Microscopio de bolsillo (1846) Instrumento médico. Latón y cristal, con caja de madera Brunner. Rue des Bernardins, 34 París. |
La afición a la microscopía de David Gruby le llevó incluso a diseñar un microscopio de bolsillo transportable que le facilitara sus investigaciones, que como ya hemos visto había comenzado con éxito. El fabricante suizo Jean Bunner (1804-1862) realizó este modelo al parecer sobre los diseños e ideas de Gruby quien, entusiasmado por los brillantes resultados obtenidos, se dedicaba ya plenamente a la búsqueda de nuevos hongos microscópicos.
Los dibujos y publicaciones de Gruby permitieron desarrollar nuevos modelos de microscopios |
Gracias a instrumentos como este, el siguiente trabajo de David Gruby (1842) fue estudiar el muguet, una afección muy frecuente entre los niños del hospicio. Con este nombre se conocía una afección que puede verse en niños y en adultos en situación de inmunodepresión, en la que aparecen en la boca unas lesiones blancas características. A estas lesiones se les daba el nombre de muguet, por similitud de color con una pequeña flor blanca muy popular en Francia, que brota súbitamente a principios de mayo y que se considera portadora de buena suerte (Convallaria marjalis).
El muguet es una pequeña flor blanca muy olorosa (Convallaria majalis) Su intenso color blanco dió el nombre popular por el que se conoce la candidiasis oral |
Gruby, tras al menos un año de intenso
trabajo, descubrió que el muguet también estaba producido por un organismo vegetal al que
propuso llamar aphtophytes (ya que provocaba aftas o lesiones erosivas en la mucosa bucal) y que clasificó
en el género Sporotrichum. Hoy conocemos a esta levadura como Candida albicans, lo que por cierto es una reiteración un tanto absurda, ya que tanto Candida como albicans hacen referencia al color blanco.
Su siguiente trabajo se dirigió a investigar la causa de la sicosis barbae micótica, un proceso que infecta todos los pelos de la barba. La clínica de esta enfermedad es una barba llena de pus, con formaciones granujientas en cada folículo y con un aspecto exudativo, parecido a un higo abierto (de ahí el nombre de sicosis que deriva del griego sykós, higo) . La descripción clínica, como todas las que él realizaba era sucinta y con algunas imprecisiones, pero la descripción del parásito es mucho más precisa:
Su siguiente trabajo se dirigió a investigar la causa de la sicosis barbae micótica, un proceso que infecta todos los pelos de la barba. La clínica de esta enfermedad es una barba llena de pus, con formaciones granujientas en cada folículo y con un aspecto exudativo, parecido a un higo abierto (de ahí el nombre de sicosis que deriva del griego sykós, higo) . La descripción clínica, como todas las que él realizaba era sucinta y con algunas imprecisiones, pero la descripción del parásito es mucho más precisa:
"El examen microscópico del pelo
demuestra que toda su parte dermática está rodeada de criptógamas, que forman
una capa vegetal entre la vaina del pelo y el propio pelo, de forma que el pelo
está hundido en una vaina exclusivamente formada por criptógamas, como un dedo
en un guante".
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Este
hongo, que él bautizó como Mentagrophytes,
por ser una planta (phytos) que crecía en el mentón, fue redenominado en 1853 como Microsporum (Trichophyton) mentagrophytes.
