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viernes, 17 de marzo de 2017

El rinofima del sayón





Rodrigo de Osona y 
Francisco de Osona

Cristo ante Pilatos
(1500 circa)
 Óleo sobre tabla. 126 x 84 cm
Museo del Prado. Madrid.  



Roderic d'Osona (1440-1518) y su hijo Francesc d'Osona (1465-1514) fueron dos pintores valencianos que contribuyeron a la introducción del Renacimiento en la Península Ibérica, alcanzando un estilo cercano a un pleno italianismo quattrocentista. Trabajaron juntos en el mismo taller familiar en íntima colaboración. El padre, Roderic (o Rodrigo) tuvo una formación hispanoflamenca y matiza su influencia italiana con formas propias de la pintura flamenca como es la expresividad alejada de toda idealización.  
Los Osona dotaban a sus escenas de un fuerte dramatismo, recurriendo para ello a las arquitecturas que servían de escenario, grandes edificios de porte renacentista que ya anunciaban la modernidad de sus pinturas. 


La totalidad de la tabla "Cristo ante Pilatos" de los Osona.

La intensidad expresiva de los personajes es muy característica de la producción artística de los Osona. Un claro ejemplo de ello es el sayón situado en primer término de la tabla, en el ángulo inferior izquierdo, vestido de rojo y que sujeta a Jesús con una cuerda atada a su cuello. Su cara burlona y malévola muestra una nariz engrosada y deformada, sin duda afecta de un rinofima. Presenta además un cuello muy ancho, marcadas arrugas y una alopecia de distribución poco habitual. Una vez más la patología cutánea, especialmente la que deforma las facciones de la cara es aquí usada para subrayar el carácter peyorativo de un personaje.



A la izquierda, la cara de Pilatos. A la derecha el del escriba. La nariz y labios presentan una cierta cianosis.

Por cierto, que tanto la cara de Pilatos (vestido con ropas propias del s. XVI) y del escriba que supuestamente lee los cargos contra Jesús presentan un cierto grado de cianosis en nariz y labios, que frecuentemente se pueden ver en las personas con problemas cardíacos. Algunos autores han creído ver rasgos clínicos compatibles con rinoscleroma.
Probablemente, esta tabla está inspirada en las estampas del grabador Martin Schongauer y forma parte de un conjunto de cinco tablas procedentes al parecer de una iglesia de Xátiva y actualmente forman parte de la colección del Museo del Prado.   

Bibliografía

Post, Chandler R., The Valencian School in the Late Middle Ages and Early Renaissance (A History of Spanish Painting, t.I-II), Cambridge (Massachusetts), 1933 (nueva edición, Nueva York, 1970).
Camón Aznar, J., La pintura española del siglo XVI, (Summa Artis, y.XXIV), Madrid, 1970.
Company, Ximo, La pintura dels Osona: una cruïlla d'hispanismes, flamenquismes i italianismes, 2 vols., Lleida, 1991.
El món dels Osona, ca 1460 - ca. 1540 , Valencia, Museo San Pío, Exposición. Valencia, 1994.

































jueves, 16 de marzo de 2017

La representación alegórica de la sífilis

       




Rambert

Alegoría de la sífilis
(1851)
 Grabado
Bibliothèque Nationale, Paris. 




A mediados del s. XIX Rambert realizó una serie de grabados con intención moralizante, denunciando a diversos vicios que podían acarrear funestas consecuencias. En el que hoy comentamos, un sifilítico, con su frasco de mercurio, la pierna vendada, muleta, y la cara deformada (llena de pústulas, también sujeta con una venda y sin nariz) se dispone a entrar en el claustro de un hospital. Antes de entrar, se gira para contemplar una orgía que se entrevé en el fondo del grabado, como una alegoría de quien reflexiona sobre su turbio pasado. En un ángulo, una filacteria nos lo aclara: "Desenfreno y lujuria": las causas de su lamentable estado actual. 

En la parte baja del grabado una ponzoñosa serpiente que se enrosca por el mismo tutor por el que se enreda una planta trepadora florida, al tiempo que estrangula a un recién nacido, como advertencia de las funestas consecuencias de la enfermedad para la descendencia. Las flores y los venenos pueden tomar el mismo camino, pero hay que saber distinguir y contemplar sus consecuencias. 

