Bartolomé Esteban Murillo
Niño con perro (1655-1660)
Óleo sobre lienzo. 70 x 60 cm
Museo del Hermitage. San Petersburgo |
Al parecer, que un niño conviva con un perro puede hacer que tenga menos eccema y asma. O al menos esto se desprende de los datos presentados hace poco, en el congreso anual del American College of Allergy, Asthma and Immunology (ACAAI), celebrado en Boston del 26 al 30 octubre 2017.
Pablo Picasso. Niño con perro (1905) Museo del Hermitage. San Petesburgo |
Los alergólogos presentaron dos estudios distintos: uno sobre el papel jugado por los perros en la prevención del eccema en los niños pequeños y otro sobre la prevención del asma. En el primer estudio los investigadores estudiaron dos grandes grupos de madres embarazadas: unas habían convivido con un perro y otras no. Como criterio se tomó el haber compartido la misma habitación con uno o más perros durante un mínimo de una hora diaria. El resultado fue que los niños de madres que habían convivido con perros durante el embarazo tenían una incidencia de eccema mucho menor que los de las madres que no tenían perro, aunque este efecto tendía a desaparecer cuando los niños cumplían 10 años.
Velázquez: el príncipe Baltasar Carlos con dos perros. Museo del Prado. |
Después estudiaron el efecto de las bacterias que llevan los perros - su microbiota - sobre la salud de los niños. El resultado fue que la flora bacteriana de los perros confería un efecto protector contra los síntomas alérgicos. Es decir los perros llevan dos elementos que pueden causar efectos muy diferente. Por una parte los alérgenos presentes en el epitelio de los canes y por otro la aportación de bacterias con un cierto efecto protector.
Tras la conferencia, los investigadores han recordado que las personas alérgicas a los perros pueden sin embargo, tener uno. Pero para que esta cohabitación afecte lo menos posible a la salud de la persona afecta, hay que seguir algunas normas:
- El animal no debe entrar nunca en el dormitorio ni en la mayoría de habitaciones.
- Usar aspiradores para efectuar la limpieza de la casa.
- Tras acariciar al perro, la persona alérgica se debe lavar las manos con agua y jabón.
- Finalmente, lavar al perro semanalmente permite reducir el número de alérgenos volátiles.
Thomas Gainsborough: Niña campesina con perro y jarra (1785) Óleo sobre lienzo 174 x 124 cm. National Gallery of Ireland |
Gagandeep Cheema. Effect of Prenatal Dog Exposure on Eczema Development in Early and Late Childhood. ACAAI Annual Scientific Meeting. Boston, October 26-30, 2017
Po-Yang Tsou. The Effect of Animal Exposures on Asthma Morbidity Independent of Allergen Among Inner-city Asthmatic Children. ACAAI Annual Scientific Meeting. Boston, October 26-30, 2017
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