Páginas

Últimes publicacions

viernes, 2 de septiembre de 2016

Las ojeras de Madeleine





  Ramon Casas i Carbó

Au Moulin de la Galette. Madeleine.
(1892)

Óleo sobre lienzo 117 x 90 cm 
Museu de Montserrat. Monasterio de Montserrat.


Ramón Casas y Carbó (1866 - 1932) fue un dibujante y pintor catalán célebre por sus retratos, caricaturas y pinturas de la élite social, intelectual, económica y política de Barcelona, Madrid y París. Fue diseñador gráfico y sus carteles y postales contribuyeron poderosamente al nacimiento del modernismo catalán.

En París, donde tradicionalmente pasaba muchas temporadas de otoño-invierno, cultivó la pintura de cafés. Los cafés eran uno de los motivos favoritos de la pintura que se realizaba en París en los últimos años del s.XIX. La pintura de los ambientes de cafés y cabarets era en sí misma un poco escandalosa, ya que todo el mundo sabía que eran locales frecuentados por prostitutas, alcohólicos y drogadictos. 

Este es el precisamente el tema de este cuadro de Casas, que originariamente se titulaba Au Moulin de la Galette (Exposition des Indépendents, París 1892) y Au bal (Sala Parés, Barcelona 1892), pero enseguida aparecieron otros títulos para denominar el mismo cuadro: Celos (Ilustración Artística, 1893, p. 332); Louise, L’absinthe, remedando el cuadro homónimo de Degas; La mujer del cigarro, etc. El título Madeleine fue propuesto por Utrillo en la primera exposición antológica de Ramon Casas en otoño de 1900 en la Sala Parés de Barcelona. Finalmente, este es el nombre que ha prevalecido y con el que la obra es conocida en el mundo artístico. 

El Moulin de la Galette era un conocido local de Montmartre que fue inmortalizado por muchos pintores, como Renoir o Toulouse-Lautrec. En este local había un concurrido baile, que se celebraba al aire libre en los meses estivales. En invierno se utilizaba un barracón para resguardarse algo del frío, que es el que aparece en la obra de Casas

El cuadro Madeleine, de Casas, en su integridad.


La composición de la obra es extraordinaria. El tercio superior nos muestra un gran espejo en el que vemos reflejado la fiesta que tiene lugar en el espacioso local, decorado con grandes lámparas. En la galería de la parte de arriba podemos ver también algunas personas mirando y pasando el rato. Casas usa en este espejo una técnica casi impresionista, buscadamente borrosa, que en algunos puntos casi parece un boceto, que destaca con el detalle que luego usará en la figura central. 

La figura que preside el cuadro es la de una muchacha joven, que fuma un habano y que recostada displicentemente sobre una mesa, ha pedido una copa de licor - tal vez absenta - para consumir de forma solitaria. En la concepción burguesa de la época, una chica fumando y bebiendo sola  en un local sórdido era forzosamente identificada con una prostituta. La postura de Madeleine, su mirada fugaz y descarada, delatan a la perfección que está intentando ligarse a algún caballero.  O tal vez vigila, celosa, a alguno que departe con alguna competidora. 

Casas había vivido en Montmartre - entonces un barrio periférico de París habitado sobre todo por gente modesta y bohemios - y había frecuentado sus tugurios. Por eso refleja a la protagonista, Madeleine, con una mezcla de pena y ternura. La muchacha aparece con el moño despeinado, y su aspecto denota fatiga y tristeza. 

En su rostro, muy pálido, destacan unas profundas ojeras. Poco se sabe de cual es la patogenia de las ojeras, nombre popular de la hipercromía idiopática del anillo orbitario, aunque es conocido que se asocian al insomnio, a la fatiga y a algunas enfermedades como la sarcopenia (síndrome consuntivo) con pérdida del tejido conectivo periorbicular. En su aparición tienen especial importancia también factores constitucionales y genéticos. 