La leyenda al pie es espeluznante: 
"Ahora lamenta los placeres de los que abusó, el mal que le corroe, como una serpiente venenosa , devora a sus hijos. Cubierto de repugnantes llagas y pústulas, solo le queda la soledad y el dolor esperando la muerte, la única capaz de poner fin a su sufrimiento"
 (Traducción de Xavier Sierra) 

La representación de la sífilis en el s, XIX tiene pues una marcada tendencia a la hipérbole y está dirigida a aterrorizar al espectador. El miedo es el mecanismo disuasorio en el que se basa la prevención venérea decimonónica. 

El gran tratadista de arte Erwin Panofsky ha estudiado la historia de la representación de la sífilis, señalando que frecuentemente las imágenes de los primeros años de la epidemia de lúes se caracterizan por una cierta sobre descripción de la enfermedad, frecuentemente bienintencionada, pero que más tarde se ciñen a la clínica real. 

Después que la naturaleza venérea de la sífilis fue bien esclarecida por Durero y Holbein, los pintores procedieron a realizar alegorías y pasaron a la sátira social. Mediante su lectura iconográfica Erwin Panofsky señala la escasez de imágenes de sífilis, que se clasificaban clásicamente como astrológicas, satíricas, moralizantes o biográficas. 

Panofsky pronto  señaló que esta manera de estudiar la iconografía de la sífilis es caduca y obsoleta. Busca imágenes más cercanas a la clínica real, pero topa con un serio inconveniente: la clínica pluriforme, con síntomas muy diversificados y no siempre visibles. La sífilis es un estado patológico con diversas fases cuya principal característica es precisamente ser un proceso. Sin embargo la rareza de las representaciones de sífilis en arte no puede justificarse por el miedo a la sífilis.  Si bien se reconoce muy pronto un discurso moral dirigido a la sífilis, no se trata de ver los matices sociales del s.XIX en el que la sífilis aparece bajo el prisma del resentimiento moral, como una enfermedad vergonzosa que el cristianismo convertirá en el respaldo de la moralidad.  

La historia de la sífilis en la pintura es la historia de un vacío en la representación que ha dejado paso al suplemento, tal como lo entendía Jacques Derrida. La pintura del retrato se adaptará a la sífilis, disfrazando el cuerpo con pelucas, guantes, maquillajes y polvos que se aliarán para ocultar las marcas sifilíticas. Estos accesorios de disimulo permitirán a los pintores realizar retratos convenientemente correctos, de practicar una censura moral y un camuflaje adecuado, preservando el buen nombre del retratado. 


miércoles, 15 de marzo de 2017

La sangre del dragón






Konrad Dielitz

Sigfrido mata al dragón Fafner 
(1880)

Grabado



En la saga de los Nibelungos (que recogió Richard Wagner en las óperas de su Tetralogía) aparece la leyenda de Sigfrido, un héroe humano, pero nieto del dios Wotan. El valiente Sigfrido consigue encontrar la cueva donde el dragón Fafner custodia, celoso, el tesoro de los Nibelungos. 

Sigfrido bañándose en la sangre del dragón
En una desigual batalla Sigfrido mata al terrible dragón, tras lo que tiene lugar un ritual iniciático: bebe la sangre del dragón, por cuya mágica acción podrá entender a partir de entonces el lenguaje de los pájaros. Entonces puede oir que unos pájaros dicen que si se bañara en la sangre del reptil sería invencible. 

Sigfrido, al oír el comentario de las aves, se baña a continuación en la sangre de Fafner, para conseguir la invulnerabilidad. Fatalmente, durante el baño, una hoja de fresno cae sobre la espalda del héroe, impidiendo que la sangre del dragón lo cubra en este punto. Este será en adelante su punto débil, por donde acabará sucumbiendo a la traidora lanza del malvado Hagen. Un mito muy similar al de Aquiles, por cierto, cuyo talón tampoco era invulnerable. También recuerda al mito de Hércules y la sangre de la hidra de Lemnos. 

