las que eran más activas en las redes sociales. Las dismorfofóbicas usan frecuentemente las redes sociales para contrastar su atractivo físico.
Julien Legars: 'Alexandrine' (2017) |
Los filtros que se aplican a las fotos adquieren mucha importancia. Hay que tener en cuenta que las selfies alteran las dimensiones de la cara. Un estudio reciente ha demostrado que la nariz aparece aumentada en un 30% en las selfies, debido al ángulo y a la escasa distancia. Por este motivo, las selfies pueden aumentar la insatisfacción de los dismorfofóbicos. El 55% de los cirujanos norteamericanos atienden actualmente a pacientes que les solicitan una intervención quirúrgica para mejorar su aspecto a partir de selfies, mientras que en 2015 solamente era un 42% (datos de la Annual American Academy of Facial Plastic and Reconstructive Surgery, AAFPRS).
Otros artistas, como Saville también han reflejado la cirugía estética en sus obras. Aquí, una rinoplastia. Jenny Saville: Cindy (1993). Óleo sobre lienzo 56 x 46 cm |
También ha cambiado el tipo de demanda. Antes de que las selfies se popularizaran, el motivo más frecuente de demanda en cirugía estética era la rinoplastia por presentar una nariz aguileña. En cambio, ahora la asimetría nasal y facial es la preocupación más habitual, según señala el artículo de JAMA. La dismorfia Snapchat es para los autores un nuevo fenómeno, que tiene como consecuencia la búsqueda de un ideal estético similar a una caricatura, fruto de las imágenes automodificadas, con labios muy gruesos, ojos más grandes y una nariz más fina. Una tendencia alarmante ya que estas selfies proporcionan una imagen que borra la línea entre la realidad y la ficción.
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Así, estas técnicas pueden empeorar considerablemente la dismorfofobia, que es frecuente en adolescentes y en personas inseguras. La solución es una correcta evaluación psiquiátrica de los pacientes que demandan una intervención de cirugía estética o la aplicación de técnicas como las infiltraciones con Botox, por ejemplo. Acceder indiscriminadamente a realizar una intervención quirúrgica sin la valoración adecuada, no está dentro de la correcta ética médica. Muchas pacientes sufren este trastorno dismorfofóbico y la realización de intervenciones quirúrgicas repetidas no solamente no las satisface, sino que puede agravar considerablemente su cuadro psiquiátrico, dejando a la paciente en una frustrante, peligrosa e infructuosa búsqueda de la "perfección".
Bibliografía
Gaubert C. La "dysmorphie Snapchat" : quand les patients veulent se faire opérer pour ressembler à leurs selfies retouchés. Science et Avenir 4 sept 2018.
https://www.sciencesetavenir.fr/sante/cerveau-et-psy/la-dysmorphie-snapchat-quand-les-patients-veulent-se-faire-operer-pour-ressembler-a-leurs-selfies-retouches_127133
Rajanala S, Maymone MBC, Vashi NA. Selfies—Living in the Era of Filtered Photographs.
https://jamanetwork.com/journals/jamafacialplasticsurgery/article-abstract/2688763
Jonathan Yeo: Skin Deep
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