Madeleine de Boisguillaume, la protagonista de este cuadro  fue modelo de Toulouse-Lautrec y frecuentaba asiduamente Le Moulin de la Galette. También fue pintada por Rusiñol (En los caballitos) aparece en otras obras de Ramon Casas: Celos y Concurrente del Moulin de la Galette. De ella sabemos que, de día, su oficio era el de lavandera o costurera, que compatibilizaba con la profesión de modelo de los artistas de Montmartre. 


Ramon Casas i Carbó - Modernisme català: 











jueves, 1 de septiembre de 2016

El cáncer de escroto de los deshollinadores







George Ramney


Retrato de Percival Pott

 (1788)

Óleo sobre lienzo. 220 x 289 cm. 

Hunterian Museum. Royal College of Surgeons. Londres. 




En el s. XVIII las casas se caldeaban mediante el fuego de los hogares y de las estufas. Ya en aquel tiempo Londres era una ciudad polucionada por el humo de miles de chimeneas.

  
Las chimeneas necesitaban una limpieza periódica para eliminar el hollín e impedir que se incendiaran. Un gran número de deshollinadores trabajaban en la ciudad realizando esta función. Para pasar por las chimeneas, solían ser pequeños y ágiles (muchos de ellos eran niños) y frecuentemente iban semidesnudos para evitar quedar enganchados por la ropa en el interior del estrecho conducto. 


Pyke Koch. "El deshollinador", óleo sobre panel, 1944.
Gemeentemuseum (La Haya, Holanda)
El contacto constante con el hollín y las sustancias derivadas de la combustión del carbón y de la madera les predisponía a padecer con frecuencia una úlcera, un cáncer del escroto que fue descrito por primera vez por Percival Pott. Se trataba de la primera vez que se describía un cáncer producido por un determinado ambiente profesional. 


Percival Pott (1714-1788) fue un importante cirujano inglés. Desde muy joven formó parte de la Compañía de Cirujanos Barberos (1736) y pudo así ejercer la Cirugía. Desde 1744 trabajó en St. Bartholomew's Hospital de Londres. 

Introdujo diversas innovaciones en la Cirugía de su tiempo. Por ejemplo, redujo mucho el uso de escarificantes y de cauterios y inició nuevas técnicas quirúrgicas. Se le considera el padre de la ortopedia. Describió la fractura de Pott (a partir de una fractura que él mismo protagonizó) y describió la afectación vertebral de la tuberculosis, y que desde entonces se conoce como mal de Pott. Escribió un libro sobre hernias, que se convirtió en un clásico. Entre sus alumnos destacó el famoso cirujano John Hunter.


En 1755, Pott observó que muchos deshollinadores presentaban una úlcera tórpida en escroto. Le llamó la atención la localización y que todos fueran del mismo oficio. 

"En la parte inferior del escroto, donde produce una llaga superficial, dolorosa, de mal aspecto, con bordes duros y elevados que en poco tiempo invaden la piel del dartos, y las membranas del escroto, y alcanza el testículo, que crece y se endurece…" 


Sir Percival Pott.
Así llegó a la conclusión que el hollín acumulado en la ropa interior y el gran poder de absorción de sustancias de la piel del escroto propiciaban este mal. La profesión de deshollinador se iniciaba en Inglaterra desde la infancia, lo que le hizo sospechar que pasaba cierto tiempo desde la exposición al hollín y el desarrollo de la enfermedad. La observación de los efectos del humo de las chimeneas le hizo desconfiar del humo del tabaco y alertó sobre su posible peligro. 

A partir de esta observación, Pott describió gráficamente las penosas condiciones en que trabajaban estos operarios, que requerían que los niños escalaran por estrechas chimeneas todavía calientes. A pesar de su insistencia las disposiciones legales sobre el trabajo de los niños en este sector no llegaron hasta 1840, año en el que se prohibió que los menores de 21 años trabajaran limpiando chimeneas. Aunque la sanción por incumplir la ley era muy escasa, y se siguió explotando a los niños deshollinadores hasta que en 1875 otra ley más rigurosa, acabó con la práctica de contratar niños para este menester.

