Páginas

Últimes publicacions

domingo, 4 de junio de 2017

Museo Olavide (I): El pionero de la Dermatología en Madrid








Zofío

Eritema pelagroide


Moldeado de cera
Museo Olavide, Madrid. 




Hace unas semanas tuve ocasión de visitar, en Madrid, el flamante Museo Olavide, que alberga una colección de moldeados de cera de las enfermedades de la piel, uno de los más importantes del mundo en número y calidad de las figuras, y que ha sido recientemente reinauguradoLos moldes de cera permitían reproducir en tres dimensiones y de forma bastante parecida al original las diversas alteraciones patológicas de la piel, y constituían un recurso bastante habitual para la enseñanza de la Dermatología en los grandes centros docentes de la época, hasta que la introducción de la fotografía los fue haciendo innecesarios. 

La colocación actual de las piezas expuestas es realmente espectacular y me ha llenado de satisfacción al ver este patrimonio - que casi se daba por perdido - adecuadamente recuperado. Hay que agradecer la meritoria labor del Dr. Luis Conde Salazar y de sus restauradores, Amaya Maruri y David Aranda que han hecho posible esta realidad, tras las vicisitudes que tuvo que sufrir esta magnífica colección de figuras de cera. 


Fotografía de Jose E. Olavide.
Museo Olavide, Madrid



José Eugenio Olavide (1836-1901) estudió Medicina en su Madrid natal y al terminar sus estudios marchó a París, donde durante dos años trabajó con maestros de la talla de Alfred Velpeau (1795-1867), Armand Trousseau (1807-1867) y Jules Maisonneuve (1809-1897) y también pasó una breve temporada en Burdeos, donde asistió al Dr. Guitrac. Su formación fue pues eminentemente quirúrgica, y no asistió habitualmente al Hospital de Saint Louis, donde florecía la dermatología francesa a cargo de maestros como Ernest Bazin (1807-1878) y Alfred Hardy (1811-1893). Ni tampoco consta que Olavide tuviera especial interés por la dermatología en aquella época.

Caricatura de Olavide, por Cilla
A su regreso a Madrid, y tras haber opositado a diversos cargos oficiales, consiguió en 1861 una plaza de Médico Cirujano en el Hospital de San Juan de Dios. Este antiguo hospital de Madrid había sido fundado en 1552 con el nombre de hospital de Antón Martín, con el fin de atender "a los llagados pobres", es decir, que era donde se recluían los enfermos de piel y las enfermedades venéreas. Hablar de este hospital era casi sinónimo de hablar de enfermedades de transmisión sexual, y ya el poeta satírico Francisco de Quevedo (s.XVII) hizo referencia a él en este sentido en algunos de sus poemas. Allí, Olavide se hizo cargo de 120 camas de enfermos cutáneos, ocupadas en su mayoría por casos de sífilis, sarna, tiñas y úlceras de diversa filiación. La práctica diaria en el Hospital de San Juan de Dios motivó su creciente interés por la dermatología, especialidad hasta entonces no cultivada en España. Olavide, se convirtió pues en el primer dermatólogo español, siendo de formación autodidacta, aunque influido indirectamente por la escuela francesa, imperante en aquel momento, y de la que forzosamente tuvo que recibir algunas ideas en la época de cirujano en Francia. Él mismo reconocía su autodidactismo cuando en el Congreso Mundial de París en 1889, afirmaba :

«Cuando me encargué en 1861 de la visita de los enfermos de la piel en el Hospital de San Juan de Dios, la especialidad dermatológica no estaba fundada en mi patria, al menos de una manera práctica, y hube de estudiar en vuestros libros mis primeras nociones científicas. Devergie, Bazin y Hardy, vuestro sabio presidente, fueron mis maestros.»

