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viernes, 24 de agosto de 2018

¿El regreso del escorbuto?







Baretta

Escorbuto

Moulage de cera. 
Musée-Bibliothèque Henry Feulard. alabastro Hospital de Saint-Louis, París 



Jules Baretta (1833-1923) fue un escultor de figuras de cera que acabó trabajando en exclusiva para plasmar las enfermedades dermatológicas en el Hospital Saint-Louis de París. Baretta y otros ceroescultores fueron los creadores de el museo del hospital, que cuenta con 5000 piezas que representan en tres dimensiones las enfermedades de la piel, aunque también hay obras suyas en otras ciudades. El museo parisino se trata del primer museo de cera dermatológico del mundo en número de piezas, aunque hay muchos otros,  como el Museo Olavide de Madrid. La ceroescultura de Baretta que aportamos hoy a la cabecera de esta entrada representa un caso de escorbuto, en el que hay una hiperplasia gingival que produce frecuentes hemorragias y pérdida de dientes. 

El escorbuto es una enfermedad producida por carencia de vitamina C. La vitamina C permite que el colágeno mantenga su estructura. Sin ella los tejidos (como la pared de los vasos sanguíneos, por ejemplo) pierden su elasticidad y terminan por lesionarse. Interviene además en muchos otros procesos biológicos: síntesis de corticoides, de aldosterona y de carnitina ; absorción gastrointestinal del hierro, unión de las queratinas del pelo mediante puentes disulfuro, y regulación del metabolismo de la tirosina. Funciona, además, como un antioxidante, disminuyendo la concentración de radicales libres y el daño que éstos provocan a lípidos, proteínas, ADN y paredes de los vasos sanguíneos. La sintomatología del escorbuto se caracteriza por una gran fatiga, pérdida de cabellos y piezas dentarias, sangrado de encías, hemorragias, equimosis y hematomas cutáneos y dolores articulares. 

La vitamina C no puede ser sintetizada por el organismo humano y su aporte depende exclusivamente de la alimentación. Se encuentra sobre todo en la fruta fresca (cítricos, kiwis, uvas y fresas especialmente), y en verduras (brócoli, pimientos verdes y rojos, espinacas y tomates), a condición de consumirlas crudas, ya que es muy termolábil, es decir, la cocción la destruye. 

El escorbuto fue una enfermedad propia de marinos, que embarcaban durante largas temporadas y carecían de fruta fresca a bordo. Causó grandes estragos en el pasado, pero se consideraba que era una enfermedad desaparecida, por lo menos en los países desarrollados. 


Francisco de Zurbarán: Naturaleza muerta con limones, naranjas y una rosa (1633) 
La vitamina C se encuentra en abundancia en frutos como los cítricos 

Sin embargo, algunas recientes publicaciones llaman la atención sobre su posible reaparición. En Australia se diagnosticaron 12 casos en 2016, en Massachussets, más de 20, una decena de casos dispersos en Francia y en el Reino Unido. También se han descrito algunos casos en España.   

En algunos casos las causas de esta imprevista reaparición pueden ser la pobreza o la mala alimentación por motivos económicos. Pero en otros casos hay que considerar la falta de información dietética, las dietas mal equilibradas o la costumbre, cada vez más extendida del fast-food y el abandono de la fruta fresca en la alimentación. También se han visto algunos casos en pacientes diabéticos, en transplantados o en psicóticos que consumen poca fruta y cuecen excesivamente las verduras. Recordemos que según la OMS deberían consumirse 5 raciones de frutas y hortalizas diarias y que en el caso de las verduras no deberían someterse a una cocción excesiva. 


Bibliografía 


M.ª F. Agriello, M.ª E. Buonsante, C. Franco, A. Abeldaño, V. Neglia, M. Zylberman, G. Pellerano. Escorbuto: una entidad que aún existe en la medicina moderna. Med Cutan Iber Lat Am 2010; 38 (2): 76-80) 
http://www.medigraphic.com/pdfs/cutanea/mc-2010/mc102d.pdf

Christie-David DJ, Gunton JE  Vitamin C deficiency and diabetes mellitus - easily missed?
Diabet Med 2017 Feb;34(2):294-296. doi: 10.1111/dme.13287. 
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27859562

Des Roches A, Paradis L, Paradis J, Singer S. Food allergy as a new risk factor for scurvy. Allergy 2006; 61: 1487-8. 

Gaubert C. Scorbut : pauvreté et ignorance entraînent son retour dans les pays développés. Science et avenir 20-08-18 
https://www.sciencesetavenir.fr/sante/scorbut-la-maladie-des-marins-fait-son-retour-dans-les-pays-developpes_126825

Hatuel H, Buffet M, Mateus C, Calmus Y, et al. Scurvy in transplant patients. 
J Am Acad Dermatol 2006; 55: 154-6.

Scurvy cases reported in Australia reveal modern diet failing. The Guardian https://www.theguardian.com/australia-news/2016/nov/29/scurvy-cases-reported-australia-modern-diet-failings     
       

Cámara M y cols. Frutas y verduras fuente de salud http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-Disposition&blobheadervalue1=filename%3DT034.pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1352883450648&ssbinary=true

                                   


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