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viernes, 15 de noviembre de 2019

La importancia de lavarse las manos (I)







Mary Cassatt

Mujer lavándose las manos
 (1890)

Grabado a punta seca y aguatinta 
impreso en color a partir de tres láminas; 
cuarto estado de cuatro (Mathews y Shapiro) 
36.4 x 26.8 cm
Worcester Art Museum. 




Mary Stevenson Cassatt (1844 - 1926) fue una pintora y grabadora norteamericana. Nació en el seno de una acomodada familia de Pensilvania. Viajó por diversas ciudades europeas y aprendió alemán y francés. Se instaló en París, donde pasó la mayor parte de su vida, entrando en contacto con pintores impresionistas. Su arte, que se encuadra en esta corriente artística, se dedicó sobre todo a reflejar la vida privada y social de las mujeres de su época. 

Mary Cassatt trabó una fuerte amistad con Edgar Degas. Degas y Cassatt tenían mucho en común: gustos similares en cuestiones de arte y literatura, ambos provenían de familias ricas, habían hecho estudios de pintura en Italia, y eran independientes y solteros. El grado de intimidad entre ellos no se puede evaluar, al no haber cartas, pero es poco probable que mantuvieran también una relación amorosa dados sus orígenes sociales conservadores y sus principios morales fuertes. Degas enseñó a Cassatt la pintura al pastel y el grabado, técnicas que Cassatt dominó rápidamente; por su parte, Cassatt ayudó a Degas a vender sus pinturas y a promocionar su figura en Estados Unidos.

Uno de los grabados de Mary Cassatt es esta escena de una mujer lavándose las manos en un lavabo como los que se estilaban en la última década del s. XIX. Una jofaina sobre el tocador, en el que advertimos algunos frascos, probablemente de colonia o cosméticos. En el suelo, al lado del tocador, podemos ver el aguamanil, una jarra que contenía el agua, ya que no se disponía de agua corriente. La mujer se ha desnudado de cintura para arriba para efectuar la higiene de cara, manos y axilas. 

Lavarse las manos es una práctica higiénica no sólo recomendable sino imprescindible, ya que el 80% de las enfermedades se contagian por no lavarse frecuente y correctamente las manos. 

Enfermedades más frecuentes que pueden contraerse por no lavarse las manos adecuadamente tras ir al baño: 

  • Norovirus - Es la causa más habitual de gastroenteritis vírica en los humanos. Puede afectar a todas las edades y se transmite fácilmente de una persona a otra, especialmente en espacios cerrados.  La mejor manera de prevenir el contagio es lavarse bien las manos tras ir al lavabo, antes de preparar alimentos. También es conveniente evitar tocarse la nariz y la boca. 
  • Hepatitis A - Es una infección vírica que afecta al hígado causando síntomas como ictericia, dolor abdominal, fiebre y fatiga. Frecuentemente se transmite por alimentos que han sido manipulados por personas que no se han lavado las manos adecuadamente tras ir al baño. El simple hecho de ingerir trazas microscópicas de materia fecal contaminada puede causar la enfermedad.
  • Infecciones nosocomiales - (enfermedades contraídas en los hospitales) Los más habituales son infecciones por E.coli y Staphilococcus aureus. Muchas veces se transmiten por la mala higiene de algún miembro de sus plantillas. 
  • Enfermedades transmitidas por via aérea - Las principales son gripe, varicela, meningitis o resfriado común. En la mayoría de los casos se transmiten por gotitas de se lanzan al toser o estornudar siendo posteriormente inhaladas, pero pueden transmitirse también por una mala higiene de manos .  

Sésamo: Canción Lavado de manos (para niños) 



Sésamo: Lavado de manos antes de comer (para niños) 




Las manos a lavar (para niños) 


jueves, 14 de noviembre de 2019

El Bosco: Mesa de los siete pecados capitales









Hyeronimus Bosch (El Bosco)

Gula 
(Mesa de los siete pecados capitales) 
(1505-1510) 

Óleo sobre tabla de madera de chopo
119,5 x 139,5 cm.
Museo del Prado. Madrid




Además de tablas y retablos, Hyeronimus Bosch, más conocido como El Bosco pintó algunas tablas pensadas para ser usadas como tablero de mesa. Una de ellas la de los pecados capitales fue adquirida por el rey Felipe II y usada en el palacio del Escorial. Actualmente puede verse en el Museo del Prado de Madrid. Aunque se consideraba hasta hace poco una obra de juventud del Bosco, de estilo gótico, pintada probablemente hacia 1485, recientemente algunos especialistas sitúan su realización en el período 1500-1525.