Probablemente la más destacada entre las importantes
aportaciones que Gruby realizó a la incipiente micología fueron una serie de
trabajos aparecidos entre 1841 y 1844 sobre los agentes etiológicos de las
tiñas del cuero cabelludo. En estos trabajos, si bien eran algo pobres desde el punto de vista
clínico, se realizó la distinción cuidadosa de diversos organismos,
clasificando la parasitación del pelo en dos tipos principales:
- hongos con grandes esporas endothrix (situadas en la parte interna del cabello)
- hongos con pequeñas esporas ectothrix (situadas en la parte externa del cabello)Esta atención especial que dispensó a las relaciones entre los hongos y las formaciones anatómicas del pelo (en la que influyó indudablemente su formación de origen anatómico y fisiológico) contribuyó a un importante progreso en la comprensión y diagnóstico de este tipo de procesos:
"El examen microscópico de los
pelos tomados de individuos afectados por esta enfermedad, muestra como están
envueltos completamente por un gran número de criptógamas formando una
verdadera funda que rodea los pelos y que se extiende a lo largo de ellos de 1
a 3 mm más allá del nivel de emergencia de la piel"
En 1843,
creó el género Microsporum, al
describir el microorganismo responsable de la tiña tonsurante, aludiendo a sus
pequeñas esporas. Propuso el nombre de Microsporum
decalvans audouinii en honor al destacado botánico Audouin:
"A causa del pequeño tamaño de
las esporas, he denominado a estas criptógamas Microsporum, y uniendo a este
nuevo hallazgo patológico el nombre del famoso académico que a través de su
fina investigaciónsobre la muscardina llamó la atención sobre los vegetales
parásitos que destruyen los tejidos vivos animales, sugiero el nombre,
Microsporum audouini, para el agente vegetal del Porrigo decalvans"
Diez meses
más tarde, presentó un nuevo y último trabajo sobre los agentes causales de las
tiñas. Tal vez
fuera este su mejor trabajo. En él se muestra que el parasitismo se limita a la
parte radicular del cabello, y que la micosis no impide el crecimiento del
cabello. El estudio acaba con una afirmación que puede resultar bastante
evidente para nosotros, pero que era audaz en su tiempo: cada tipo de tiña es
debido únicamente a la presencia de un parásito característico:
"Las criptógamas de la tiña
tonsurante nacen y se desarrollan en la raíz del cabello"
"Microsporon Audouïni, al contrario,
se desarrolla en la superficie externa del cabello, fuera de los folículos"
"Estos caracteres son talmente
constantes en la tiña tonsurante que no hay ni un solo cabello enfermo en esta
afección que no los presente"
"La tiña tonsurante resulta únicamente
del desarrollo de las criptógamas que hemos descrito, y por consiguiente merece
ser clasificada entre las enfermedades causadas por parásitos
vegetales..."
Con Gruby
puede considerarse que nace la micología. Los descubrimientos anteriores a él
tienen un rango más de precursores que de auténticos micólogos científicos.
Además de todos los hongos parásitos citados, Gruby tambien descubrió otro microorganismo (Tripanosoma sanguinis) en la sangre de una rana.
Bibliografía
Además de todos los hongos parásitos citados, Gruby tambien descubrió otro microorganismo (Tripanosoma sanguinis) en la sangre de una rana.
Bibliografía
Bennett JH. Description of a new microscope, for the use of medical practitioners at the bed-side. Clinical Lectures on the Principles and Practice of Medicine. Londres, 1868
Gruby D.
Recherches sur la nature, le siège et le développement du Porrigo decalvans ou
phytoalopécie. Comptes Rendus Acad. Scien. Paris, 1843; 17: 301-303
Gruby D. Recherches anatomiques sur une plante cryptogame qui constitue le vrai muguet des enfants. Comptes rendus Acad Sci Paris, 1842; 14: 634-635
Gruby D.
Recherches sur les cryptogames qui constituent la maladie du cuir chevelu
décrite sous le nom de Teigne tondante (Mahon), Herpes tonsurans (Cazenave).
Comptes rendus Acad. Scien. Paris, 1844; 18: 583-585
Gruby D.
Recherches anatomiques sur une plante cryptogame qui constitue le vrai muguet
des enfants. Comptes rendus Acad Sci Paris, 1842; 14: 634-635
Gruby D. Sur
un nouveau cryptogame qui se développe dans la racine des poils de la barbe et
constitue une espèce de mentagre contagieuse. Comptes Rendus Acad. Scien.
Paris, 1842; 15: 512-513.
Sierra Valentí, X. Historia de la Dermatología. Mra, Creación y realización editorial. Barcelona 1994.
Sierra Valentí, X. Historia de las Micosis Cutáneas. Mra. Creación y realización editorial. Barcelona, 2004.
Zimmer M. David Gruby (1810-1898): sa vie, ses travaux sur les affections criptogamiques. Actes Soc. Franç. art dentaire 2008, 13, 48-51.
http://www.biusante.parisdescartes.fr/sfhad/vol13/2008_12.pdf
Zimmer M. David Gruby (1810-1898): sa vie, ses travaux sur les affections criptogamiques. Actes Soc. Franç. art dentaire 2008, 13, 48-51.
http://www.biusante.parisdescartes.fr/sfhad/vol13/2008_12.pdf
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