Hoy sabemos que el hollín contiene benzoantracenos, así como otras sustancias carcinogénicas como arsénico, cadmio y cromo. La relación entre el hollín y el cáncer de escroto se ha demostrado posteriormente por numerosos estudios, que han señalado también que las personas expuestas al hollín pueden también presentar otros cánceres de piel en otras localizaciones, así como cáncer de pulmón, de esófago y de vejiga.

El cáncer de escroto de los deshollinadores fue el primer cáncer profesional descrito, aunque ya en 1713 Bernardino Ramazzini había ya descrito el carácter profesional de ciertas enfermedades. Posteriormente se descubrieron otros muchos cánceres profesionales debidos a la exposición a diversas sustancias. Unos 20 productos y mezclas son hoy considerados cancerígenos profesionales probados; aunque hay que señalar que hay un número similar de sustancias químicas sobre las que existen sospechas muy fundadas de que son también cancerígenos profesionales. Aunque el cáncer profesional es en gran medida una enfermedad prevenible se estima que un 2-8 % de todos los casos de cáncer están vinculados al desempeño de una determinada profesión.  




Bibliografía: 

International Agency for Research on Cancer. Soot, As Found In Occupational Exposure of Chimney Sweeps, IARC Monographs on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans, Volume 100F. Lyon, France: World Health Organization, 2012. Disponible también en línea

National Toxicology Program. Soots, Report on Carcinogens, Thirteenth Edition. Triangle Park, NC: National Institute of Environmental Health and Safety, 2014. Disponible también en línea

Tostado FJ La siguiente chimenea la limpias tú!  Historia, Medicina y otras artes. https://franciscojaviertostado.com/2015/01/28/la-siguiente-chimenea-la-limpias-tu/


      Chim Chim Cher-ee de Mary Poppins 
      (Versión en español) :




      martes, 30 de agosto de 2016

      La caída mortal de Lucy


      Lucy (Foto: Marc Orriols)


      "Lucy" 

      (Australopithecus afarensis)
      (3.180.000 aC circa)

      Restos óseos humanos fosilizados 
      Museo Nacional de Etiopía.  Addis Abeba.



      Hace pocos días, un grupo de amigos míos regresaron entusiasmados de un viaje cultural a Etiopía. Me trajeron algunas fotos, especialmente de Lucy, una hembra de Australopithecus afarensis, un homínido ancestro de los humanos actuales, que vivió en la región de Afar (Etiopía) hace aproximadamente 3.180.000 años. Agradezco a mis amigos Coia Ibáñez Ferrater Marc Orriols Llonch y su colaboración por parte del material gráfico que ilustra esta entrada del blog.
      Reconstrucción hipotética del aspecto de Australopithecus afarensis
      Lucy es uno de los esqueletos más completos y antiguos de un ancestro humano bípedo adulto. Su esqueleto fue hallado por el paleoantropólogo de la Universidad Estatal de Arizona Donald Johanson y el estudiante de graduado Tom Gray, el 24 de noviembre de 1974. Durante la excavación estaban oyendo un cassette (era el modo de reproducir música en aquel tiempo), y sonaba la conocida canción de The Beatles "Lucy on the sky with diamonds", por lo que decidieron bautizar a los restos del homínido como Lucy, a pesar de que su primer nombre había sido AL-288-1. 




      A la izquierda, una pelvis de chimpancé. 
      A la derecha, pelvis de Australopithecus afarensis, 
      que hace evidente su bipedestación 
      (Fotos de Coia Ibáñez Ferrater)


      Los australopitecos vivieron en un momento importante en el proceso de hominización. Lucy y sus congéneres ya caminaban erguidos y probablemente esta postura les dejaba libres las manos para usar algunas herramientas. Hasta ahora, los paleoantropólogos discutían de si todavía era una especie arborícola (es decir si pasaba todo el tiempo en las copas de los árboles) o si se habían atrevido ya a bajar al suelo y a caminar por tierra firme. La polémica se perpetuó durante años. 