La muerte del pecador. Tras la cama, acecha la muerte. Sobre la cabecera de la cama, el demonio espera su botín, preparándose para llevar consigo al infierno el alma del desdichado. La escena nos proporciona información sobre la vida privada y los dormitorios de la época, así como sobre el rito de la unción de los enfermos. 



La mesa representa los siete pecados capitales. Está dividida en sectores radiales, representando cada uno de los pecados, con una leyenda aclaratoria en cada uno. En su centro, está Cristo, representado como Varón de Dolores, mostrando sus llagas. Está rodeado por la leyenda "Cave, Cave, dominus videt" (Cuidado cuidado, Dios lo ve). En las esquinas cuatro círculos en los que se representa la muerte del pecador, el juicio final, el infierno y la gloria. En las dos filacterias situadas arriba y abajo del círculo central, figuran textos en latín extraídos del Deuteronomio (32, 28-29 y 32, 20), que advierten de las consecuencias del pecado. La primera, entre los tondos de la Muerte y el Juicio Final, dice así: 
Gens absq[ue] [con]silio e[st] et sine prudentia deutro[m]y 32[um] 
utina[m] sapere[n]t [et] i[n]telligere[n]t ac novissi[m]a p[ro]videre[n]t  

(Porque son gente sin comprensión ni prudencia. 
Si fueran inteligentes lo entenderían y se prepararían para su fin). 

La segunda, entre el Infierno y la Gloria, reza: 


Absconda[m] facie[m] mea[m] ab eis: 
et [con]siderabo novissi[m]a eo[rum] 

(Esconderé mi rostro de su vista: 
y veré cuál será su fin). 



En el sector dedicado a la gula se ve a la derecha un personaje de pie, bebiendo vino directamente de una jarra. Bebe de forma tan afanosa que el vino se derrama por su cara y cuello.

Podemos observar que uno de los tobillos del bebedor está vendado y bajo la venda podemos entrever una úlcera de pierna, que el pintor probablemente relacionaba con los excesos de beber y comer sin medida. 




Visión de conjunto de la mesa de los siete pecados capitales

 

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Los ángeles del Hospital de Sant Pau.






Pau Gargallo

FIDES (Ángel de la Fe) 


Escultura de piedra. 
Fachada del Hospital de la Sant Creu i Sant Pau. 
Barcelona. 




Reconozco que tengo un cariño especial al hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en donde residí en mis años de estudiante y me inicié en mis estudios de Medicina, pero creo que no es exagerado afirmar que es el hospital más bonito del mundo. 


El edificio de entrada al Recinto Modernista, el antiguo Hospital de Sant Pau. 
Sobre las tres grandes puertas de entrada, están las figuras de los cuatro ángeles. 

Su arquitectura es una de los más destacados ejemplos del modernismo catalán, obra de Lluís Domènech i Montaner, y en mi opinión es una de las cosas más bellas que pueden verse en la Ciudad Condal. Sin embargo su estructura en pabellones, de principios del s. XX, había quedado obsoleta y era difícil hacerla compatible con la atención hospitalaria, por lo que se ha construido un nuevo hospital en la parte trasera dejando el Recinto Modernista como un museo para la visita turística. 


Fides, el ángel de la Fe

La entrada del antiguo hospital (actualmente Recinto Modernista) tiene lugar por el magnífico edificio coronado  por la esbelta torre del reloj, al que se accede por una escalinata en la que se encuentra el monumento-fuente a Pau Gil, el mecenas que financió en buena parte la construcción del Hospital. Tras esta fuente se abre unos grandes  arcos en los que pueden verse las letras P y G (iniciales de Pau Gil) y diversos elementos del escudo heráldico de la institución. Más arriba de estos arcos se pueden ver las esculturas de cuatro ángeles y un poco más más arriba un gran escudo del Hospital, también flanqueado por sendos ángeles. 


Spes, el ángel de la esperanza


Los ángeles son obra de Pablo Gargallo (1881-1934), uno de los escultores más importantes e innovadores del siglo XX, que a lo largo de su vida artística combinó paralelamente el clasicismo con la experimentación. No son los de la fachada los únicos ángeles de este escultor: hay otros ángeles similares en diversos lugares del Recinto Modernista, alternando con los de Eusebio Arnau (1863-1933).  