El historiador de la medicina Richter comentaba que la invulnerabilidad de la piel de Sigfrido, que ningún arma podía atravesar hacía pensar en la induración cutánea de las esclerodermias sistémicas, cuya piel se convierte casi en una coraza. Pero hoy dejaremos este tema aparte. 


Antoni Gaudí. Dragón del Park Güell. Barcelona

Prefiero comentar una noticia muy actual, una noticia sobre una línea de investigación que puede dar sus frutos.

Se trata de la sangre de un dragón. No un dragón mitológico, claro, sino de la del varano o dragón de Komodo, un enorme reptil que parece una reliquia de épocas pasadas y al que se le calcula una existencia de 5.000.000 de años sobre el planeta. 

Dragón de Komodo, un reptil de aspecto terrorífico.
Ahora, algunos péptidos presentes en su sangre pueden
permitir el descubrimiento de un nuevo y potente antibiótico
que permita luchar de forma eficaz contra las bacterias
"superresistentes"
Un estudio, publicado en febrero de 2017 en la revista científica Journal of proteome research, revela que algunas proteínas presentes en la sangre de los varanos podrían destruir ciertas bacterias  que actualmente son fatales para el hombre, ya que resisten a los antibióticos más potentes. 

El proceso como los científicos han podido relacionar la sangre de este lagarto gigante (el reptil mayor del mundo) con las bacterias resistentes a los antibióticos, comenzó en 2010, cuando descubrieron bacterias "patógenas" en la boca de estos animales, y consideraron que las mordeduras de los varanos serían muy peligrosas por la posibilidad de inocular estos gérmenes. Sin embargo, estos reptiles indonesios suelen luchar entre ellos, ocasionándose mordeduras repetidas. Los científicos decidieron investigar la presencia de péptidos antimicrobianos que les confería esta inmunidad. 

Pseudomonas aeruginosa (CDC)
Su trabajo dió resultados. Pronto consiguieron identificar 48 péptidos de los cuales, todos menos uno parecen tener propiedades antimicrobianas. Los investigadores consiguieron
sintetizar ocho de estas moléculas y las enfrentaron a algunas "superbacterias" resistentes a los antibióticos naturales según la lista de la OMS de febrero de 2017: Pseudomonas aeruginosa y Staphilococcus aureus. Estas bacterias están muy extendidas en los hospitales y ocasionan muchas infecciones respiratorias, resistiendo además a casi todos los antibióticos conocidos hasta el momento. 

Los resultados del estudio fueron muy esperanzadores. De los 8 péptidos probados, 7 aniquilaron a ambas bacterias y el otro a una de ellas solamente. Los investigadores esperan ahora que nuevos estudios puedan conducir a la creación de un nuevo antibiótico capaz de combatir a esas "super-bacterias". 

Aunque, como en el caso de Sigfrido, seguro que la sangre del dragón no nos hará totalmente invulnerables. Siempre tendremos nuestra hoja de fresno que nos recordará que los humanos, por definición, somos mortales. 



Lista de la OMS de los agentes patógenos prioritarios 

para la investigación y creación de nuevos antibióticos



Prioridad 1: CRÍTICA


  1. Acinetobacter baumannii, resistente a carbapenemos
  2. Pseudomonas aeruginosa, resistente a carbapenemos
  3. Enterobacteriaceae, resistentes a carbapenemo y productores de Betalactamasas


Prioridad 2: ELEVADA


  • Enterococcus faecium, resistente a vancomicina
  • Staphylococcus aureus, resistente a meticilina, y a vancomicina
  • Helicobacter pylori, resistente a claritromicina
  • Campylobacter spp., resistente a fluoroquinolonas
  • Salmonellae, resistente a fluoroquinolonas
  • Neisseria gonorrhoeae, resistente a fluoroquinolonas y a cefalosporinas 

Prioridad 3: MEDIA


  • Streptococcus pneumoniae, insensible a la penicilina
  • Haemophilus influenzae, resistente a ampicilina
  • Shigella spp., resistente a las fluoroquinolonas



Fragmento de "Sigfried" (Película de Fritz Lang, 1924)






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