      El Profesor de ciencias geológicas de la Universidad de Austin (Texas, EEUU) Dr. John Kappelman estudió a Lucy durante su recorrido por los museos de los EEUU en 2008 y tuvo la oportunidad de escanear el 40 % de su esqueleto con la instalación Tomográfica de Alta Resolución. Creó así un archivo digital de más de 35.000 recortes de tomografía computarizada (TC). 

      Durante su estudio, algo llamó la atención de Kappelman: el extremo del húmero derecho está fracturado de una manera que no es habitual en los fósiles. Presenta una serie de cortes afilados y limpios con pequeños fragmentos de huesos y astillas todavía en su sitio. Kappelman extrañado, decidió consultarlo con Stephen Pearce, cirujano ortopédico de huesos de la Clínica Austin de Huesos y Articulaciones, que confirmó sus sospechas. Este tipo de fractura de húmero proximal en cuatro partes se ve habitualmente como resultado de avanzar la mano durante una caída. 


      Una reconstrucción de cómo pudo ser la fatídica caída (según Kappelman et al.)



      Probablemente Lucy cayó de pie desde una altura respetable. Kappelman y sus colegas calcularon que cuando se estrelló contra el suelo, el cuerpo de Lucy iba a una velocidad cercana a los 60 Km/h. Para alcanzar esta velocidad debió de caer desde una altura superior a los 10 metros. Llegó al suelo de pie y a continuación, cayó de bruces. Como consecuencia del instinto de protección extendió el brazo hacia el suelo, intentando parar el golpe. La consecuencia fue que incapaz de frenar la inercia del cuerpo, el húmero se fracturó en diversos puntos. 

      Localización de los huesos encontrados de Lucy
      (montados sobre un esqueleto completo)
      Fotografía Coia Ibáñez Ferrater
      El estudio identifica otras fracturas similares, pero menos graves, en el hombro izquierdo y otras a lo largo de todo el esqueleto, incluyendo roturas en el tobillo derecho, en la rodilla izquierda y en la pelvis. También observaron una evidencia todavía más sutil: la fractura de la primera costilla, que era coherente con las causadas por una caída. O sea, que Lucy se había caído del árbol, comenta John Kappelman, que ha publicado un estudio sobre el tema en la revista  Nature

      Pero ¿que hacía Lucy en la copa de un árbol a más de 10 m. de altura?. Por su bipedestación (evidente por la forma de su pelvis) es probable que pasara el día caminando en tierra firme. Por lo tanto sólo había dos razones que la hicieran trepar a un árbol: o estaba recolectando frutas para su comida o quería buscar un refugio seguro para pasar la noche. Los australopitecos eran frágiles e indefensos y tenían muchos posibles enemigos que temer. Su pequeño tamaño a su indefensión y a su pequeño tamaño (Lucy medía 1,10 metro de altura y unos 27 Kg de peso), los convertía en unas presas muy fáciles. Y justamente, esto es lo que suelen hacer otros primates, como los chimpancés, que duermen en las copas de los árboles a alturas entre 7 y 23 metros, fuera del alcance de sus depredadores.
      Esto respondería a la vieja polémica de si los australopitecos vivían sobre el suelo o en las copas de los árboles y que tantas discusiones había suscitado. Probablemente tenían un hábitat mixto: de día en el suelo, de noche en los árboles. Los autores comentan a este respecto: 
      "Es una ironía que el fósil que protagoniza el debate sobre el papel arbóreo en la evolución humana muriera posiblemente de las heridas sufridas en una caída de un árbol"
      Si la hipótesis de los autores del estudio es cierta, Lucy sería tanto terrestre como arborícola, y las características que le permitían moverse de manera eficiente en el suelo pudieran haber comprometido su capacidad para trepar a los árboles, lo que la predispondría a ella y su especie a caídas frecuentes. El estudio de los patrones de las fracturas óseas puede ayudarnos a reconstruir de forma más fiable el modo de vida de nuestros antepasados y cuáles fueron las causas de su muerte.  



      Bibliografía: 

      John Kappelman et al. “Perimortem fractures in Lucy suggest mortality from fall out of tall tree” Nature doi:10.1038/nature19332.