Las esculturas de los ángeles, de piedra, presentan facciones simplificadas y adoptan una actitud seria y recogida. Simbolizan las virtudes cardinales. De izquierda a derecha, el primero, con las manos juntas en actitud orante, representa la Fe, y así se especifica en una inscripción latina que aparece en una especie de escudo que lleva en la parte delantera de su cuerpo: FIDES (Fe). 



Charitas, el ángel de la Caridad


El segundo ángel alza los ojos al cielo abriendo sus manos como si atendiera recibir algo. Es el ángel de la esperanza, la virtud tan necesaria para mantener un cierto optimismo sobre lo que va a suceder. Como el anterior, también lleva la inscripción aclaratoria correspondiente: SPES (Esperanza)  


El tercer ángel lleva en sus manos una paloma, que sostiene cuidadosamente, mientras mira serenamente hacia el frente. El ave despliega sus alas como si estuviera a punto de emprender el vuelo. Simboliza la Caridad, la entrega al prójimo, siempre dispuesta a volar hacia los otros para llevar consuelo y ayuda. Su leyenda: CHARITAS (Caridad). 


Operibus, el ángel del trabajo


Estos ángeles simbolizan pues las virtudes cardinales: Fe, Esperanza y Caridad. Pero ¿por qué hay cuatro ángeles, si solamente hay tres virtudes cardinales? ¿Qué papel juega el misterioso cuarto ángel?

El último ángel mantiene los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el pecho. Parece que esté descansando, tal vez tras una dura y atareada jornada. Y eso es lo que simboliza: el trabajo (OPERIBUS). No olvidemos que estamos en Catalunya, un país laborioso en donde el trabajo se considera una virtud. Una virtud con mayúscula: la cuarta virtud teologal. 

martes, 12 de noviembre de 2019

Peligro: Ratas!


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Ferdinand van Kessel

La danza de las ratas 
 (circa 1690)

Óleo sobre tabla 118 x 164 cm 
Städel Museum Kunstinstitut, Frankfurt 




Ferdinand van Kessel (1648-1696) fue un artista flamenco de la época barroca que pintó diversos cuadros de paisajes, bodegones y escenas satíricas protagonizadas por animales. Había nacido en Amberes en el seno de una familia de pintores, pero se instaló en Breda, ciudad donde vivió hasta su muerte y realizó diversas pinturas para el rey de Polonia. 

En esta pintura Kessel, con su habitual estilo satírico muestra a un grupo de ratas bailando alegres durante una epidemia de peste. Es sabido que las ratas tienen un importante papel como huéspedes de pulgas que son las transmisoras de Yersinia pestis, la bacteria productora de la peste bubónica. En el grupo de ratas podemos ver, de espaldas, a una rata negra. 

Me ha venido a la memoria esta obra cuando he leído la noticia que las ratas negras han llegado recientemente a diversos puertos hispánicos. Era una especie inédita hasta ahora, pero ya se han identificado diversos ejemplares de rata negra en Barcelona, Palma de Mallorca y diversos puertos de las Islas Canarias. En Madrid se identificó por primera vez en 2018 y desde entonces se han encontrado ejemplares en 10 puntos diferentes de la ciudad (en cada punto se detectaron entre 10 y 15 ejemplares). 


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Pintura mural de Banksy en una calle de San Francisco

La rata negra (Rattus rattus) es originaria de Asia y está considerada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como una de de las especies invasoras más peligrosas del mundo. 

Se trata de un animal de mucha más agilidad que la rata parda, habitual en nuestro entorno. Es una gran trepadora y puede subir fácilmente a los árboles y tejados, en donde puede nidificar. Sin embargo, prefiere vivir bajo techo, y coloniza buhardillas y áticos. Mide entre 16 y 22 cm de largo (cuerpo) y poseen una cola, sin pelo, de 17-22 cm. Su peso medio es de unos 250 g. Son omnívoras. En la naturaleza comen bayas, frutos, brotes vegetales, huevos de pájaro e insectos, lo que hace previsible su presencia en huertos y jardines. Pero si viven en al interior de las casas también pueden alimentarse de cualquier tipo de alimento como cualquier alimento humano (despensas, sobras, basuras...)  
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Ejemplar de rata negra (Rattus rattus


Lo más preocupante es su gran capacidad de reproducción. Las hembras están en celo por lo menos 9 meses al año, y en ambientes en los que la alimentación esté asegurada se reproducen de forma ininterrumpida. Pueden tener 5-6 embarazos al año con camadas de entre 5 y 18 crías, que nacen ciegas y lampiñas. 

