Busto de Louis Brocq
Escultura en mármol Bibliothèque Henri Feulard. Musée des moulages. Hôpital Saint-Louis. Paris. |
Louis Brocq (1856-1929) fue un dermatólogo francés, discípulo de Vidal, de quien siempre alabó su habilidad y precisión
diagnóstica. Trabajó con Fournier y Quinquaud, erigiéndose en un brillante
profesor y en uno de los hombres clave de la historia de la dermatología.
Las
aportaciones de Brocq constituyen una lista interminable. Entre ellas podemos
recordar el estudio de la fase precoz de la micosis fungoides, la
pseudo-alopecia, el eritema pigmentado por antipireno, la glositis media y la
dermatosis peribucal pigmentada, por citar algunas.
Retrato de Louis Brocq (Fotografía) |
También
contribuyó notablemente al estudio de las condiciones de prurito con
liquenificación, continuando y completando la obra iniciada por Vidal.
A Brocq se
debe, también, la primera descripción de la eritrodermia pitiriásica en placas
diseminadas (1897). En 1902, él mismo la redenominó como parapsoriasis en
placas, perfeccionando su descripción
"las parapsoriasis en placas se
caracterizan objetivamente por placas circunscritas, bastante bien limitadas,
de 2 a 6 cm de diámetro; se diseminan aquí y allá sobre los tegumentos, sin
sistematización aparente"
Brocq
incluyó la parapsoriasis en placas en un nuevo grupo de enfermedades
eritematoescamosas. Aunque incluía enfermedades heterogéneas clínicamente, pero
que Brocq agrupó por sus analogías histológicas, su larga evolución y su
resistencia al tratamiento. El hecho de que se presentaran con el rasgo común
de ser enfermedades eritematoescamosas hizo que les otorgara un lugar de
vecindad con la psoriasis en sus gráficos, por lo que les llamó parapsoriasis. En este capítulo incluía
la parapsoriasis guttata, la parapsoriasis liquenoide (paraqueratosis
variegata de Unna) y la propia parapsoriasis
en placas. Aunque la existencia de este grupo impreciso, de parentesco
dudoso y de oscura etiología nunca fue aceptado por algunos autores (Jadassohn,
Juliusberg, White..), otros lo perpetuaron como un cajón de sastre de
enfermedades de difícil clasificación.
Louis Brocq, en el centro, rodeado de los miembros de su servicio |
Además de La Pratique Dermatologique, a la que nos
referiremos a continuación, Brocq publicó múltiples tratados y Atlas de
Dermatología.
Contribuyó también con diversas aportaciones al tratamiento de las enfermedades de la piel, no olvidando los aspectos relacionados con la terapéutica física y la cirugía. Una de sus contribuciones más populares fue la de la cucharilla de legrado (cucharilla de Brocq).
Contribuyó también con diversas aportaciones al tratamiento de las enfermedades de la piel, no olvidando los aspectos relacionados con la terapéutica física y la cirugía. Una de sus contribuciones más populares fue la de la cucharilla de legrado (cucharilla de Brocq).
"La
Pratique dermatologique"
Un hito
importante en la historia lo marcó la publicación en 1900 de la obra La Pratique Dermatologique, en cuatro
volúmenes, publicada por Besnier, Brocq y Jacquet. La obra nacía con una
voluntad de replanteamiento general de la dermatología, como se define en su
prólogo:
Los cuatro volúmenes de La Pratique Dermatologique |
"No sólo no está todo rematado, sino
que hay que volver a retomar todo por la base, incluso desde el punto de vista
clínico puro. La histología está ya desbordada, y la bacteriología, la
histoquimia y la hematología crecen rápidamente, ampliando el campo de estudio
en proporciones imprevistas, socavando las doctrinas más laboriosamente establecidas
y dando salida a un prodigioso conjunto de concepciones enteramente nuevas.
