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miércoles, 20 de abril de 2016

La piel momificada en el Egipto predinástico







Momia de hombre adulto con su ajuar funerario (sandalias, trozos de bolsa, cesta, flechas...)
(Época predinástica, Nagada II, 3500 a.C.)


Restos orgánicos, cuero, fibras vegetales, madera.

Adquido por Schiaparelli (1900-1901)
Museo Egizio. Turín. 




En la época predinástica de Egipto (4000-3050 a.C.) los difuntos eran meramente depositados en hoyos ovales o circulares, recostados sobre uno de los lados, y replegados en posición fetal. En algunos casos eran someramente envueltos en pieles de animales o en esterillas de juncos. El contacto del cuerpo con el terreno arenoso rico en natrón (formado por óxido de sodio, carbonatos y bicarbonatos) favorecía su desecación y conservación natural. 

La sepultura que aportamos hoy aquí y que se conserva en el Museo Egizio de Turín, no fue fruto de una excavación arqueológica, sino que fue adquirida por el egiptólogo Ernesto Schiaparelli a principios del s. XX.

Se trata del cuerpo de un hombre adulto, de unos cuarenta años de edad y de su ajuar funerario, compuesto por flechas, cestos que contienen fragmentos de tejido y un par de sandalias.

Recientes análisis científicos realizados sobre el cuerpo y sobre los tejidos conservados en las cestas, parecen confirmar la pertenencia a una única sepultura, y también han revelado la presencia de un aceite vegetal sobre las vendas, que tal vez fueron aplicados en el curso del ritual fúnebre. 



Sepultura de un niño con su presunto ajuar. Adquirido por Schiaparelli. Museo Egipcio de Turín. 


Otro ejemplo de momificación natural lo encontramos en otros restos mortales conservados en el Museo Egizio de Turín. También en este caso se trata de una adquisición  de Ernesto Schiaparelli que lo consideró parte de un ajuar unitario de finales del IV milenio a.C. En este caso se trata de los restos de un niño, momificados como en el caso anterior de forma natural. El cuerpo está parcialmente vendado y cubierto por un sudario, y está acompañado de un somero ajuar formado por un par de sandalias, un vaso con una cubierta vegetal,  un pequeño arco con fragmentos de flechas, un cesto conteniendo pan, restos de cuerda y un modelo de barca. 

Ambos casos son ejemplos de una momificación natural al ser enterrados en arenas muy ricas en sales (natrón, formado por carbonatos y bicarbonatos) y en un ambiente desértico, de muy escasa humedad, por lo que se produjo una desecación y salinización de los tejidos. Hay que destacar que los cuerpos de la época predinástica presentan a veces mejores condiciones de conservación que los del Reino Nuevo. En ésta última época el ritual de momificación era mucho más sofisticado e incluía frecuentemente una aplicación de aceites, perfumes y ungüentos excesiva, que no contribuían tanto a la perfecta preservación de los tejidos del cuerpo del difunto. 





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