Como precaución, los expertos recomiendan sellar bien las grietas de los edificios para evitar que entren y una buena gestión de las basuras, que frecuentemente no es una práctica suficientemente cuidadosa en nuestras ciudades. También habrá que mejorar la higiene comunitaria, gestión de zonas verdes, intentar detectar precozmente su presencia y activar en su caso el soporte profesional de control de plagas.

El principal peligro de las ratas negras es la transmisión de enfermedades como la leptospirosis (enfermedad de Weil o ictericia de Weil). Estos casos se caracterizan por fiebre, cefalea, dolores musculares, articulares y óseos, ictericia, insuficiencia renal, hemorragias y afectación de las meninges.  Tambien transmiten la salmonelosis, que puede ocasionar náuseas, vómitos, calambres abdominales y escalofríos, diarrea, fiebre, y cefalea. Algunos individuos la pueden contraer sin presentar síntomas, lo que aumenta el riesgo de transmisión de la enfermedad a otras personas. 

Finalmente las ratas pueden ser portadoras de pulgas y otros parásitos.  Las picaduras de pulga suelen aparecer en pequeños grupos más o menos lineales, causados por diversas picaduras del insecto que se desplaza con pequeños saltos y que se manifiestan por pequeños puntos rojos y pruriginosos con una pequeña herida centralAunque en nuestro medio actualmente las picaduras de pulga no suelen transmitir enfermedades, si lo hicieron en el pasado. Este fue el caso de la peste negra, la más mortífera epidemia que ha sufrido la Humanidad, y que cursó en distintos brotes a partir del s. XIV. 


Las ratas llevando en procesión al gato, presuntamente muerto.
Relieve de las ratas. Claustro de la catedral de Tarragona. 


En el claustro de la catedral de Tarragona hay un relieve que cuenta una historia satírica sobre ratas. Según allí se representa, un gato viejo y gordo ya no estaba en condiciones de perseguir ratas. Su agilidad había menguado considerablemente. El astuto gato decidió entonces hacerse el muerto. 

Las ratas, que hasta entonces habían sido sus víctimas, al ver al enemigo muerto, celebraron una gran fiesta y organizaron una procesión para llevar el difunto gato a enterrar. Contentas y felices, llevaban el presunto cadáver en andas, cantando y bailando en derredor. Pero a medio desfile el gato se abalanzó sobre ellas y no tuvo dificultad alguna para atraparlas. 


El supuesto "gato muerto" salta en medio del entierro y aprovecha para cazar ratas.
relieve de las ratas. Claustro de la Catedral de Tarragona. 


Este apólogo medieval nos recuerda que la astucia es siempre una buena aliada para vencer al enemigo, pero al tiempo nos recuerda que las ratas estaban siempre presentes en el imaginario medieval. Tal vez tengamos que tener la perspicacia del viejo gato para vencer nuevamente a un enemigo que podría causarnos serios problemas si no logramos controlarlo adecuadamente.  


Relieve de las ratas (completo). Claustro de la catedral de Tarragona. 

lunes, 11 de noviembre de 2019

Leprosos en un cuadro de Brueghel el Viejo



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Pieter Brueghel "El Viejo"

El combate entre don Carnaval y doña Cuaresma 
 (1559)

Óleo sobre tabla 118 x 164 cm 
Kunsthistorisches Museum. Viena. 



Pieter Brueghel (1525-1569) fue un pintor y grabador flamenco, fundador de la dinastía de grandes maestros de la pintura, por lo que es conocido como "El Viejo" (para diferenciarlo de los otros artistas de su familia. 

En la observación de la naturaleza y en los paisajes panorámicos encontró Brueghel una gran inspiración. Se le suele considerar como el primer artista occidental que pintó paisajes por sí mismos, en lugar de usarlos como fondo de pinturas de tipo religioso. Brueghel, con una indudable influencia de la pintura de El Bosco, también usó el paisaje para reflejar escenas de la vida campesina, en la que los numerosos personajes son representados con todo detalle. En sus cuadros abundan las anécdotas y testimonios de como debían ser las fiestas y reuniones populares, que el pintor aprovecha frecuentemente con fines satíricos y hasta para representar dichos y refranes.