Moldeado representando un Sarcoma de Kaposi. 
Museo Olavide. Madrid
Pronto Olavide empezó a contar con un grupo de colaboradores, con los que inició unas clases o sesiones en el mismo hospital. Esta actividad puede considerarse como la primera actividad docente de dermatología que tuvo lugar en España (1864). Es verdad que algunos años antes, en 1850, había habido un malogrado intento de fundar una cátedra de dermatología en Madrid, para la que se había nombrado a D. José Calvo, pero este proyecto solamente duró un año y nunca llegó a hacerse efectiva.


Una de las láminas del libro Dermatología general y Clínica iconográfica de Olavide.
Cada ilustración se acompañaba de los datos de la historia clínica del paciente. 


Olavide fue fundamentalmente un clínico, que plasmó y perpetuó su experiencia clínica dermatológica en tres aportaciones básicas: 
  • Su obra escrita, especialmente su imponente libro Dermatología general y Clínica iconográfica publicado en fascículos a partir de 1871.  
  • La creación del museo de moldeados de cera, representando enfermedades cutáneas, uno de los más importantes del mundo. 

Olavide además creó el Laboratorio de San Juan de Dios, dedicado a la "micrografía" que agrupaba técnicas histológicas y microbiológicas. Así describía por ejemplo la técnica de examinar escamas cutáneas de una micosis, en un año tan precoz como 1878: 

«Si se raspa la superficie de la placa con un cuchillete y se coloca lo recogido en el porta-objetos de un microscopio, se ven los esporos y el mycelium del tricophyton mezclados con células epiteliales. Si se pone una gota de cloroformo o de la solución de potasa cáustica sobre esta mezcla, todas las células se disuelven y desaparecen, quedando el vegetal limpio y más visible».

En conjunto, debe considerarse a José Eugenio Olavide como el fundador y el impulsor de la dermatología española. A su muerte, acaecida en 1901, su obra pervivió en Madrid entre sus seguidores, entre los que cabe destacar a Juan de Azúa (1858-1922). Su influencia en Barcelona, especialmente en la figura de Joan Giné y Partagás (1836-1903), que la reconoce en su libro, fue notoria. Su tratado, verdadera insignia de la dermatología hispánica, marca su punto de partida inicial y bien puede considerarse como la solemne consagración de esta especialidad médica en España, comparable a las obras de Alibert en Francia, Willan en Inglaterra o Hebra en Austria.





Bibliografía


Sierra X.  «Historia de la Dermatología». Mra. Barcelona, 1994

Calap J, Padrón JJ, Castilla MA. «Un maestro de la Dermatología Española: José Eugenio de Olavide». Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. Cádiz, 1996.

Sierra X. (1997) «Olavide and the roots of Spanish Dermatology». Int J Dermatol (36): 870-874

Giné y Partagàs J. «Tratado clínico-iconográfico de Dermatología Quirúrgica». Barcelona 1880


Sierra X (ed) «Juan de Azúa y su tiempo» Madrid Edit. SANED, 1999

Del Río E, García Perez A. (1998) «José Eugenio de Olavide. I. Publicaciones y colaboraciones en revistas periódicas». Actas Dermosifilogr (89): 495-503.

Curcio NM, Heras F, Conde-Salazar L (2008). «El legado de José Eugenio Olavide en los Estados Unidos». Actas Dermosifilogr  (99): 740-742. 

Conde-Salazar L  (ed) «Piel de Cera. Historia del Museo Olavide». Madrid: Editorial Luzán; 2006.


García Pérez A , Del Río de la Torre E.  (1997) «Los orígenes de la enseñanza de la dermatología en España»Actas Dermosifiliogr (88): 421-433

Del Río E, A. García Pérez. José Eugenio de Olavide. I: biografía, actividad asistencial y docente. Actas Dermosifiliogr, 89 (1998), pp. 495-503

Del Río E, A. García Pérez
José Eugenio de Olavide. II: Su teoría dermatológica. Actas Dermosifiliogr, 90 (1999), pp. 638-645
García Pérez A, E. Del Río de la Torre. La escuela madrileña de dermatología. Monografías de dermatología, 14 (2001), pp. 270-282

No hay comentarios:

Publicar un comentario