      Página de imágenes y comentarios sobre Lucy: elucy.com


      How Lucy died (Prof. Kappelman): 

      lunes, 29 de agosto de 2016

      Piel de tiburón contra las infecciones intrahospitalarias





      Tiburón de arrecife de puntas blancas 

      (Triaenodon obesus) 


      L'Aqüàrium. Barcelona.



      Hace poco nos referíamos a las lesiones que puede causarnos un ataque de tiburón. Hoy nos referiremos a los posibles remedios que podemos encontrar en estos animales. 

      La piel de un tiburón es muy especial: parece lisa y uniforme, pero vista de cerca, está salpicada de millones de escamas en forma de dientes microscópicos superpuestos (dentículos) en forma de punta, que vistas al microscopio electrónico revelan estructuras complementarias "en nido de abeja". Desde hace mucho tiempo esta piel se ha venido utilizando para confeccionar papeles de lija, útiles para raspar superficies rugosas, transformándolas en lisas. 


      Tiburón toro. Acuario de Barcelona.

      Esta peculiar estructura cutánea tiene la función principal de interrumpir la fluidez del agua sobre la superficie del animal y reducir la fricción. Hace un par de años, un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard (EE.UU.) logró reproducirla de manera artificial por primera vez, y comprobaron que, en efecto, aumentaba la velocidad de natación del tiburón hasta un 6,6%, y reducía el coste de energía (The Journal of Experimental Biology). No es de extrañar. Los tiburones están adaptados a su medio ambiente desde hace 430 millones de años, según afirma el ictiólogo Pascal Deynat en su obra Les requins (2010)

      La piel de los tiburones tiene además otras interesantes propiedades. Se ha observado que debido a su anfractuosidad, la piel del tiburón no favorece la adherencia de los microorganismos marinos. 

      Estructura de la piel de tiburón

      Los investigadores de la empresa americana Sharklet se dieron cuenta que estructuras similares podían dificultar también la adherencia de otras bacterias, por lo que intentaron desde 2007, conseguir un revestimiento inspirado en la estructura cutánea del tiburón. Han podido desarrollar así un revestimiento que imita las dentículas de los escualos, pero de talla todavía menor (3 micrones). Esta superficie impide igualmente la fijación de las bacterias. Así, sin usar productos químicos, antisépticos ni antibióticos se obtiene un material "que no gusta a las bacterias" y que al parecer reduce su presencia en un 94%.


      Estructura de la piel del tiburón
      El descubrimiento de este material puede ser útil para ser usado los hospitales, y se espera que pueda ayudar a reducir las infecciones intra-hospitalarias que producen cientos de miles de contagios anuales. 

      Las aplicaciones de Sharklet son múltiples: puede recubrir los quirófanos, los catéteres, los apósitos, o puede servir para plastificar las historias clínicas que pasan de mano en mano. Naturalmente, todo esto no es incompatible con los cuidadosos lavados de manos, que seguirán siendo el principal medio de luchar contra este tipo de infecciones. 





      Using Shark Skin to Fight Against Bacteria:


      domingo, 28 de agosto de 2016

      Síndrome de Marfan








      Émile-Charles Wauters

        Retrato de 
      Antoine Marfan
       (1899)

      Óleo sobre lienzo. 
      Museo de Historia de la Medicina. París. 



      Antoine Bernard-Jean Marfan (1858-1942) fue un destacado médico, considerado como uno de los fundadores de la Pediatría en Francia. 

      Había nacido en Castelnaudary, donde su padre ejercía como médico rural. Comenzó a estudiar Medicina en la cercana ciudad de Toulouse, trasladándose más tarde a París, donde leyó su tesis sobre la tuberculosis infantil. Trabajó en el Hôpital des Enfants Malades de París, del que fue director en 1892 y como profesor de Terapéutica y de Higiene infantil en la Universidad de la capital francesa.   