El cuadro Combate entre el Carnaval y la Cuaresma representa una fiesta campesina de Carnaval. Un cuadro lleno de personajes en movimiento, en una algarabía difícil de describir. El pintor parece afecto de un horror vacui, y recuerda poderosamente algunos cuadros de El Bosco. 

La idea está tomada de un tema típico del teatro de la época: presentar el contraste entre dos aspectos de la vida contemporánea, tal como puede verse por la aparición de una posada en el lado izquierdo, para el goce, y la iglesia a la derecha, para la devoción. Se parodia, por un lado, a los que celebran el Carnaval El Carnaval está representado por un orondo personaje sentado a horcajadas sobre un gran barril y armado con un espetón del que prenden un pollo y la cabeza de un cerdo. La Cuaresma por su parte está representada por una vieja escuálida y enjuta, con un panal de abejas sobre la cabeza, sentada sobre una silla de iglesia que colocada sobre un carro del que tira un monje y una monja, y empuñando una pala de panadero con dos arenques.


Los alimentos de uno y otro se han convertido en sus emblemas y aluden a los manjares habituales de estos dos períodos del calendario litúrgico, así como la actitud de sus seguidores, comedida en el caso de la Cuaresma y alegre, desvergonzada y excesiva en el caso del Carnaval. 

La escena tiene lugar en la plaza de un pueblo flamenco. Brueghel aprovecha para hacer participar de la fiesta a las diferentes clases sociales de su época: comerciantes, feligreses en una procesión, niños jugando, mujeres ocupadas en sus faenas domésticas... Muestra los dos lados de la naturaleza humana: el vicio y la virtud, el comedimiento y la desmesura, la salud y la enfermedad. 

Han llamado nuestra atención diversos conjuntos de mendigos lisiados que, al igual que el resto de la población, se encuentran celebrando el festejo. Uno de ellos al fondo del cuadro recibe de rodillas una limosna. 

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Grupo de lisiados, probablemente leprosos. Uno de ellos presenta una gran atrofia muscular de la pierna, lo que podría corresponder a una poliomielitis. 

Más clara está su patología en el grupo del centro de la pintura, también algo a la izquierda (el lado del Carnaval). Las deformaciones de sus miembros, con garras y amputaciones sugieren de forma clara que están afectos de lepra, aunque no lleven visible la carraca. Algunos de ellos se sirven de muletas. Además llevan también vistosos ropajes con colas de zorros, que era el hábito que se imponía a los leprosos para destacar su presunta contagiosidad. 

De todos modos el Dr. Alberto Ortiz llama la atención sobre la extrema delgadez de la pierna de una de ellos, lo que podría corresponder a una atrofia muscular por poliomielitis. En esta infección se afecta la sustancia gris de la médula espinal, produciendo una atrofia irreversible y permanente de los músculos de los miembros inferiores. En el caso que aporta Brueghel hay una parálisis de ambas piernas, los que haría imposible la marcha.

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Un mendigo es apartado de la fiesta.
Lleva una escudilla colgada de la cintura como solían llevar los leprosos. 

Finalmente, a la izquierda de la pintura se ve como un mendigo, también con vistosos ropajes y una escudilla colgando de la cintura (como solían llevar los leprosos) es tomado de la mano por otro personaje como si lo estuviera apartando de la fiesta, marginándolo así por su enfermedad.

Era habitual que los leprosos participaran en los saraos y kermesses populares, si bien no se mezclaban del todo con los demás y se mantenían en grupos algo apartados. Probablemente los leprosos aprovechaban para mendigar y sobre todo para beber. En neerlandés hay una frase, vigente todavía hoy, que podríamos traducir como "beber como un leproso" para referirse a beber de forma desmesurada. Seguramente muchos de estos enfermos añadirían el alcoholismo a la lepra, ya que es probable que muchos leprosos buscaran ahogar sus penas en vino para olvidar su triste condición y el injusto trato social.    




Bibliografía


Ortiz A. El combate entre Don Carnaval y Doña Cuaresma de pieter Brueghel, el Viejo. Fundación Io. https://historia-arte.com/obras/combate-entre-carnaval-y-cuaresma-de-bruegel