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domingo, 9 de agosto de 2015

El mítico cabello de Sansón (y III): Castración simbólica.





Peter Paul Rubens

Sansón y Dalila 
(1609)

Óleo sobre lienzo 185 x 205 cm. 
National Gallery, Londres



La leyenda de Sansón es uno de los relatos más ricos y explícitos en lo que se refiere a simbolismo del cabello y tal vez una de las que más han contribuído a la valoración de estas faneras en los varones. En Sansón,  se vincula su fuerza descomunal al hecho de ser un nazirita o nazir, es paradigmática y tendrá una notable influencia posterior. En el judaísmo, los naziritas eran personas consagradas a Dios que no se cortaban nunca los cabellos, ni bebían vino, ni tocaban cosas impuras, como cadáveres (Núm. 6,1-21) La interpretación psicoanalítica de la historia de Sansón deja clara la fuerte simbología que podemos encontrar en ella.


Max Lieberman. Sansón y Dalila.



En el mito de Sansón cabe destacar el simbolismo de fortaleza y virilidad atribuido a los cabellos, y el especial vínculo que tiene Sansón con Dios. Es Dios quien le da una fuerza sobrenatural, en virtud de su voto. Vemos aquí un cierto paralelismo con Homero, que describe a los héroes griegos como seres de largos cabellos. El mismo Sansón lo describe así: 

"Nunca me ha tocado la cabeza una navaja, porque    soy nazir de Dios desde las entrañas de la madre. Si me cortaban los cabellos, desaparecería mi fuerza y sería como un hombre cualquiera"  
(Jueces 16,17)

Jan Steen. Sansón y Dalila. 



Frecuentemente, en los mitos, bajo una narración eufemística, encontramos latentes cuestiones psicológicas. Freud afirmaba que los mitos son los sueños seculares de una humanidad juvenil. En los cabellos hay un fuerte simbolismo sexual, y pueden convertirse en verdaderos fetiches, es decir, objetos de veneración especial, que Freud definía como “partes del cuerpo poco apropiadas para fines sexuales (pies o cabellos)”. Esta veneración es la que da lugar por ejemplo, a conductas sexuales como el fetichismo. 

En los cabellos podemos encontrar una represión parcial, pars pro toto, con la que se permite que aflore a la consciencia solo uno de los componentes de la zona genital, el pelo, común a otras partes, mientras que el resto queda silenciado. Sansón pierde su fuerza cuando Dalila le corta los cabellos. La acción de cortar los cabellos puede interpretarse como una castración ritual, que comporta la pérdida de la virilidad y de la fuerza. Los mitos de castración eran frecuentes en el mundo antiguo (Agdistis, Atis, Urano, Osiris..) y frecuentemente la castración se recuerda simbólicamente con cabellos rapados (como era el caso de los sacerdotes isíacos) y con tonsuras rituales. 

Mantegna. Sansón y Dalila 


En un cuadro casi escultórico, Mantegna nos representa a Dalila cortando los cabellos de Sansón. Coge un grupo de cabellos que levanta verticalmente, recordando un falo erecto. Mientras la castración simbólica viene reforzada por la imagen de la rama cortada del árbol, la proliferación de símbolos fálicos del resto de la escena la niega. El ambiente de vegetación exuberante (también presente en la obra de Cranach) y los granos de uva aluden a la fecundidad y la corriente de agua que cae de la roca a la taza y vuelve a salir por un agujero sugiere la pérdida de la potencia por parte de Sansón y su posterior resurgimiento. El árbol también puede insinuar la Cruz o el Árbol del Paraíso. Encontramos pues una multiplicidad y contraposición de símbolos, en una elaborada lectura del relato que tan bien plasmaron los artistas del Renacimiento. Tanto en el cuadro de Mantegna como en el de Cranach, la figura de Sansón está tumbada (en una postura usada habitualmente para representar los desnudos femeninos y que no miran lo que pasa, en el que pueden verse nuevos símbolos psicoanalíticos de castración) 


Lucas Cranach el Viejo. Sansón y Dalila (1537)
Óleo sobre tabla 74,5 x 121
Gemäldegalerie Staatliche Kunstammlungen, Dresde



La iconografía de Mantegna nos presenta a un Sansón dormido en un probable estupor de borracho. La presencia de las uvas subraya esta idea. Es una referencia a una transgresión, similar a la de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Sansón, como nazir, no podía beber vino. Hay un paralelismo claro entre Dalila/Eva, Arbol de la Ciencia/Parra y expulsión del paraíso/pérdida de fuerza. La parra trepa por el árbol con una forma sinuosa, que recuerda a la serpiente. Una inscripción latina, en el árbol confirma estos paralelismos: 


"Una mujer malvada es tres veces peor que el demonio".

Sansón, dormido, no mira. Una probable referencia a su posterior ceguera (le serán arrancados los ojos por los filisteos). La ablación ocular es una pérdiada de un órgano, una nueva castración. La asociación de la ceguera con la falta de intuición y la castración es tan clara en la historia de Sansón como en la leyenda de Edipo. El castigo de Sansón prisionero en manos de los filisteos es el de moler grano: un trabajo reservado a las mujeres, nueva reafirmación de que la pérdida de cabello debe interpretarse como un símbolo de castración. 

Saint-Saëns. Samson and Delilah (Grande Fantasie) : 





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