Van Gogh: Autorretrato (1889) |
Vincent Van Gogh Autorretrato (1889) Óleo sobre lienzo. 65 x 54 cm. Musée d'Orsay. Paris. |
Se celebra hoy el 163 aniversario del nacimiento de Vincent Van Gogh, en Zundert, (Norte de Brabante. Países Bajos). Una buena efemérides para plantear una hipótesis sobre la enfermedad que lo aquejaba.
El primer ataque de la enfermedad de Van Gogh aparece en Diciembre de 1888, estando en Arlés, donde había llegado a final de Febrero de ese mismo año. Durante su estancia en Arlés (de Febrero a Diciembre de 1888) está muy mal alimentado y su vida es extremadamente desordenada. Anteriormente había pasado dos años viviendo con su hermano en París, donde su alimentación era mejor.
Vincent Van Gogh sufrió crisis de transtornos mentales, que le llevaron al alcoholismo, a ser recluído en un manicomio, a la automutilación y al suicidio. El diagnóstico de la enfermedad de van Gogh ha dado lugar a todo género de especulaciones. Si no es sencillo el diagnóstico de una enfermedad mental en un paciente actual, mucho más el diagnóstico retrospectivo, y menos todavía sin poder recurrir a ninguna prueba complementaria. Así se ha especulado sobre depresión, esquizofrenia, epilepsia, transtorno bipolar, neurosífilis, etc... No queremos entrar, por no extendernos demasiado en todas estas hipótesis, y simplemente expondremos una posibilidad diagnóstica: la porfiria intermitente aguda.
La Porfiria Aguda Intermitente (PAI) es, una enfermedad hepática, hereditaria que presenta síntomas que afectan al sistema nervioso y que a diferencia de otras porfirias, no afectan a la piel. Como las otras enfermedades de este grupo, su causa es la dificultad del organismo para elaborar una determinada enzima.
La Porfiria Aguda Intermitente (PAI) es, una enfermedad hepática, hereditaria que presenta síntomas que afectan al sistema nervioso y que a diferencia de otras porfirias, no afectan a la piel. Como las otras enfermedades de este grupo, su causa es la dificultad del organismo para elaborar una determinada enzima.
La enfermedad permanece latente en la infancia, e incluso puede continuar latente durante toda la vida del individuo sin que éste llegue a saberlo. Cuando se presentan los síntomas, lo hacen de forma intermitente y pueden incluir dolor de
estómago, debilidad muscular, dolores en brazos y piernas, insomnio, tensión
alta, palpitaciones, retención urinaria, problemas emocionales, confusión y
alucinaciones. La analogía con los síntomas de otras enfermedades y el escaso conocimiento que se tiene de este cuadro dificulta mucho su diagnóstico. La enfermedad puede aparecer bruscamente y llegar a ser grave.
Los brotes son muy variables y difíciles de prever, dependiendo de varios factores, como la presencia de determinadas hormonas (por este motivo la PAl no
suele aparecer hasta después de la pubertad); problemas nutritivos; efectos adversos de algunos fármacos; o ingesta de alcohol.
a)
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Presencia de ciertas hormonas, por ello esta enfermedad no suele aparecer clínicamente hasta después de la pubertad.
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b)
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Problemas de nutrición. La ingestión de una dieta baja en calorías o baja en carbohidratos (azúcares) puede causar ataques. El régimen alimentario de Van Gogh era totalmente insuficiente, según se infiere de las cartas a su hermano y previsiblemente presentaba este déficit.
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c)
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Efectos secundarios de ciertos fármacos. Antes de los conocimientos actuales sobre PAI, los enfermos normalmente se trataban con tranquilizantes, sedantes, antiepilépticos y otras fármacos que podrían estar involucrados en el desarrollo de la enfermedad. De hecho los ataques más severos están casi siempre ligados al uso de medicamentos inadecuados. Van Gogh recibia diversos tratamientos (algunos de ellos con extractos de digital) para tratar su teórica epilepsia.
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d)
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Alcohol. La sobrecarga que el alcohol ejerce sobre el hígado favorece el desarrollo de la enfermedad. Van Gogh, bebía absenta de forma inmoderada, un licor de alta graduación que lleva además diversas hierbas alucinógenas en su composición.
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e)
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Otros tóxicos. Van Gogh padecía de pica, una continua necesidad de comer y beber todo lo que alcanzaba. Se bebía la trementina, mordisqueaba los pinceles llenos de plomo y otros metales pesados. La intoxicación crónica de ciertas sustancias puede causar transtornos en la visión haciendo que se vea un halo luminoso rodeando algunos objetos y hacen percibir mucho más el color amarillo (xantopsia).
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f)
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Exposición continua al sol. Diversos episodios de insolación y una constante exposición solar también podrían haber actuado como desencadenantes de sus ataques.
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El bioquímico australiano Wilfred N. Arnold, cree que Van Gogh pudo presentar una porfiria aguda intermitente ("Vincent van Gogh,
a life between Creativity and Illness", Basilea, 1993). La historia familiar sería según él un dato importante a tener en cuenta. La
hermana de Vincent, Wil, que ingresó en un sanatorio en 1902, pudo haber
padecido también este desorden metabólico hereditario, descrito por primera
vez en 1889. Su hermano Theo murió en 1891 con un grave desequilibrio mental, y también desarrolló síntomas parecidos.
Vincent Van Gogh paintings:
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