Anónimo
Negro torna atrás (Serie de pinturas de castas) Óleo sobre cobre, 36 x 48 cm (Perú, 1770).
Museo de América, Madrid.
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Tras la
llegada de los conquistadores a América, se produjo una mezcla étnica compleja
a que pronto dio lugar a variadas combinaciones. Tambien se produjo un sistema
social de castas, que intentó jerarquizar los diversos niveles de mestizaje en
función de su porcentaje genético de sangre blanca o como se decía entonces,
"de limpieza de sangre". Este sistema social racista (que aun hoy
pervive de algun modo en ciertos países americanos) pronto se demostró de aplicación
muy complicada por la gran variedad de cruces posibles. Uno de estos grupos era
llamado "tente en el aire", una denominación que expresaba que una
persona perteneciente a esta casta flotaba en el aire, incapaz de echar
raíces, sin identidad propia.
La llamada
pintura de castas era un género pictórico que floreció en el siglo XVIII,
principalmente en el Virreinato de Nueva España, aunque también se practicó en
el Virreinato del Perú. Son series de cuadros que intentan clasificar las
distintas mezclas entre razas "puras": españoles, indígenas y negros.
En cada pintura se representan familias: el padre, la madre y el hijo. La que
comentamos forma parte de una serie peruana que el virrey del Perú, Manuel Amat
y Junyent (1761-1776), envió a España en 1770, por encargo de Carlos III, quien
animado por su hijo –el Príncipe de Asturias, el futuro Carlos IV– quería armar
el primer Gabinete Real de Historia Natural en España.
Los
dermatólogos nos fijamos habitualmente en los fototipos. El color de la piel
determinado por causas genéticas es el resultante de este "melting
pot" que a veces depara alguna sorpresa, como el caso de los "negro
torna atrás": una combinación genética de escasa probabilidad por la que
dos padres aparentemente blancos pueden tener un hijo negro.
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