      Pero su principal aportación a la Medicina fue la descripción de un nuevo síndrome, la dolicoestenomelia, más conocido con el nombre de síndrome de Marfan

      En 1896, Marfan presentó en la Société Médicale des Hôpitaux de Paris el caso de Gabrielle, una niña de 5 años. Le había llamado la atención los miembros desproporcionadamente largos, con unos dedos largos y delgados, que recordaban unos "dedos parecidos a las patas de una araña". 

      En 1902 Henri Méry y Léon Babonneix estudiaron, nuevamente, el mismo caso, y pudieron realizar ya radiografías. Así pudieron documentar una importante escoliosis, con asimetría torácica. 

      Ese mismo año, Achard estudió otra paciente que presentaba alteraciones similares. Las dedos largos y estrechos le inspiraron el título de su artículo: “La aracnodactilia”. También se fijó en que la niña presentaba una gran 

hiperflexibilidad 

articular y en que este transtorno podía transmitirse de padres a hijos.  

      Los niños afectos de síndrome de Marfan presentan los husos más largos que lo normal (la distancia entre los dos brazos extendidos suele exceder su altura); el esternón abultado hacia afuera o ahuecado hacia adentro (pectum excavatum); la cara larga y estrecha y la columna vertebral encorvada o retorcida. también suelen presentar los pies planos. 


      Hiperflexibilidad articular en el síndrome de Marfan.


      Poco después, se fueron describiendo otras manifestaciones: la afectación del sistema cardiovascular (insuficiencia 

de 

la 

válvula 

aórtica, prolapso de la válvula mitral, aneurisma disecante) y del ojo (miopía acentuada, luxación del cristalino, desprendimiento de retina, glaucoma). También pueden presentar algunos síntomas cutáneos como la presencia de estrías. 

      Se trataba de una enfermedad del tejido conjuntivo que se manifestaba por diversas anomalías del desarrollo caracterizado por presentar las extremidades y los dedos anormalmente alargados. 

      Retrato de Antoine Marfan
      Marfan publicó múltiples trabajos y libros sobre variados temas pediátricos, entre los que sobresalen los dedicados al raquitismo, la difteria, la tuberculosis y a la sífilis neonatal. Junto con Grancher y Jules Comby (1853-1947) escribió el Tratado de Enfermedades de la Infancia en cinco volúmenes que contribuyó a un mejor conocimiento de los trastornos nutricionales de los niños. También dirigió la revista pediátrica Le Nourrisson.  

      Aparte del síndrome que lleva su nombre, su nombre va ligado a otros epónimos. Se denomina procedimiento de Marfan a la punción del pericardio por la vía epigástrica subxifoidea y signo de Marfan a la presencia de un triángulo rojo en la punta de una lengua saburral que se interpreta como propio 

 de 

 la 

 fiebre 

 tifoidea. 



      Marfan fue una persona de gran cultura humanística. Era muy aficionado a la literatura y a la pintura, especialmente a la de la escuela veneciana, lo que le llevó a realizar diversos viajes a Italia. 
        


      Bibliografía


      Marfan AB.  Un cas de déformation congénital des quatre membrer plus pronuncée aux extrémités charactérisée par l'allongement des os avec un certain degré d'amonassesment. Bull Mém Soc Méd Hôpital (Paris), 13 (1896), pp. 220–226

      Grancher J, Comby J, Marfan AB.Traité des maladies de l'enfance, publié sous la direction de MM. J.  Paris : Masson, 5 volumes, 1897-1898.

      Marfan AB.  Le Rachitisme et sa pathogénie, Paris : J.-B. Baillière et fils, 1911.

      Marfan AB. Traité de l'allaitement et de l'alimentation des enfants du premier âge, Paris : G. Steinheil, 1899.

      Marfan AB. Figures lauragaises. Le Catharisme, la guerre des Albigeois et saint Pierre Nolasque, Martin Dauch, Sophie de Soubiran, le général Laperrine., Paris : Librairie académique Perrin, 1933.

      García Nieto V. Epónimos en Pediatría. Antoine Bernard-Jean MarfanCan Pediatr 2012; 36 (1) : 55-57. http://portal.scptfe.com/wp-content/uploads/2013/12/2012-2-6.pdf