Lejos de estar acabado en la actualidad, este período de renovación, este
magnífico renacimiento está en plena evolución y nada puede hacer prever ni su
duración ni sus límites"
La Pratique Dermatologique era, en
efecto, un libro muy cuidado desde el punto de vista clínico, con múltiples
láminas en color, correspondientes a los moldes de cera del hospital de Saint Louis. Pero sobre todo, quería
acercar los últimos logros científicos al dermatólogo, dando una mejor y más
completa interpretación de la clínica:
"el dermatólogo hallará siempre las
indicaciones principales sobre la materia. La histología, la bacteriología, la
histoquimia y la hematología serán tratadas en la medida indicada por el estado
actual de los conocimientos y por su importancia relativa a las dermatosis en
particular"
Ilustración de La Pratique Dermatologique |
"El estado actual de la dermatología
no permite clasificar las enfermedades del tegumento en un orden racional. Para
poder realizar una clasificación normal sería preciso que las nociones sobre
etiología, patogenia, síntomas, evolución, fueran positivas, firmes, completas.
Pero no es así. Muy avanzadas para un gran número de dermatosis, para las que
son ciertamente parasitarias, por ejemplo, para otras muchas estas nociones son
todavía incompletas, dudosas o discutidas"
Los autores
se muestran perplejos ante esta situación. Fruto de esta perplejidad es la
solución de alinear las enfermedades según un orden alfabético. Esta solución
aleatoria fue esencial y determinante en la evolución de la nosología en el
s.XX. Gracias al abandono de los sistemas clasificatorios del s.XIX, la
morfología se relega a un segundo plano, permitiendo la más fácil asimilación
de las nuevas aportaciones, que no tenían que encuadrarse ya forzosamente en un
sistema nosológico rígido.
Ilustración de La Pratique Dermatologique |
Replanteamiento
nosológico de Brocq
Pocos años
despues de la aparición de La Pratique
Dermatologique, Brocq plantea un nuevo concepto de nosología evolutiva.
Según él, para clasificar las enfermedades cutáneas de forma lógica,
"conviene apoyarse en su etiología y
en su patogenia"
Según
Brocq, existen 2 grandes clases de enfermedades: las entidades mórbidas
verdaderas (producidas por un agente causal conocido que proviene del exterior:
agentes mecánicos, físicos, químicos y seres vivos), y los estados mórbidos
procedentes del mismo enfermo (reacciones cutáneas).
"las reacciones cutáneas son
enfermedades definidas por sus características anatomoclínicas, pero que pueden
ser producidas por causas múltiples, variables y/o desconocidas"
por lo que podemos concluir que se trataba de un
auténtico cajón de sastre, aunque con síntomas que permiten caracterizar las
diversas dermatosis. Las reacciones cutáneas dependen:
1) De la disposición morbosa del sujeto en un
momento determinado.
2) De la predisposición especial de su tegumento a
responder en determinada forma bajo su influencia, y
3) De una causa, no bien conocida, que pondría en
marcha dicha predisposición.
Como puede
verse, Brocq retoma la doctrina de la predisposición personal,
"la predisposición mórbida está
constituída por un conjunto de condiciones múltiples de lo más complejo, que se
combinan en el paciente a dosis diversas, de forma que establecen su
individualidad mórbida"
Así, vemos
aparecer en la primera década del s.XX un resurgimiento de la teoría de las
diátesis de Bazin y en cierto modo, una cierta influencia de la teoría humoral
hipocrática.
Clasificación gráfica de los grupos de enfermedades, según Brocq. Obsérvese, en la parte izquierda el grupo "parapsoriasis", que Brocq denominó así por haberlo situado en la proximidad de "psoriasis" |
Brocq
concebía además los grupos de enfermedades como conjuntos que representaba
gráficamente, estableciendo relaciones puente o de formas de transición entre
ellos. Brocq se refería constantemente a estos síntomas comunes como faits de passage, que constituían los puentes entre sus nebulosas, o representaciones gráficas de la nosología. Así configuró una nebulosa de límites imprecisos, llena de conexiones entre los
diversos compartimentos, dando lugar a la creación de un método gráfico en la sistematización
nosológica de las dermatosis. Estos esquemas de Brocq son naturalmente,
arbitrarios y personales, pero revelan la impotencia de un clínico con un
profundo conocimiento para establecer una clasificación formal.
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